Opinión: Con el agua al cuello


Niveles acuáticos, el terror de antaño con toda su esencia.

Todo son alegrías, velocidad, recolección de anillos, y loopings vertiginosos, hasta que de pronto ese juego del erizo que corre mucho se convierte en un “survival horror”. Son los niveles acuáticos, terror y angustia a partes iguales. La prueba más evidente de que aquellos que dicen que Sonic es solo correr, es porque no se han molestado en jugarlo.

Naturalmente el origen de estas pesadillas agónicas hay que buscarlo en Labyrinth, el que es probablemente el nivel más odiado de todo el juego (por no decir la saga). Una fase que cambia radicalmente todo cuanto creíamos saber sobre Sonic en cuanto la pisamos, especialmente si te pilla desprevenido allá en la más tierna infancia.

Sonic precipitándose a las oscuras aguas de Labyrinth.

Se dice que todo se debe a la creencia de Yuji Naka de que los erizos no sabían nadar, aunque probablemente se deba al querer ahorrarse algunas animaciones de nado que tan solo íbamos a poder ver en este nivel. Tal vez aquel ítem perdido con forma de gafas de buceo nos habría venido muy bien, pero parece que alguien en el Sonic Team prefirió alimentar nuestras pesadillas con tan claustrofóbico y asfixiante entorno.

Seguro que lleváis escuchando esa inquietante musiquilla desde que habéis empezado a leer el artículo, esa siniestra tonadilla capaz de hacer que un crio suelte el mando y salga corriendo abandonando al pobre Sonic a su suerte, mientras los números decrecen en una lenta y dolorosa agonía. Y después, nada. Solo el silencio interrumpido por el sonido de las burbujas que brotan del cadáver flotante de Sonic mientras este se precipita a los abismos…

Eggman una vez más ayudando a Sonic.

Es difícil saber si en el Sonic Team eran plenamente conscientes de esto, es decir, si es algo intencional. Al fin y al cabo, Mario no se ahogaba en sus primeros juegos, ni tampoco otros muchos personajes similares como el bueno de Alex Kidd. ¿Por qué Sonic si? ¿Por qué puede respirar sin problemas en el espacio, pero no bajo el agua? ¿Intentaron darle un toque opresivo al juego de manera intencional?

Tal vez nunca lo sepamos, pero lo que si está claro es que sabían perfectamente lo que este nivel supondría para los jugadores, y la mejor prueba de ello es el tercer acto de Scrap Brain. Tras dos actos de fábricas asesinas repletas de trampas, sierras, descargas eléctricas, fosos sin fondo, bolas de pinchos, y demás parafernalia, parece que en el Sonic Team pensasen “¿Cómo podemos hacer esto aún peor?” Y la respuesta fuese “haciéndoles volver a Labyrinth”.

Aquatic Ruin supuso una importante rebaja de dificultad.

Es la prueba final, el desafío definitivo, lo que pondrá a prueba nuestros nervios. Y para colmo, con una dificultad aún mayor y menos burbujas de aire para respirar. Esas pompas marcan la diferencia entre la vida y la muerte, pero no siempre salen cuando queremos, y la cosa se iba a complicar aún más en juegos posteriores cuando Tails entrase en escena…

Sin embargo parece que en el Sonic Team fueron conscientes de la dureza que suponía Labyrinth, y en entregas posteriores rebajaron la dificultad de las fases acuáticas a cambio de aumentar su número. En Sonic 2 encontramos Aquatic Ruin y ciertas secciones de Chemical Plant, aunque para volver a ver un nivel acuático a la altura de Labyrinth, deberíamos recurrir a la versión de 8 bits con Aqua Lake, especialmente su segundo acto.

Hydrocity, el nivel acuático favorito de muchos.

En Sonic CD también encontraremos a otro digno sucesor gracias a Tidal Tempest, aunque esto se debe a la similitud de la estructura básica entre Sonic 1 y Sonic CD. De hecho en Tidal Tempest debíamos enfrentarnos al jefe de final de fase bajo el agua, teniendo que respirar las burbujas que empleaba a modo de escudo, lo que lo convierte en el que es sin duda uno de los jefes más ingeniosos de la saga clásica.

