Opinión: Mario & Sonic


Una unión duradera.

Parece mentira, pero hace ya casi 12 años que salía a la venta el primer Mario & Sonic. Una serie que ha logrado sobrevivir contra viento y marea convirtiéndose en la subsaga más longeva del erizo, y que a finales de este año regresará con los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 como marco.

Hoy en día estamos ya más que acostumbrados a ver a ambos personajes juntos, pero en su momento fue todo un impacto. Ya que, si bien es cierto que se venía rumoreando algo así desde hacía años, era realmente difícil creer que finalmente acabaría ocurriendo. Este fue el último regalo que nos dejó Yuji Naka antes de marcharse, ya que dejó el terreno abonado para que germinase el proyecto justo antes de emprender el vuelo en aquel fatídico año 2006.

Se sabe que el propio Miyamoto también estuvo directamente involucrado en el germen del proyecto, y que de hecho él ha sido uno de los principales artífices de que esta serie haya llegado tan lejos. Recordemos que esta primera entrega logró vender más de diez millones de copias, cifras a las que nuestro erizo no está demasiado acostumbrado…

Aquel primer Mario & Sonic se tuvo que hacer a la prisa, prácticamente en tiempo récord, lo que nos privó de ver una interacción como se merecía de los personajes. La versión para DS llegó más tarde, notándose bastante lo que eran capaces de lograr con algo de tiempo extra. Por suerte no hubo que esperar otros cuatro años para tener otro juego así, pues se aprovecharon los Juegos Olímpicos de Invierno para ofrecer una nueva entrega a finales de 2009.

Como pasa el tiempo…

En esta ocasión Sega tiró la casa por la ventana, con una campaña de marketing como no se había visto hasta la fecha con algo relacionado con el erizo. Las ventas del primero no eran para menos, y se notó bastante el extra de presupuesto y tiempo a la hora de desarrollar el juego, resultando en una auténtica maravilla tanto en Wii como en DS. Hasta pudimos disfrutar de una especie de “modo RPG” en la versión portátil, donde los personajes interactuaban directamente entre sí.

Esta segunda entrega vendió algo menos, probablemente debido al menor calado que tienen los Juegos Olímpicos de Invierno, y al hecho de que para entonces ya estábamos acostumbrados a ver a ambos personajes juntos. El impacto inicial de ver a dos colosos del videojuego compartir un mismo título, no se volvería a repetir. Si bien es cierto que todavía incluso a día a de hoy a algunos nos sigue asombrando verlos juntos.

Si, somos muchos los que preferiríamos ver a estos personajes compartir un juego de plataformas, pues al fin y al cabo ese es el género principal de ambas franquicias. Pero mientras eso ocurre (si es que llega a ocurrir algún día), estos títulos deportivos logran llenar un hueco importante entre aquellos que disfrutamos de los spin off multijugador de ambas series.

Por desgracia en sucesivas entregas las ventas irían bajando, lo que unido a los problemas que iba teniendo Sega hacía presagiar el final de esta saga. La licencia de los Juegos Olímpicos no era precisamente barata, y aunque Sega la rentabilizaba sacando también juegos similares de corte serio para otros sistemas, e incluso adaptaciones para móvil, la cosa no les rentaba lo suficiente.

¿Eggman en bañador? La saga nos ha regalado momentos impagables.

Cada nuevo Mario & Sonic que salía parecía que sería el último, poco a poco fueron habiendo ausencias, ya fuese de la entrega portátil, o de la basada en los juegos de invierno. Sin embargo, cada cuatro años ahí estaba el Mario & Sonic principal, y así ha venido ocurriendo hasta ahora. Aunque no hay datos claros, se sabe que Nintendo ha sido en gran medida la responsable de que esta saga haya podido continuar, asumiendo parte de los costes de producción y desarrollo.

Esto se lo debemos, no solo a la pasión con la que Miyamoto se vuelca en esta serie, sino también al hecho de que para Nintendo es garantía segura de tener al menos un juego de Sonic exclusivo de sus consolas. Es por esto que muy probablemente sigamos teniendo juegos de Mario & Sonic en el futuro, incluso es posible que regresen los juegos de invierno a finales de 2021 si esta nueva entrega vende bien.

