Opinión: Retrocompatibilidad, divino tesoro.



Cuando lo nuevo quiere codearse con lo viejo.

Parece que últimamente se está hablando mucho sobre retrocompatibilidad, y no es para menos, pues todo apunta a que la nueva generación de consolas apostará fuerte por ello. ¿Pero es realmente algo que quiere todo el mundo? ¿Es necesaria? ¿Puede influir en algo a la hora de decidir qué consola comprar?

Nintendo parece haber dejado bastante clara su postura actual sobre el tema, Switch no ofrece ningún tipo de retrocompatibilidad con sus precursoras, ni con 3DS, ni con Wii U. Lo que implica tener que estar pendientes de reediciones, remasterizaciones, remakes, o recopilatorios si queremos jugar con cosas que no sean actuales.

Esto no deja de ser un problema, ya que para poder disfrutar de cualquier juego “viejo” en nuestra Switch dependemos de que su correspondiente desarrolladora quiera/pueda volver a publicarlo, teniendo que conseguir que dicho juego funcione en Switch. Por ejemplo, supongamos que queremos jugar a Sonic Lost World en Switch, pues nos toca esperar a que Sega se decida a portear la versión de Wii U, algo que probablemente no ocurra nunca.

Es principalmente por esto por lo que se aplaude la retrocompatibilidad, algo que hemos visto bastante en la pasada generación con Xbox One. Microsoft siempre ha apostado por ello, aunque sea una retrocompatibilidad parcial y no total. E incluso aunque funcione parcialmente, cualquier usuario de esta consola puede acceder a muchos títulos que los usuarios de otros sistemas tan solo pueden soñar.

Poneos a contar cuántos juegos de Sonic se pueden jugar actualmente en Xbox One, no son precisamente pocos, y de hecho la cifra aún podría aumentar en lo que queda de generación. Alguno de estos juegos incluso puede mejorar su rendimiento, como ocurre con Sonic Generations. Y lo mejor de todo es que esto es completamente gratis siempre que tengamos ya el juego original, dejándonos la opción también de comprarlo digital si no lo tenemos ya de antes.

¿Podremos jugar aquí al Sonic Heroes de Xbox?

Aun no tratándose de una retrocompatibilidad completa de todo el catálogo, esta función ha sido algo muy aplaudido en Xbox One, hasta el punto de que parece ser que Sony ha decidido cambiar su actitud sobre el tema. Son cada vez más fuertes los rumores de que PlayStation 5 será retrocompatible con sus cuatro precursoras, de hecho ya se confirmó que podríamos jugar en ella al menos a juegos de PS4, y además con mejoras. Por su parte Microsoft parece seguir el mismo camino con Series X, aunque aún no está claro del todo si esta retrocompatibilidad será total, o volverá a ir juego por juego.

Muchos se preguntan por qué Sony dejó de apostar por la retrocompatibilidad con PS4, a pesar de que ellos mismos apostaron por ello especialmente en PS2 y PS3 (aunque no todas las PS3 eran retrocompatibles con PS2, si lo eran con PS1). La compañía ha parecido mantener una actitud de desdén en los últimos años sobre el tema, por ejemplo con aquellas polémicas declaraciones de Jim Ryan argumentando que nadie querría jugar con juegos tan desfasados como los de PS1 y PS2.

Sin embargo, lo que se rumorea (y con bastante fuerza) es que Sony no pudo ofrecer retrocompatibilidad entre PS4 y PS3 porque simplemente no pudieron hacer que PS4 corriese juegos de PS3. Hay que tener en cuenta que PS3 es algo así como la “nueva Saturn” en cuestiones de emulación, todo debido a su complejo chip Cell. Sería por esto por lo que Sony decidió probar suerte con el streaming con PlayStation Now, algo que no parece haber calado demasiado, al menos en cuanto a juegos antiguos se refiere.

No tiene mucho sentido pelearse con problemas de conexión cuando se puede conseguir una PS3 no muy cara, y tampoco parece haberles ido especialmente bien ofreciendo juegos de PS2 emulados de pago, y además con precios ciertamente elevados. En Sony son plenamente conscientes de que una buena parte de los usuarios valora y aprecia la retrocompatibilidad, y es por ello por lo que parecen haber vuelto a apostar por ella (veremos hasta qué punto).

¿Pero tiene algún punto negativo la retrocompatibilidad? ¿Por qué hay gente a la que parece incluso molestarle? Es perfectamente comprensible que haya a quién esto no le interese, personas que simplemente quiere jugar con lo nuevo y ya. Pero hay quién actúa como si le molestase, sacando a pasear esa actitud condescendiente de la que hizo gala Jim Ryan con su “¿Quién querría jugar con eso?”.

PS4 si. ¿Pero qué hay de PS1, PS2, y PS3?

¿Realmente tiene algo malo? La respuesta es que no. No deja de ser una función más, como la de poder ver películas, o acceder a Internet. Si a alguien no le interesa, simplemente basta con no usarla. Cabría pensar que tal vez la compañía en cuestión estaría desperdiciando recursos en ello en vez de en otras cosas, pero lo cierto es que es una función que realmente les compensa, tanto a ellos, como a los usuarios.

Si un usuario de PS4 quiere comprar Sonic Adventure 2, simplemente no puede hacerlo, a no ser que compre el de PS3 y lo juegue mediante streaming. En cambio uno de Xbox One si puede comprarlo, y ese dinero va para Sega y Microsoft sin tener que andar reeditando ese juego. Esto es incluso más beneficioso para pequeños estudios, que pueden seguir vendiendo sus juegos antiguos durante muchos años sin tener que costear reediciones.