En el Sonic 1 de 8 bits también debíamos enfrentarnos a Eggman bajo el agua, pero misteriosamente, Sonic adquiría la habilidad de respirar bajo el líquido elemento durante el tercer acto de Labyrinth, lo que suavizaba la cosa. Eggman sabe que el agua es uno de los principales puntos débiles del erizo, y no dudaba en usarlo a su favor para desesperación nuestra.

Con la llega del 3D se hicieron algo menos comunes, pero siguieron ahí.

Después tenemos Hydrocity, que es la prueba viviente de que un nivel acuático no tiene por qué ser el infierno en vida. De hecho, la mayoría de niveles de Sonic 3 ofrece zonas de agua, a fin de sacarle provecho al escudo elemental que nos permite respirar en las profundidades. Este escudo supuso toda una revolución, el fin del odio a este tipo de niveles, hasta el punto de que cuando se introduce en Sonic 1 a través de hackeo, hace que Labyrinth sea infinitamente más llevadero. ¿Sería así como habrían funcionado las gafas?

El salto al 3D de Sonic se llevó por delante en gran medida a estos niveles acuáticos, no se sabe si por cuestiones técnicas, o por librar a los jugadores de su opresiva presencia. No obstante, aún es posible acceder a pequeñas zonas acuáticas en los Sonic Adventure, especialmente en las fases tipo Knuckles. Con los años su presencia se fue reduciendo, y aunque volviesen, la dificultad estaba siempre muy lejos de lo que suponía en el primer Sonic.

Las fases acuáticas eran importantes en los Sonic de 8 bits.

Aunque no lo creáis, hay quien echa de menos estos niveles acuáticos laberinticos con esa sensación de agobio, y es que son capaces de generar sensaciones que no encontraremos en el resto del juego, lo que aporta variedad al ritmo de la aventura. ¿Es este vuestro caso? Dejadnos vuestros comentarios si queréis sobre este tipo de fases, con vuestros traumas de la infancia, o diciendo si os gustaría que estas partes del juego recuperasen su crueldad inicial.

De un modo u otro, estas fases se han convertido en un ícono dentro del mundo de Sonic, y en cierto modo, también en una alegoría del agobio que vivimos en nuestro día a día. Seguro que en algún momento de tensión habéis escuchado en vuestra mente aquella siniestra música, mientras buscabais desesperadamente una “burbuja” que os salvase. Otro ejemplo más de que Sonic nos acompaña en nuestra vida incluso más de lo que somos conscientes.

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.

El Museo: Wave 1 de peluches de Jakks Pacific


I am the EGGMAN, that's what I am~

Después de mucho tiempo, vamos a comenzar una nueva serie de artículos en El Museo, y con grandes motivos. Durante la última parte del 2019, en España se han comenzado a lanzar oficialmente mucho merchandising oficial de Sonic, y parece que 2020 va a seguir a un ritmo igual o incluso superior, por lo que tenemos muchísimo trabajo por delante si queremos cubrir todo. Por supuesto, no solo nos limitaremos a cubrir lanzamientos españoles, y claro está, los fans internacionales siempre pueden acceder a este merchandinsing por otros medios como son las compras online y la importación, por lo que no dejéis de leerlos y buscar todo el merch que os guste, incluso aunque esté lejos de vosotros!

Sin más preámbulos, vamos a pasar a la chicha de hoy. Llevamos años de artículos sobre merchandising con una imagen de peluches, y nunca hemos cubierto uno... Así que empecemos por ahí! En 2019, se ha lanzado en múltiples países, entre ellos España, la primera serie de una nueva colección de peluches creada por Jakks Pacific, la nueva "master toy partner" que se llama, sucesora de Tomy. Esto significa que Tomy ya no realizará más figuras de Sonic dentro de sus colecciones anteriores, similar a como ocurrió en el pasado con Jazwares por ejemplo, y ahora le toca el turno a Jakks Pacific de sorprendernos.


Su primer lanzamiento fueron estos peluchitos de la rama clásica. La primera línea incluye a Sonic, Tails, Knuckles y el Dr. Eggman, con peluches anunciados de Super Sonic, Amy y Mighty (!) para la futura serie 2.