Recordemos también que estos Juegos Olímpicos transcurren en Tokio, y que en Japón están las cabezas tanto de Sega como de Nintendo. Es de esperar que ambas compañías se hayan volcado en esta entrega, algo que ya se está dejando notar por parte de ambas en lo referente al marketing. También hay que tener en cuenta que será la primera entrega para Switch, aprovechando el potencial de esta consola para ofrecer un marco gráfico nunca antes visto en esta serie.

Y todo esto sin olvidarnos del principal mensaje que nos da esta saga. ¿El de que es sano hacer deporte? Bueno si, pero hay otro mensaje aún más importante, uno en el que pocos suelen fijarse. Ese mensaje es el que nos transmiten los propios Mario y Sonic, que han demostrado que es posible dejar atrás las desavenencias del pasado, olvidar los viejos rencores y forjar una sólida amistad donde antes había rivalidad.

Perdón, se me ha metido algo en el ojo…

Un mensaje de paz y buen rollo que a algunos viejos mentales todavía se les escapa, pero que esperemos que algún día les entre en su arrugado y duro cabezón. Fuera fanboyismos, la guerra de consolas hace mucho ya que terminó, y esta duradera unión entre Mario y Sonic pervive como muestra de ello. Si, también podemos verles juntos en los Super Smash Bros., pero en los Juegos Olímpicos se respira un ambiente menos belicoso, donde la competición es más sana y limpia.

¿Habrá más Mario & Sonic tras este? Siempre se plantea esta pregunta a cada nueva entrega que sale, y yo apuesto siempre por responder que si, algo con lo que hasta ahora no me he equivocado. Y si finalmente algún día estos personajes abandonan el marco olímpico, que sea para coprotagonizar un juego de plataformas. O al menos un juego de carreras, cosa que a ambos también se les da bastante bien hacer.

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.

Opinión: Los juegos de Mega Drive/Genesis Mini (parte 4)


Una pequeña introducción al catálogo de la nueva mini-consola de Sega.

Con la lista completa de juegos ya revelada, solo nos queda por repasar por últimos títulos que vendrán incluidos en la versión occidental de Mega Drive/Genesis Mini. Y en esta ocasión no serán solo 10 juegos, ya que finalmente hubo sorpresa y se añadieron un par de invitados muy especiales.

Virtua Fighter 2: No se puede decir que sea precisamente el juego que más alegrías ha desatado al ser anunciado, ya que de hecho su inclusión es cuanto menos incomprensible. Y no por ser un mal juego, sino simplemente por no ser algo en absoluto representativo de la consola. Virtua Fighter 2 habría sido un imprescindible en una Saturn Mini, pero esta peculiar conversión llegada al final de la vida activa de Mega Drive, no es que sea especialmente conocida por el público mayoritario. Por no mencionar que se trata de la versión 2D de un juego que destacó por ser 3D. En cualquier caso, os vendrá bien para echar algunas peleas a dos jugadores, suponiendo que Street Fighter 2 y Eternal Champions no os parezcan suficiente.

Encomiable conversión, pero… ¿Qué hace aquí?

Alisia Dragoon: Este es un título que se pedía bastante, pero por el que yo personalmente no habría puesto la mano en el fuego por apostar en que fuese a ser incluido. Los derechos del juego pertenecen a Game Arts, que vaya usted a saber quién los tiene actualmente. Sin embargo Sega parece haber encontrado el camino para incluirlo, y eso es motivo de mucha alegría para todos. Alisia Dragoon mezcla acción, fantasía, y una ambientación genial. Por algo se ha convertido en todo un juego de culto de la consola, pasando de ser casi un total desconocido a pedirse cuantiosas sumas por una copia en Ebay. Ahora por fin todos podrán conocerlo sin tener que rascarse (y mucho) el bolsillo.

Sin duda una de las grandes sorpresas de esta mini-consola.

