Memorias de un viejo
jugador
Cuando algo lleva tanto tiempo formando parte de tu vida,
pararse a pensar en el camino recorrido es bueno de vez en cuando. Al hacerlo
uno se asegura de recordar mejor las cosas, y puede usar esas vivencias para el
día a día actual. No cabe duda de que la experiencia es una gran ayuda para
entender mejor las cosas, y es que en este mundo se tienden a repetir los
mismos patrones y conductas una y otra vez. Es como pararse a recordar que
después del “3”
viene el “4”,
y así estar preparado para cuando llegue el “5”.
Ya hace unas tres décadas desde que empecé a tener edad
suficiente para adentrarme en este mundillo del videojuego, la llegada de un
Commodore 64 a mi casa inició un camino que aun permanece hoy en día. Si bien aquel viejo y
entrañable ordenador era de mi hermana, al final acabé usándolo yo más que
ella. Lamentablemente la falta de uso por parte de su propietaria, a quién se
lo regalaron para que le ayudase a estudiar en una época en la que se creía que
un ordenador era algo así como un profesor particular, unido a los problemas económicos
de una familia humilde, acabaron propiciando la venta de dicho aparato antes de
que pudiera disfrutarlo más en profundidad.
En los años siguientes comenzó una peregrinación por
sistemas ajenos para poder jugar a todo lo que cayese en mis manos, cualquier
cosa que sirviese para jugar ya fuera de amigos o familiares era digna de mi interés.
Y así hasta que las consolas se hicieron asequibles gracias a la competencia de
aquel entonces y pude conseguir la mía propia, ya sabéis cuál porque ya lo he
contado en más de una ocasión, pero no os preocupéis que hoy no vengo a repetir
otra vez la historia de siempre.
En estas tres décadas he visto muchas cosas; compañías que
surgen y que se desvanecen, personajes y franquicias que se crean y se
destruyen, modas que vienen y van, locuras que triunfan o fracasan, buenas
ideas que pasan desapercibidas, y una larga lista de injusticias. Pero no
cambiaría nada de eso, cada experiencia, cada paso, aunque no fuese agradable,
me enseñó cómo funcionaba esta industria, que para mí siempre fue mucho más que
un mero entretenimiento.
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Con esto empezó todo.
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Y todo esto me ha servido también para mi vida diaria en
general, por ejemplo así he aprendido que la historia siempre se manipula de
una manera u otra, y que no hay que creerse sin más lo que nos dicen si no
investigarlo por uno mismo. ¿Creéis que la historia del videojuego que os
cuentan y que se da por hecho es la correcta? No lo hagáis, no al menos al
100%. Entre manipulaciones deliberadas, datos erróneos, y cosas que se
desconocen, apenas sabremos un 30% de la historia real del videojuego. Y eso
siendo generoso.
Naturalmente nunca faltan ni faltarán los gurús que creen
saberlo todo al 100%, y que dan todo por hecho con apenas conocimiento al
respecto. Pero quién de verdad investiga y busca aprender sobre algo tan
complejo, tarde o temprano acaba entendiendo que es absolutamente imposible
saberlo todo y que de hecho se sabe muy poco. Aquí no hay expertos, solo
personas que creen ser menos ignorantes que los demás. Y esto se puede aplicar
a prácticamente todo, no solo a los videojuegos.
Es por esto que cuando viene alguien y me presenta como
“experto” en lo que sea, doy un respingo y me siento incomodo. Porque por mucho
que sepa sobre un tema, es imposible saberlo todo, y nunca falta gente
dispuesta a querer dejar en evidencia a aquel que sea tachado de experto, pues
aquí todos creen saber más que nadie. Yo sé lo que sé y punto, y ni siquiera de
eso puedo estar seguro. Esa acaba siendo la bandera de todo aquel que de verdad
“sabe” de que habla, pues es lo que le han enseñado décadas de experiencia.
En todos estos años he visto cometer una y otra vez los
mismos errores, tanto por parte de las compañías que crean juegos y sistemas,
como por parte de los usuarios. A veces pienso que lo que ocurre es que la
gente en general no tiene buena memoria, pues hoy dicen esto, y mañana hacen lo
contrario. Como ejemplo, ya debería haberse aprendido de sobra a no prejuzgar
un juego antes de tiempo, y sin embargo se sigue haciendo, incluso por parte de
personas que dicen que eso esta mal. Es más, cada vez se hace con mayor descaro
y frecuencia, especialmente desde que Internet ha dado voz a todo el mundo.
Y es que si me preguntan cuál ha sido el mayor cambio en la
industria del videojuego en todo ese tiempo, mi respuesta sería “Internet”. La
red ha cambiado el mundo en general, y los videojuegos no se han librado. Cuando
uno piensa en Internet asociado a los juegos le viene a la mente el juego
online, los DLC’s, y poco más. Pero yo veo a una industria que cada vez recibe
más y más feedback por parte de millones de usuarios que muchas veces no saben
ni lo que quieren y que solo logran sembrar el caos. Pero no so preocupéis que
tampoco ahondare más en eso, pues ya lo he hecho aquí más de una vez.