Estos peluches son bastante pequeños, con un estilo estilizado para hacerlos aún más adorables, o más terroríficos, según se mire. Esto quiere decir cosas como que por ejemplo, Sonic solo tiene tres púas y en lugar de estar detrás, están en el costado... De frente es adorable, pero de lado puede ser el motivo de las pesadillas de muchos. En cualquier lado, visto desde el ángulo correcto, debo decir que personalmente es uno de mis peluches favoritos del erizo! No soy muy mucho de coleccionar peluches, porque suelen ocupar mucho y no suelen tener un resultado demasiado bueno... Pero debo decir que Jakks Pacific ha conseguido crear una línea de peluches que no me importaría terminar completando.


Púas aparte, Sonic se ve genial. Su cara tiene una expresión sonriente genial, y el estilizado que tiene hace que los posibles toques más "cutres" como suelen ser los guantes y zapatos, no sean tan llamativos en este caso. Más bien al revés, el resultado completo del peluche me parece muy bueno.

Tails por su parte no tiene tanta suerte, si bien no es un mal peluche ni mucho menos... Su estilizado se limita a ser una versión algo más "chibi" de lo que es Tails de normal, sin realizar ningún gran cambio exagerado como las púas en Sonic. Su cara también se lleva un palo en la comparación, con un diseño que hace que Tails tenga la cabeza algo más... tubular de lo normal. Dicho esto, no es un mal peluche en absoluto, y ni por asomo va a estropear ninguna de las colecciones, pero en mi opinión es el que peor sale parado de los cuatro. Mención especial a su pechamen, donde Jakks Pacific ha decidido poner una línea recta de pelito, por algún motivo. ¿Supongo que representando el "pelo" que tiene en el diseño real? Pero no se parece en nada y simplemente queda extrañamente gracioso en el peluche.


Knuckles es algo parecido, aunque me gusta más que Tails. De nuevo, Knuckles está estilizado, pero igual que en Tails el diseño no cambia radicalmente en ningún sitio. El mayor cambio lo tenemos en sus púas, que aunque si cubren su cabeza completa, no como en Sonic, esta vez tenemos que todas sus púas miden lo mismo... Personalmente, a mi me recuerda a un pulpo siempre que lo veo. No es horrible, ni siquiera feo, pero siempre me hace gracia. Lo pondría en tercer lugar si estuvieramos haciendo un ranking.


Pero mi favorito indiscutible tiene que ser el cuarto peluche, el Dr. HombreHuevo en persona... y qué huevo. Eggman se ha llevado un rediseño más radical, similar a lo que pasaba con Sonic, y en el caso del buenazo del doctor se trata ni más ni menos que en hacer un homenaje a su nombre por todo lo alto. Quitando brazos y piernas, la silueta del doctor desde la cintura hasta la punta de la cabeza es exactamente igual a la de un huevo, y no hay cosa que me haga más feliz en el mundo. No solo el peluche es bonito y está bien hecho, el diseño estilizado es ingenioso y gracioso también. Que si, que Classic Eggman tenía siluetas en forma de huevo en algunos artworks, pero son casos aislados, ni siquiera el diseño más reciente en Generations tenía esa forma. Jakks Pacific se ha lucido con este peluche, y no puedo recomendarlo suficiente si sois fans del doctor.


Ahora que hemos cubierto los cuatro peluches de forma individual, unos datos básicos generales. El material es poliester con bordados para elementos como los ojos, y el tamaño es bastante pequeño, unos 17cm aproximadamente, por lo que no tengáis miedo de que os ocupen demasiado espacio. Son bastante asequibles para colección, tanto por tamaño como por precio (entre 10 y 15€, según la tienda). En España los podéis localizar en tiendas GAME, FNAC, y Carrefour en el momento de publicar este artículo, y si sois de otros lugares donde los peluches no se distribuyen, os recomendaría investigar páginas web de Amazon que envíen internacionalmente, o algunas webs de juguetes como Toy Wiz o BigBadToyStore (aunque en casos así los gastos de envío pueden llegar a ser demenciales en ocasiones).