Columns: Este debía estar si o si, ya que se trata de uno de los juegos más emblemáticos de la consola. Incluido en numerosos packs de la misma, Columns era el juego al que todo el mundo quería jugar, incluida la abuela. Tal vez habría sido mejor incluir Columns 3 con su impagable multijugador, pero no cabe duda de que esta primera entrega es mucho más conocida y querida. Más de uno comprará la consola solo por este juego (no es broma). Además así tendremos el tridente de puzles reunido, con Columns, Puyo Puyo, y Tetris. ¡Ya veréis que vicio!

Columns, Puyo Puyo, y Tetris. ¡No soltaremos el mando en meses!

Dynamite Headdy

Nos han mantenido hasta el final con la duda de si iba a estar o no, pero este juego debía estar fuese como fuese, pues por mucho que se haya convertido en habitual de recopilatorios, es algo que siempre debe ir unido a Mega Drive. Un plataformas magistral largo y rebosante de carisma, con una dificultad desafiante y un apartado técnico impecable. En su día llegó a decirse que sería la nueva mascota de Sega en sucesión de Sonic, y naturalmente no fue más que una maniobra publicitaria. Pero yo personalmente lo pongo prácticamente a la altura de los juegos del erizo en mi lista de favoritos, y eso es algo que os garantizo que pasa con muy pocos juegos.



Podremos escoger entre la versión occidental o la japonesa, que cambia bastante.

Strider: Cuando se supo que Capcom estaría finalmente metida en el proyecto, advertí con bastante pena la ausencia de uno de sus títulos más importantes para Mega Drive. Por suerte parece que lo habían reservado para la última tanda de anuncios, y así me supuso una gran alegría ver que Strider finalmente ocuparía el lugar que merece. Y no solo por ser un juegazo con una conversión magistral del arcade, sino por su importancia para la historia de la consola, siendo de los primeros títulos third party potentes que llegaron para ella. Tanto es así, que fue la propia Sega quién porteó el juego (bajo licencia de Capcom) teniendo que recurrir a técnicas un tanto locas. Cualquier cosa que fuese necesaria para romper las cadenas con las que Nintendo ataba a las desarrolladoras y abrirles el camino hacía Mega Drive, algo que se consiguió gracias a juegos como Strider.

¿Ice Cap? Que raro está Sonic ¿No?

Kid Chameleon: Este estaba en la lista de dudas sobre si acabaría siendo incluido o no, ya que por un lado es un título muy emblemático de la consola que no suele faltar en recopilatorios, pero por otro ya hemos visto como títulos similares se quedaban fuera. En cualquier caso parece que el Chico Camaleón lo ha conseguido, con su jugabilidad diseñada para competir con Mario, y su peculiar sistema de niveles que lo convierte en un juego casi infinito. Todo un icono de los 90 con el sello inconfundible de Sega of America.

¡El Chico Camaleón mola un montón!

Light Crusader: Los amantes de los buenos RPG van bien servidos con Mega Drive Mini, pues a joyas como Phantasy Star IV o The Story of Thor, se une el espectacular Light Crusader. Obra de los genios de Treasure, responsables de maravillas como Gunstar Heroes, Dynamite Headdy, o Alien Soldier (incompresiblemente relegado a la versión asiática de la consola). Nos esperan aventuras a raudales mientras resolvemos puzles y cumplimos misiones dentro de un mundo de fantasía muy especial, y todo acompañado por unos gráficos tremendos con perspectiva isométrica. Además, y al igual que ya ocurría en Mega Drive Classics, podremos escoger el idioma de la ROM que vamos a jugar, estando entre ellos disponible el castellano.

Aventura de la buena y además en castellano.