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Viejos amigos que quedaron por el camino…
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Puede parecer una locura, pero si desapareciese Internet es
muy posible que los juegos volviesen a ser como eran hace unas décadas. Cuando
según dicen muchos, todo era mejor. Yo no soy tan radical al respecto, creo que
en algunas cosas hemos ido a peor, si. Pero en otras muchas también hemos
mejorado. Cuando se trata del pasado las personas tienden a recordar solo lo
bueno, mientras que al analizar el presente suelen hacer todo lo contrario y
centrarse en lo malo. Hay que ampliar las miras y ver todo el conjunto para
saber como han cambiado las cosas, no se puede ver el mundo a través de un agujerito
con la simple limitación de decidir si ahora son las cosas mejores o peores.
Vemos ejemplos de esto a diario, incluso con Sonic por poner
un ejemplo que a todos nos resulte conocido por aquí, y sin embargo la gente no
aprende y sigue cometiendo los mismos errores. Fans de segunda generación de
Sonic que ahora actúan como los de primera generación ante los cambios. Antes
criticaban a los de los “green eyes” por quejarse, y ahora ellos hacen lo mismo
con los “blue arms”. Esto lo llevo viendo hacer con todo desde hace décadas.
También con esta perspectiva de los años se ven más claras
algunas cosas, como que cuando la compañía “X” hace tal cosa, todos se les
echan encima hasta que fracasa. Pero si es la compañía “Y” la que hace lo
mismo, todos aplauden y es un éxito. ¿Tiende la sociedad en general a ser hipócrita?
Más bien yo diría que tiende a mirar por sus (muchas veces ridículos) intereses
propios y personales en lugar de hacerlo por el bien común, en una mezcla de egoísmo,
ignorancia, e inconsciencia.
Me resulta muy triste ver como el trabajo de personas
entregadas que lo han dado todo pasa en muchos casos desapercibido, mientras
que algo creado a desgana y buscando solamente el beneficio económico arrasa
sin contemplaciones. Pero esto es algo que ha ocurrido siempre, algo de lo que
la sociedad parece no aprender. El ser humano no es ya que sea el único animal
que tropieza dos veces con la misma piedra, es que lo hace tres, cuatro, y mil
veces más. Y lo que es peor, empuja a otros a tropezar en esa misma piedra, e
incluso a veces tropieza aposta en ella por pura estupidez.
Pero no quiero que penséis que todo es malo, ni mucho menos.
Si todo este tiempo no me hubiese dejado mayoritariamente cosas buenas, no
habría seguido este camino. El mundo del videojuego me ha dado muchas cosas
buenas, y no hablo solo de infinitas horas de diversión, también me ha acercado
a personas interesantes, y me ha enseñado valiosas lecciones que sirven para
otras muchas cosas de la vida.
Aquí en Paradise es bien conocido el concepto de nuestra
“bola de cristal” que muchas veces nos hace predecir lo que está por llegar,
pero no es ningún superpoder mágico, si no la voz de la experiencia diciéndote
lo que podría pasar en base a lo ya vivido. El conocimiento, unido a la
experiencia y la lógica, ayudan a calcular lo que está por venir. Así que
muchas veces esas predicciones no son más que un cálculo como el que comentaba
al principio del artículo, y como sabéis suelen acertar con frecuencia.
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Nuestra bola de cristal nunca falla (o casi
nunca).
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Pero quizá lo mejor haya sido enseñarme que mantener el
optimismo y la ilusión hace mucho más agradable el camino, y es que soy uno de
esos bichos raros que hoy, tres décadas después, sigue jugando y disfrutando de
los juegos con la misma ilusión de antes. Me da igual si un juego es de hace 40
años, o si es la beta de uno que saldrá el año que viene. Quizá gracias a esto
llevo en este mundillo tanto tiempo de forma continua, mientras que la mayoría
suele ir y venir siguiendo las modas, dejándose llevar por la nostalgia, o
simplemente para matar el aburrimiento y la monotonía.
Ahora está de moda ser “gamer” y todo el mundo busca esto,
quizá dentro de unos años ya no sea así y la gente vuelva a ignorar este
mundillo, pero un servidor seguirá aquí mientras pueda. No se si esto servirá
de guía a alguien más, tampoco lo pretendo porque cada uno debe escoger su
camino. Lo que si os aconsejo encarecidamente es mantener vivas las ilusiones y
no abandonar aquello que os gusta. Ese es el mejor camino para ganar
experiencia y aprender con el tiempo, y con ello estar lo mejor preparado que
se pueda ante lo que está por venir.
Al igual que en un RPG los puntos de experiencia van
haciendo mejor a nuestro personaje, lo que vamos asimilando y aprendiendo con
los años nos va haciendo mejor a nosotros. Siempre que lo queramos sea mejorar,
claro.
Las opiniones vertidas en esta columna son de
exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan
necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.