Opinión: Pescando en río revuelto.


Lo de siempre, pero esta vez no contra lo de siempre.

Hace ya mucho que los fans de Sonic sabemos cómo funciona actualmente el llamado “periodismo de juegos”, al igual que poco a poco lo han ido descubriendo los fans de otras franquicias que, con sorpresa, han ido viendo como lo del erizo era contagioso. Sabemos de sobra como funciona esto, el contador de visitas pasa a números rojos (o bajan las ventas en los quioscos), y hay que sacar los bártulos de pesca para seguir viviendo del cuento.

Si, son solo algunos medios, pero son siempre los mismos. Están perfectamente identificados y cualquiera que lleve un tiempo en esto sabe que no hace falta ni mencionarlos. La novedad aquí es que parece ser que la “pesca clásica” ya no les funciona tan bien, pesca consistente en pinchar a algún fandom en concreto a base de apedrear el último lanzamiento de turno, a fin de que dichos fans acudan a engordar el contador de visitas pidiendo justicia.

Con las “redes” bien cargadas.

Se ve que por algún motivo esto ya no es suficiente para cubrir la cuota mensual, tal vez porque ahora salgan menos juegos, o porque cada vez más gente se está dando cuenta de cómo funciona esto. En cualquier caso, la nueva moda parece ser atacar directamente a la “vaca sagrada” de turno, el GOTY del mes al que todo el mundo debe jugar, o cuanto menos hablar de él.

Si picando a un fandom concreto se consiguen visitas, imaginad picando a toda la comunidad de usuarios que espera ávidamente el nuevo juego en cuestión. Que ojo, puede ser realmente el mejor juego de la historia, o estar recibiendo más atención de la que realmente merece. Pero ninguno de estos casos es impedimento para sacar la flota de arrastre de puerto y tender las redes (sociales).

Les mola ser malotes.

¿Qué todos los demás medios lo están poniendo por las nubes? Pues nada, le damos menos puntuación que a “aquel juego de Sonic tan malo” y a sentarse a esperar a que dé el tirón la caña. Así se consigue que se llegue a hablar más de esta tropelía que el del propio juego en sí, y nuestro “análisis profesional” reciba más visitas que ningún otro. Porque claro, por un lado vienen los del “ay es que puede que estos no estén comprados y sean los únicos que están diciendo la verdad”, por otro llegan los fans indignados, y tampoco faltan los habituales que aprovechan para echar sal en la herida y trolear al personal. La receta del éxito.

Si de paso se pueden “tensar las redes” un poco más a base de tweets donde se reconoce abiertamente la miseria personal que hay detrás de todo el tema, pues más atención todavía. Total, les lleva años funcionando con el bicho azul ese que corre tanto, esto es solo ir un paso más allá. Lo más curioso de todo el tema es la gente que se sorprende y escandaliza como si esto no fuese el pan nuestro de cada día, fruto de haberle importado tres pimientos cuando se lo hacían a otros porque “jiji jaja son malos”. Pero eso si, que nadie les toque su vaca sagrada o se llenarán las redes de puños agitándose al viento clamando venganza.

No solo Los Simpsons predicen cosas.

Durante años, por no decir décadas, se han ido alimentado estas prácticas de pesca. Ya sea mordiendo el anzuelo una y otra vez como buenos besugos, o directamente defendiéndolo y usando para atacar a lo que interesaba. O simplemente mirando para otro lado, que la impasividad también tiene buena parte de culpa en esto. Se ha dejado crecer a estas bestias mientras se alimentaban de “peces pequeños”, y ahora que han pasado a la pesca de altura llegan la escandalización y los monóculos rotos.

Pues nada, disfruten del “periodismo de juegos” que han sembrado. Mientras que medios que optan por mantener un mínimo de limpieza se ven obligados a cerrar, al mismo tiempo que no dejan de medrar los que se dedican a “abonar continuamente el campo”. Cada vez entiendo mejor por qué en las facultades de periodismo te dicen que ni se te ocurra meterte prensa de videojuegos…

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.