Monster World IV: No os preocupéis que os vamos a ahorrar el caos que supone entender la relación entre juegos de la serie Wonder Boy/Monster World, tan solo necesitáis saber que este título en particular solamente salió en Japón en su momento, y que gracias precisamente a los chicos de M2 lo hemos ido pudiendo descubrir en occidente. Primero gracias a la traducción al inglés que añadieron para la Consola Virtual de Wii (así como posteriores reediciones), y ahora añadiéndolo al catálogo occidental de Mega Drive Mini saltándose el hecho de que no saliese aquí. Sobre el juego solamente os diremos que se trata de una obra maestra que debe ser jugada si o si, con unos personajes entrañables e inolvidables, y un encanto especial que lo convertirá sin duda en uno de vuestros favoritos de la consola.

Asha y Pepe, vuestros nuevos mejores amigos.

Eternal Champions: Tras el éxito de Mortal Kombat, tanto Sega como Nintendo buscaron tener su juego de lucha “con salsa” exclusivo para su consola del momento, en el caso de Nintendo la respuesta fue Killer Instinct, mientras que Sega reaccionó con Eternal Champions. Curiosamente este juego es perfectamente capaz de sembrar tanto defensores como detractores, ya que puede cautivar o provocar rechazo a partes iguales. Lo único que necesitáis saber para comprobar en cuál de los dos bandos os colocáis, es que su estratosférica dificultad os puede hacer tirar el mando por la ventana, especialmente contra el jefe final. Y que su encanto personal y carisma lo puede convertir fácilmente en uno de vuestros favoritos del género.

Probablemente el juego de Mega Drive que más abusó del dithering.

Road Rash 2: Sin lugar a dudas el título más inesperado de los que fueron anunciados en esta tanda final, incluso más que Alisia Dragoon. Y no por no tener merecido su puesto, sino porque nadie podía imaginar que Sega pagase la licencia a Electronic Arts tan solo para incluir uno de sus numerosos juegos. En cualquier caso supone una verdadera alegría que EA tenga su representación dentro de Mega Drive Mini, ya que fue sin duda una de las desarrolladoras más importantes y prolíferas para la máquina. Hoy en día se tiene una imagen muy diferente de EA, pero en aquel entonces nos brindaron montones de joyas como este genial Road Rash 2, que ofrece jugabilidad y diversión única dentro de su género. Esto no es Super Hang On, aquí cualquier cosa puede pasar. Las risas y la diversión os esperan en este caótico juego de motos con un apartado gráfico capaz de seguir sorprendiendo incluso hoy en día.

Estamparse contra una vaca jamás fue tan divertido.

Tetris: Este título tenía bastantes papeletas para convertirse en el “Starfox 2” de Mega Drive Mini, y finalmente así ha sido. En su día las acciones de Nintendo en los juzgados impidieron que el juego saliese a la venta, sobreviviendo únicamente algunas copias contadas que a día de hoy os costarían más que un Ferrari de verdad. Tetris no se incluye solo por ser Tetris, se incluye por la enorme importancia que tiene para la historia de la consola, ya que podría haber sido un revulsivo muy importante de haber conseguido salir a la venta. Nintendo lo sabía y lo impidió, y ahora M2 nos lo trae de vuelta con una versión especialmente adaptada, pero respetando fielmente el malogrado juego original.

Sega nos lo da, Nintendo nos lo quita, y ahora M2 nos lo devuelve.

Darius: Mega Drive Mini ya tenía su “Starfox 2”, pero los chicos de M2 todavía nos deparaban una sorpresita más. Mega Drive ya contó en su tiempo con una estupenda conversión de Darius 2 (conocido como Sagaia en occidente), pero nunca hasta ahora había contado con la primera entrega. Dicha conversión llevaba tiempo en desarrollo en calidad de software homebrew, pero Sega y Taito decidieron oficializar el título haciendo que M2 se encargarse de darle el acabado final que merecía algo así. Gracias a esto tendremos una más que apetecible conversión para Mega Drive del famoso shmup arcade original de 1986, lo que supone un acontecimiento tan increíble como que en pleno 2019 vayamos a tener un juego enteramente nuevo para la consola y 100% oficial. ¡Menuda manera de mantener viva a Mega Drive!

Gracias Sega, Taito, y M2, por mostrarle al mundo lo que hay que hacer con las genialidades homebrew.