Por último, para los que quieran ir más allá de solo tener la colección completa y ya... Los peluches originalmente son distribuidos en una caja de exposición. Lo normal es que estas cajas, POR DESGRACIA, sean destruidas por las propias tiendas, para ponerlos en sus estanterías sin ocupar demasiado espacio de posibles ventas. Pero si encontráis una tienda donde tengan la caja, quizá tengáis suerte de poder llevaros una. En casos así lo mejor es preguntar si os la pueden guardar en lugar de tirarla cuando se agoten los peluches, o llevaros los dos o tres últimos peluches y pedir que os pongan la caja en la bolsa también. En cualquier caso, que sepáis de su existencia para todo aquél que quiera investigarse una para tener en su casa. La caja está adornada con nuevos arts oficiales de Classic Sonic siguiendo la nueva guía de estilos que se puso en marcha para merchandising en 2019, y debo decir que personalmente me parece preciosa. ¡Ánimo si queréis conseguir una!


Y con esto acabamos la serie 1 de los peluches de Jakks Pacific. En el próximo artículo probablemente cambiemos de empresa, porque Jakks no es la única que ha sacado cosas de Sonic estos últimos meses. ¡No os perdáis la siguiente entrega, sobretodo si os gusta exponer vuestros mandos más queridos...!

Podcast - La hora del erizo #144 : Baby Sonic doo doo doo doo doo

En el corazón de los internautas sólo puede quedar un bebé...


Volvemos una vez más con un nuevo episodio de "La Hora del Erizo", el podcast de Sonic Paradise.
En este episodio bien cargadito comentamos toda la actualidad de Sonic La Película, la experiencia del staff del sitio en el Sonic Adventure Music Experience, además de noticias de merchandising.
¡Todo eso y mucho más en La Hora del Erizo, el podcast de Sonic Paradise!

Con Jack Wallace, Ash The Dragon, RACCAR, Nirmugen y Alpha 3.

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Opinión: Retrocompatibilidad, divino tesoro.



Cuando lo nuevo quiere codearse con lo viejo.

Parece que últimamente se está hablando mucho sobre retrocompatibilidad, y no es para menos, pues todo apunta a que la nueva generación de consolas apostará fuerte por ello. ¿Pero es realmente algo que quiere todo el mundo? ¿Es necesaria? ¿Puede influir en algo a la hora de decidir qué consola comprar?

Nintendo parece haber dejado bastante clara su postura actual sobre el tema, Switch no ofrece ningún tipo de retrocompatibilidad con sus precursoras, ni con 3DS, ni con Wii U. Lo que implica tener que estar pendientes de reediciones, remasterizaciones, remakes, o recopilatorios si queremos jugar con cosas que no sean actuales.

Esto no deja de ser un problema, ya que para poder disfrutar de cualquier juego “viejo” en nuestra Switch dependemos de que su correspondiente desarrolladora quiera/pueda volver a publicarlo, teniendo que conseguir que dicho juego funcione en Switch. Por ejemplo, supongamos que queremos jugar a Sonic Lost World en Switch, pues nos toca esperar a que Sega se decida a portear la versión de Wii U, algo que probablemente no ocurra nunca.

Es principalmente por esto por lo que se aplaude la retrocompatibilidad, algo que hemos visto bastante en la pasada generación con Xbox One. Microsoft siempre ha apostado por ello, aunque sea una retrocompatibilidad parcial y no total. E incluso aunque funcione parcialmente, cualquier usuario de esta consola puede acceder a muchos títulos que los usuarios de otros sistemas tan solo pueden soñar.

Poneos a contar cuántos juegos de Sonic se pueden jugar actualmente en Xbox One, no son precisamente pocos, y de hecho la cifra aún podría aumentar en lo que queda de generación. Alguno de estos juegos incluso puede mejorar su rendimiento, como ocurre con Sonic Generations. Y lo mejor de todo es que esto es completamente gratis siempre que tengamos ya el juego original, dejándonos la opción también de comprarlo digital si no lo tenemos ya de antes.

¿Podremos jugar aquí al Sonic Heroes de Xbox?

Aun no tratándose de una retrocompatibilidad completa de todo el catálogo, esta función ha sido algo muy aplaudido en Xbox One, hasta el punto de que parece ser que Sony ha decidido cambiar su actitud sobre el tema. Son cada vez más fuertes los rumores de que PlayStation 5 será retrocompatible con sus cuatro precursoras, de hecho ya se confirmó que podríamos jugar en ella al menos a juegos de PS4, y además con mejoras. Por su parte Microsoft parece seguir el mismo camino con Series X, aunque aún no está claro del todo si esta retrocompatibilidad será total, o volverá a ir juego por juego.

