Opinión: Sega no es solo Sonic (Thunder Force)


Sega tampoco es solo Sega.

Seguimos con la serie de artículos destinados a descubrir (o recordar) que Sega es mucho más que Sonic, algo que a veces parece fácil del olvidar para algunos. En este caso toca repasar una de las facetas de la compañía de la que pocas veces se habla, y es la de rescatar otras compañías (o licencias) de la extinción.

Lo vimos hace no mucho con Atlus, lo vimos a finales de los 90 con Compile y la serie Puyo Puyo, y hace un par de años TechnoSoft se unió a la lista. Esta veterana desarrolladora es famosa por crear la serie Thunder Force, aunque también crearon otras tantas joyas que actualmente también pertenecen a Sega.

¿Y por qué esto justo ahora? Porque por fin empezamos a ver en occidente los frutos de este baile de licencias, ya que acaba de llegar a Switch el espectacular Thunder Force IV (Lightening Force en América) dentro de los Sega Ages. Precisamente junto con Sonic 1. Y digo que empezamos a ver los frutos en occidente, porque en Japón ya pudieron disfrutar de Thunder Force 3 como regalo al comprar el tercer y último recopilatorio de los Sega 3D Classics para 3DS.

El primer Thunder Force de 1983.

Thunder Force es una saga de sobra conocida por los amantes de los viejos shoot’em up, lo que vienen siendo los clásicos matamarcianos de siempre. Curiosamente esta saga estuvo bastante ligada a Sega durante su historia, motivo que tal vez haya propiciado este rescate. No obstante también hubo juegos para otros tantos sistemas, y de hecho el origen de la serie hay que buscarlo incluso fuera de las consolas.

El primer Thunder Force veía la luz en el ordenador Sharp X1 allá por 1983, para pasearse después por otros tantos ordenadores de la época, la mayoría también de Sharp o de la veterana NEC. Es quizá por esto último por lo que sorprende que el primer Thunder Force (e incluso sus sucesores) no se diesen una vueltecita años más tarde por PC Engine, y de hecho hubo que esperar seis años para ver la serie en una consola (Mega Drive/Genesis).

En esta primera propuesta podíamos disfrutar de un sencillo pero divertido matamarcianos con perspectiva en plano cenital, perspectiva que se emplearía también en su secuela años más tarde, pero ya combinada con los niveles de scroll lateral que se acabaron convirtiendo en lo habitual dentro de la serie.

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Este Thunder Force II debutó primero en el poderoso Sharp X68000, ordenador que como su propio nombre indica, usaba como procesador principal el popular Motorola 68000, el mismo que empleaba Mega Drive/Genesis. Esto ayudó a que el juego fuese porteado a la 16 bits de Sega, y de hecho fue uno de sus títulos de lanzamiento hace ahora 30 años en Japón, acompañando después al lanzamiento de la consola también en América en 1989, y Europa en 1990.

Nacía así la fructífera relación entre Thunder Force y Sega, que de hecho abarcaría a prácticamente toda TechnoSoft, ya que también pudimos disfrutar en Mega Drive de otros grandes juegos suyos como Herzog Zwei, Elemental Master, o la conversión del Devil Crush de Compile. Los dos primeros con la temática del shoot’em up como eje común, pero Herzog Zwei dándole un curioso toque de estrategia que lo convierte en algo así como el precursor de los RTS que se iniciarían poco después con el gran Dune II.

Thunder Spirits, la conversión de Thunder Force AC para Super Nintendo.

El siguiente paso en la saga también se daría en Mega Drive, y en principio de manera exclusiva. Este Thunder Force III por desgracia no nos llegó a Europa en su momento, a pesar de que incluso algunas publicaciones hablaron de su lanzamiento aquí. Por suerte algunas copias de la versión americana lograron abrirse paso hasta el Viejo Continente de forma no oficial, por lo que alguno aquí tuvo la suerte de poder disfrutar del juego en su momento, especialmente los habituales de los videoclubs y las tiendas de barrio.

Thunder Force III vino a alcanzar el grado óptimo de madurez dentro de la saga, comenzando a codearse con la dura competencia que había dentro de este otrora prolífero género. En esta ocasión se impuso el scroll lateral, eliminado así los restos de lo que fue el origen de la serie. Curiosamente después TechnoSoft decidió hacer algo un tanto fuera de lo común, y porteó el juego de Mega Drive a recreativa bajo el nombre de Thunder Force AC.

Lo habitual era que un juego de arcade diese el salto a consola y no al revés, pero así sucedió con esta adaptación que cambiaba algunos detalles del juego original, e incluso niveles enteros. No obstante, sí que hubo conversión posterior de este arcade a consola, pero fue nada más y nada menos que a Super Nintendo. Y además lo hizo cambiándose el nombre a Thunder Spirits, probablemente por alguna clase de problema legal.

Thunder Force VI, la última entrega de la saga hasta la fecha.

Este baile de licencias pareció afectar también a la cuarta entrega, que en América recibió el nombre de Lightening Force mientras que en el resto del mundo conservó el de Thunder Force IV. Y si, cuando digo “resto del mundo” esta vez me refiero también a Europa, ya que en esta ocasión si fue lanzado aquí de manera oficial. De hecho se le dio bastante bombo en la prensa en su lanzamiento, y no era para menos ante lo que se nos venía encima.