Y hasta aquí hemos llegado con nuestro repaso al catálogo de Mega Drive/Genesis Mini, que promete superar todo lo visto hasta ahora en lo referente a esta nueva moda de las “mini-consolas”. ¿Ya habéis reservado la vuestra? Con todo lo que incluye, especialmente con sus títulos exclusivos, se ha convertido en un jugoso bocado incluso para aquellos que ya tenemos la consola original. Ojalá que esto sea solo el principio y muy pronto tengamos de vuelta otras inolvidables consolas de Sega, a ser posible con este elevado nivel de calidad.

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.

Opinión: El erizo y el bandicut


Las comparaciones son odiosas

Sabíamos que iba a pasar, al ser humano le encanta comparar y enfrentar cosas, y con tan solo un mes de diferencia en su fecha de lanzamiento, era inevitable que nuestro erizo se las tuviese que ver con cierto marsupial anaranjado. ¿Team Sonic Racing, o Crash Team Racing? Esa es la pregunta que muchos se hacen, y ante la que yo personalmente no dudo la respuesta ni por un segundo: Los dos.

Crash Team Racing es sin lugar a dudas un juego muy importante para mí, de hecho es uno de mis “party racer” favoritos, género que tradicionalmente se tiende a definir erróneamente como “tipo Mario Kart”, cuando este tipo de juegos ya existía años antes de que el fontanero se subiese a un kart. Sin embargo no tenía el hype demasiado alto por este remake, quizá porque era consciente de lo fácil que resultaba estropear la enorme jugabilidad del original.

Por el que si tenía bastante hype era por Team Sonic Racing, juego que todos sabemos que en cierto modo es un “Sonic & Sega All-Stars Racing 3”, al menos espiritualmente. La propuesta de nuestro erizo simplemente me resultaba más atractiva, porque entre jugar a un juego que ya había jugado mil veces, y jugar a uno enteramente nuevo, prefería lo segundo.

La cosa es que, si bien Team Sonic Racing es un juego bastante redondo, hasta el punto de haberse ganado las alabanzas de la mayoría de la prensa especializada (algo muy poco habitual tratándose de Sonic), sí que es cierto que parece que a los fans nos ha dejado una pequeña sensación de “podía haber sido mucho más”. Algo parecido a lo que ocurrió con Sonic Generations, que era un juegazo como la copa de un pino, pero te dejaba con “hambre”.

Babylon Rogues… *sniff*

En verdad no dejan de ser cuestiones propias de “fan pejigueras”, porque el juego está bastante bien, y salvo algunos problemas (especialmente en PC), parece que cumple como es debido. Se trata de un título muy capaz de dejar más que satisfecho al usuario medio, que no sabe ni le importa quienes son Espio, Charmy, Infinite, o Cream. Ese parece ser el objetivo que buscaba este juego, y ese parece ser el objetivo que ha cumplido.

Sin embargo, ahora que ya le he podido hincar el diente a Crash Team Racing Nitro Fueled, esa sensación de “podía haber sido más”, se convierte en una especie de “sana envidia”. A ver, no nos engañemos, Crash también ha venido con sus problemas, de hecho hay un bug borrapartidas bastante puñetero en la versión para PS4. Pero si que te puede dejar pensado “¿Por qué no podemos tener este nivel de mimo con Sonic?”

Lo cierto es que este remake de CTR me ha sorprendido muy gratamente, los chicos de Beenox no solo han disipado totalmente mis temores sobre la posibilidad de que estropeasen la jugabilidad, sino que de hecho han ido más allá. CTR NF se juega exactamente igual que el original, hasta el punto de que nos encontraremos los mismos “fallitos” que formaban parte de la jugabilidad del CTR de PlayStation. De hecho ese puede ser un punto negativo para algunos jugadores actuales, ya que su control puede resultar demasiado primitivo en comparación con el de juegos actuales como el propio Team Sonic Racing, o Mario Kart 8.