Muchos se preguntan por qué Sony dejó de apostar por la retrocompatibilidad con PS4, a pesar de que ellos mismos apostaron por ello especialmente en PS2 y PS3 (aunque no todas las PS3 eran retrocompatibles con PS2, si lo eran con PS1). La compañía ha parecido mantener una actitud de desdén en los últimos años sobre el tema, por ejemplo con aquellas polémicas declaraciones de Jim Ryan argumentando que nadie querría jugar con juegos tan desfasados como los de PS1 y PS2.

Sin embargo, lo que se rumorea (y con bastante fuerza) es que Sony no pudo ofrecer retrocompatibilidad entre PS4 y PS3 porque simplemente no pudieron hacer que PS4 corriese juegos de PS3. Hay que tener en cuenta que PS3 es algo así como la “nueva Saturn” en cuestiones de emulación, todo debido a su complejo chip Cell. Sería por esto por lo que Sony decidió probar suerte con el streaming con PlayStation Now, algo que no parece haber calado demasiado, al menos en cuanto a juegos antiguos se refiere.

No tiene mucho sentido pelearse con problemas de conexión cuando se puede conseguir una PS3 no muy cara, y tampoco parece haberles ido especialmente bien ofreciendo juegos de PS2 emulados de pago, y además con precios ciertamente elevados. En Sony son plenamente conscientes de que una buena parte de los usuarios valora y aprecia la retrocompatibilidad, y es por ello por lo que parecen haber vuelto a apostar por ella (veremos hasta qué punto).

¿Pero tiene algún punto negativo la retrocompatibilidad? ¿Por qué hay gente a la que parece incluso molestarle? Es perfectamente comprensible que haya a quién esto no le interese, personas que simplemente quiere jugar con lo nuevo y ya. Pero hay quién actúa como si le molestase, sacando a pasear esa actitud condescendiente de la que hizo gala Jim Ryan con su “¿Quién querría jugar con eso?”.

PS4 si. ¿Pero qué hay de PS1, PS2, y PS3?

¿Realmente tiene algo malo? La respuesta es que no. No deja de ser una función más, como la de poder ver películas, o acceder a Internet. Si a alguien no le interesa, simplemente basta con no usarla. Cabría pensar que tal vez la compañía en cuestión estaría desperdiciando recursos en ello en vez de en otras cosas, pero lo cierto es que es una función que realmente les compensa, tanto a ellos, como a los usuarios.

Si un usuario de PS4 quiere comprar Sonic Adventure 2, simplemente no puede hacerlo, a no ser que compre el de PS3 y lo juegue mediante streaming. En cambio uno de Xbox One si puede comprarlo, y ese dinero va para Sega y Microsoft sin tener que andar reeditando ese juego. Esto es incluso más beneficioso para pequeños estudios, que pueden seguir vendiendo sus juegos antiguos durante muchos años sin tener que costear reediciones.

Todo esto desde el lado práctico, pero es que también hay un importante factor cultural y de preservación. Cuanto más accesibles sean estos “juegos viejos”, más gente podrá conocerlos, es una forma de mantener viva nuestra cultura que sencillamente no comprendo cómo alguien podría ver con malos ojos. Para saber de qué va esto (en caso de que alguien no lo entienda), basta con extrapolarlo a otros campos como el cine. ¿Acaso a alguien le podría parecer mal que se reeditase Casablanca?

Las películas se van reeditando en diferentes formatos, adaptándose a los tiempos que corren, permitiendo así que las nuevas generaciones las disfruten (si lo desean). Me parece muy bien que una persona que ya jugase en su día a Super Mario 64 no quiera volver a hacerlo actualmente, pero hay más personas en el mundo, algunos ni habían nacido cuando salió ese juego. ¿Con qué derecho se les privaría de ello? ¿Se le priva a alguien de leer El Quijote por no haber nacido cuando se publicó?