Todo esto desde el lado práctico, pero es que también hay un importante factor cultural y de preservación. Cuanto más accesibles sean estos “juegos viejos”, más gente podrá conocerlos, es una forma de mantener viva nuestra cultura que sencillamente no comprendo cómo alguien podría ver con malos ojos. Para saber de qué va esto (en caso de que alguien no lo entienda), basta con extrapolarlo a otros campos como el cine. ¿Acaso a alguien le podría parecer mal que se reeditase Casablanca?

Las películas se van reeditando en diferentes formatos, adaptándose a los tiempos que corren, permitiendo así que las nuevas generaciones las disfruten (si lo desean). Me parece muy bien que una persona que ya jugase en su día a Super Mario 64 no quiera volver a hacerlo actualmente, pero hay más personas en el mundo, algunos ni habían nacido cuando salió ese juego. ¿Con qué derecho se les privaría de ello? ¿Se le priva a alguien de leer El Quijote por no haber nacido cuando se publicó?

En este caso el argumento suele ser siempre el mismo: “Si alguien quiere jugar a ese juego, que lo haga en la consola original”. Y ojo, que me parece algo totalmente correcto, de hecho es lo que yo mismo prefiero hacer. Pero esto presenta dos problemas que parecen escapárseles a algunos y de los que nunca se habla: El primero es que no es fácil conseguir consolas y juegos descatalogados, especialmente para personas que no son habituales del mundo del videojuego. Sería como obligar a la gente a ver Casablanca en VHS, como si fuese fácil encontrar un reproductor de video de ese formato hoy en día, así como la correspondiente cinta…

El cambio de tendencia en Nintendo.

El segundo es que el hardware no es eterno. Si, no hay nada mejor para jugar a Sonic 1 que una Mega Drive. Pero el tiempo no pasa en balde, cada día que pasa quedan menos consolas funcionales, y por mucho que se vayan restaurando, llegará un momento en el que no haya más. Es por esto que debemos ir acostumbrándonos ahora a preservar todo este legado cultural que estamos dejando, o el día de mañana dejará de existir cuando nosotros ya no estemos.

Si, por suerte existen los emuladores, y ayudan mucho a la preservación y a que los juegos antiguos sean accesibles para todo el mundo. Pero eso no está reñido con que las compañías quieran seguir ganando dinero con sus juegos, al menos en la medida de lo posible. Además, comprar juegos clásicos a la propia compañía sirve para que ellos mismos comprueben que hay interés por esas franquicias, lo que puede propiciar nuevas entregas de ellas.

Si alguien dijese que Casablanca ha envejecido mal, y que nadie querría hoy en día ver eso, se le tacharía inmediatamente de inculto y ególatra. No solo por despreciar la historia del cine, sino también por creerse que con que esa persona ya la haya visto en su momento, ya la ha visto todo el mundo, incluidos los que vengan después. ¿Por qué no ocurre lo mismo con los videojuegos? ¿Cómo es posible que un responsable importante de una compañía diga cosas así sobre el pasado de la propia compañía que representa? ¿Por qué se toleran estas faltas de respeto y empatía?

Son cosas que personalmente no comprendo, y que vistas desde fuera hacen que el mundo del videojuego parezca (una vez más) un circo para críos que dicen ser muy fans de algo que ni se molestan en respetar. Y lo más triste es que si finalmente Sony apuesta por la retrocompatibilidad en la nueva generación, seguramente aquellos que renegaron de ello en su momento, vengan ahora diciendo que es lo mejor del mundo.

Pero en fin, no dejemos que los árboles nos impidan ver el bosque. La retrocompatibilidad es algo bueno, algo que incluso a quien no le interese, le beneficia en la sombra. Y además es algo que lleva mucho tiempo ahí, de hecho Sega apostaba bastante por ella antes de Saturn. Nintendo también ha tirado mucho de retrocompatibilidad en los últimos tiempos, y es una pena que hayan decidido dejar de hacerlo.

Sega lo tenía claro en los 80: Retrocompatibilidad si.

Ojalá que se cumplan los rumores y esta nueva generación venga respetando su pasado y sus raíces, permitiendo que disfrutemos de nuestros juegos las veces que queramos, y que las nuevas generaciones puedan conocerlos. Además, os garantizo por experiencia que no hay una sola generación de juegos que no esconda cientos de joyas que hayan pasado desapercibidas. Quién crea haber jugado todo “lo bueno” en su momento, y que un juego no puede sorprenderle simplemente por no ser actual, vive en el error y la ignorancia.

El mundo del videojuego tiene un pasado precioso y muy rico, una fuente prácticamente inagotable de juegazos de todo tipo, un legado que merece sin duda la pena preservar, algo que me cuesta creer que alguien a quien le gusten los videojuegos rechace voluntariamente. Un juego no caduca a la semana de salir a la venta, esta mentalidad “fast food” no beneficia a nadie. Y si alguien quiere pensar así y perderse miles de juegazos, es libre de hacerlo. Pero que al menos demuestre un mínimo de respeto, y no ponga la zancadilla con sus quejas infundadas a quienes no quieran seguir su mismo camino.

No se trata de "nostalgias", ni de “vivir en el pasado” como creen algunos, se trata de mantener vivo ese pasado para que nos ayude en nuestro presente para construir el futuro. Aprender de lo bueno y de lo malo que hemos vivido, y usar esa experiencia para andar el camino que tenemos por delante. Sin nuestra historia no somos nada, ni lo serán los que vengan después.

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.