Pero es que tenía que ser así, al comprobar que habían logrado hacer que se jugase como el original, sentí una curiosa mezcla de alegría y terror. Alegría porque hacía falta que se jugase igual, porque eso es en gran medida lo que hizo grande a CTR. Pero también terror por mis pobres dedos, que volverían a luchar a brazo partido con la cruceta y los botones de los derrapes.

Aun con todo, 100% recomendable.

Se puede usar también una configuración más moderna, pero haciéndolo descubriremos como el control es algo más torpe y cuesta más lograr la precisión necesaria para los duros retos que nos vamos a encontrar durante el juego. De hecho yo en su día jugaba con un Dual Shock, pero apagando por completo el modo analógico. ¿Puede ser una mera cuestión de acostumbrarse? Quizá, pero personalmente no me veo capaz de tratar de batir de nuevo los records de Nitros Oxide usando esta vez un analógico y unos gatillos.

En cualquier caso, es sorprendente como se ha conseguido reconstruir el juego original manteniendo intactos sus personajes, circuitos, objetos, y modos de juego. Hasta funcionan los mismos trucos que en el original (al menos el que desbloquea a mi personaje principal, el Pingüino Penta). Y es más, no contentos con ello, los de Beenox decidieron incluir también los personajes y circuitos de Crash Nitro Kart, juego al que también le di caña en su día, aunque bastante menos que a su predecesor.

Más de 30 circuitos, modos de juego a patadas, un motón de personajes para jugar, personalización tanto para vehículos como para personajes (esto último no lo tiene TSR), y además ya se ha anunciado que llegaran más contenidos para el juego, algunos de ellos completamente gratis, mientras que todos somos ya conscientes del triste “no habrá DLC” de Sega con TSR.

En serio, lejos de mi querer enfrentar o comparar. Pero no puedo evitar comprender a los que (eso si, sin haterismos) están prefiriendo el juego del marsupial anaranjado antes que el del erizo azul. Y si, soy perfectamente consciente de que no es lo mismo remakear que hacer un juego nuevo, pero… ¿De verdad era tan imposible meter algunas cosillas más en TSR?

Como para dar saltos de alegría.

Y lo peor es que todo esto nos deja una preguntando rondado que es cuanto menos inquietante… Si TSR es capaz de dejar cierto regusto de “me falta algo más”, ¿qué habría pasado si el juego no hubiese sido retrasado y hubiera salido en la fecha inicialmente prevista? Recordemos que el retraso ha sido bastante notable, y también da la sensación que no se ha retrasado más tiempo precisamente para que su lanzamiento no coincidiese con el de CTR.

Lo único que me queda claro es que, sin dejar de gustarme, TSR está por detrás de sus predecesores en mi lista de preferencias sobre juegos de carreras de Sonic creados por Sumo Digital. De hecho el primer Sonic & Sega All-Stars Racing sigue siendo mi juego favorito del género, y me da que lo va a seguir siendo por mucho tiempo, aunque debo reconocer que este nuevo CTR no le anda demasiado lejos…

De un modo u otro, mi recomendación personal es seguir los pasos que yo mismo he seguido, es decir, hacerse con ambos juegos. Así se disfruta el doble, pues ambos merecen totalmente la pena, y más teniendo en cuenta que TSR se puede encontrar ya hoy en día por poco más de 20 euros. ¡Una ganga!

De hecho, y viendo que es la propia Sega quién distribuye el CTR NF en Japón, la espinita clavada que me queda es que a nadie se le haya encendido la bombilla de hacer un “intercambio de cromos” con ambos personajes. Es decir, poner a Sonic como invitado en CTR NF, y hacer lo propio con Crash en TSR. De este modo ambos personajes se habrían ayudado mutuamente a publicitar sus juegos mejorando sus ventas (Eso por no mencionar el fangasmo que nos habría provocado a algunos ver a Sonic en Crash Team Racing…)

Sega distribuye CTR NF en Japón.

Por cierto, puestos ya a soñar… ¿Qué tal un remake de Sonic R al estilo de este CTR NF? Yo eso lo firmo hasta con sangre si es preciso, que alguien le deje caer algo a Traveller’s Tales por favor…

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.