En este caso el argumento suele ser siempre el mismo: “Si alguien quiere jugar a ese juego, que lo haga en la consola original”. Y ojo, que me parece algo totalmente correcto, de hecho es lo que yo mismo prefiero hacer. Pero esto presenta dos problemas que parecen escapárseles a algunos y de los que nunca se habla: El primero es que no es fácil conseguir consolas y juegos descatalogados, especialmente para personas que no son habituales del mundo del videojuego. Sería como obligar a la gente a ver Casablanca en VHS, como si fuese fácil encontrar un reproductor de video de ese formato hoy en día, así como la correspondiente cinta…

El cambio de tendencia en Nintendo.

El segundo es que el hardware no es eterno. Si, no hay nada mejor para jugar a Sonic 1 que una Mega Drive. Pero el tiempo no pasa en balde, cada día que pasa quedan menos consolas funcionales, y por mucho que se vayan restaurando, llegará un momento en el que no haya más. Es por esto que debemos ir acostumbrándonos ahora a preservar todo este legado cultural que estamos dejando, o el día de mañana dejará de existir cuando nosotros ya no estemos.

Si, por suerte existen los emuladores, y ayudan mucho a la preservación y a que los juegos antiguos sean accesibles para todo el mundo. Pero eso no está reñido con que las compañías quieran seguir ganando dinero con sus juegos, al menos en la medida de lo posible. Además, comprar juegos clásicos a la propia compañía sirve para que ellos mismos comprueben que hay interés por esas franquicias, lo que puede propiciar nuevas entregas de ellas.

Si alguien dijese que Casablanca ha envejecido mal, y que nadie querría hoy en día ver eso, se le tacharía inmediatamente de inculto y ególatra. No solo por despreciar la historia del cine, sino también por creerse que con que esa persona ya la haya visto en su momento, ya la ha visto todo el mundo, incluidos los que vengan después. ¿Por qué no ocurre lo mismo con los videojuegos? ¿Cómo es posible que un responsable importante de una compañía diga cosas así sobre el pasado de la propia compañía que representa? ¿Por qué se toleran estas faltas de respeto y empatía?

Son cosas que personalmente no comprendo, y que vistas desde fuera hacen que el mundo del videojuego parezca (una vez más) un circo para críos que dicen ser muy fans de algo que ni se molestan en respetar. Y lo más triste es que si finalmente Sony apuesta por la retrocompatibilidad en la nueva generación, seguramente aquellos que renegaron de ello en su momento, vengan ahora diciendo que es lo mejor del mundo.

Pero en fin, no dejemos que los árboles nos impidan ver el bosque. La retrocompatibilidad es algo bueno, algo que incluso a quien no le interese, le beneficia en la sombra. Y además es algo que lleva mucho tiempo ahí, de hecho Sega apostaba bastante por ella antes de Saturn. Nintendo también ha tirado mucho de retrocompatibilidad en los últimos tiempos, y es una pena que hayan decidido dejar de hacerlo.

Sega lo tenía claro en los 80: Retrocompatibilidad si.

Ojalá que se cumplan los rumores y esta nueva generación venga respetando su pasado y sus raíces, permitiendo que disfrutemos de nuestros juegos las veces que queramos, y que las nuevas generaciones puedan conocerlos. Además, os garantizo por experiencia que no hay una sola generación de juegos que no esconda cientos de joyas que hayan pasado desapercibidas. Quién crea haber jugado todo “lo bueno” en su momento, y que un juego no puede sorprenderle simplemente por no ser actual, vive en el error y la ignorancia.

El mundo del videojuego tiene un pasado precioso y muy rico, una fuente prácticamente inagotable de juegazos de todo tipo, un legado que merece sin duda la pena preservar, algo que me cuesta creer que alguien a quien le gusten los videojuegos rechace voluntariamente. Un juego no caduca a la semana de salir a la venta, esta mentalidad “fast food” no beneficia a nadie. Y si alguien quiere pensar así y perderse miles de juegazos, es libre de hacerlo. Pero que al menos demuestre un mínimo de respeto, y no ponga la zancadilla con sus quejas infundadas a quienes no quieran seguir su mismo camino.

No se trata de "nostalgias", ni de “vivir en el pasado” como creen algunos, se trata de mantener vivo ese pasado para que nos ayude en nuestro presente para construir el futuro. Aprender de lo bueno y de lo malo que hemos vivido, y usar esa experiencia para andar el camino que tenemos por delante. Sin nuestra historia no somos nada, ni lo serán los que vengan después.

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.