Thunder Force IV es para muchos el mejor shoot’em up de Mega Drive, y ya os digo yo que eso no es precisamente moco de pavo dada la brutal competencia del género en esta consola. Eso sí, hay que advertir que si ya las anteriores entregas hacían gala de unos niveles de dificultad no aptos para novatos, en esta directamente nos iban a hacer sudar a mares para superar tan solo el primer nivel. Esto atrajo a los más curtidos en el género, pero también sembró la frustración en los que somos menos hábiles con este tipo de juegos.

Por suerte la reedición para Switch incluye los extras que se añadieron posteriormente en la reedición para Saturn del juego, donde se publicó junto con la mayoría de anteriores entregas de la serie. Estos extras incluían la posibilidad de desbloquear la nave de Thunder Force III, eliminar completamente las ralentizaciones del original, y (afortunadamente) un modo de dificultad más asequible para todo tipo de usuario.


Thunder Force IV ya está disponible para Switch gracias a la serie Sega Ages.

Por desgracia estos packs solamente salieron en Japón, lo mismo que ocurriría después con Thunder Force V para Saturn. Por suerte el juego fue después porteado a PlayStation, y dicha versión sí que llegó a occidente, al menos a América. Finalmente, la última entrega de la serie tampoco salió fuera de Japón, y esta vez fue publicada en PlayStation 2 de la mano de la propia Sega (con licencia de TechnoSoft).

Así terminaba esta tremenda saga de matamarcianos que como veis siempre estuvo muy ligada a Sega, aunque se pasease también por otros sistemas. El salto a los gráficos 3D no pareció hacerle bien a este tipo de juegos, que poco a poco se fue perdiendo en el tiempo junto con otros grandes titanes del género. Por suerte en los últimos años parece estar habiendo un resurgimiento del mismo, y esperemos que Sega sepa aprovecharlo con muchas reediciones y, puestos a soñar, alguna nueva entrega.

Por el momento Thunder Force IV nos espera en la eShop de Switch junto con Sonic 1, con todas las mejoras de la versión para Saturn y alguna cosilla nueva que nos ayude a lidiar mejor con su legendaria dificultad. Un título que a buen seguro tendrá el ojo de Sega muy puesto encima para comprobar la viabilidad actual de esta serie, y que podría deparar nuevas sorpresas como la llegada de la saga (y otros títulos de TechnoSoft) a servicios como Sega Forever.

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.

Opinión: El renacer de Saturn


Nunca es tarde si la dicha es buena

Todos conocemos el cuento de “El Patito Feo”, ¿pero puede llegar a pasar algo así con una consola? Parece ser que si, y este aparenta ser el caso de Saturn, la que probablemente sea la consola más incomprendida de Sega. Al menos hasta hace poco…

En su momento Saturn fue vapuleada por diferentes razones, y repudiada incluso por usuarios habituales de las consolas de Sega. No son pocos los que saltaron directamente de Mega Drive a Dreamcast, y sin embargo en los últimos tiempos parece que Saturn ha ido poco a poco ganándose el respeto de muchos que en su momento le dieron la espalda.

¿Qué brujería es esta? ¿De pronto Saturn es una buena consola? De pronto no, siempre lo ha sido. Yo mismo os he contado muchas veces que Saturn es de las mejores consolas que he tenido (y tengo), y ya sabéis que no han sido precisamente pocas. ¿Pero qué es lo que cada vez más gente se esté dando cuenta de ello?

Las modas, las tendencias cambiantes, el hoy es “A” y mañana es “B”. Esa fea costumbre de crucificar algo cuando la mayoría lo repudia, por lo general sin molestarse ni en probarlo. Una fea y desagradable costumbre que no aprendemos a evitar, y que de hecho cada vez vemos con más frecuencia por más veces que tropecemos con la misma piedra.

Astal, una de las muchas joyas imperecederas que nos ofrece Saturn.

A mediados de los 90 se desataba la fiebre por el 3D, todo tenía que estar hecho con polígonos o de lo contrario se consideraba primitivo y era objeto de crítica e incluso burla. Muchos fueron los grandes juegos apaleados en occidente por el simple hecho de emplear sprites, tendencia que se mantuvo hasta que empezó a ponerse de moda eso del “retro”.

A pesar de lo que muchos creen, Saturn no iba precisamente coja para el 3D, sin embargo en su corta vida apenas tuvo tiempo de aprovechar esta nueva forma de hacer juegos. Su vida activa en occidente acabó justo cuando comenzaba a poderse aprovechar su potencial para el 3D, tal y como quedó más que patente en la cancelada versión de Shenmue para Saturn.

PlayStation gracias a su vida más longeva, y a su mayor versatilidad inicial para desarrollar juegos para ella en 3D, si pudo aprovecharse de esta moda, tal y como también lo haría después Nintendo 64. Solo hay que ver como la gran mayoría de juegos en 2D de la primera PlayStation que llegaron a occidente se publicaron durante los primeros años de vida de la consola, eso los que pasaron el corte de Sony, ya que en America muchos juegos 2D fueron rechazados por la propia Sony para evitar que su consola pareciese “primitiva”.

La historia está ahí, basta con ojear revistas de la época para comprobar cómo funcionaban las cosas. La propia Sega dio el salto a Dreamcast con una capacidad para el 3D muy superior a la de cualquier otra máquina a fin de seguir esta tendencia, de modo que negar la existencia de esta moda en occidente sería cuanto menos faltar a la verdad.

El desarrollo de Sonic Z-Treme avanza viento en popa.

Y digo tanto lo de “en occidente” porque, como en tantas otras cosas, los japoneses nos llevaban años de ventaja. Allí el 3D se entendió como lo que es, una forma alternativa de hacer juegos, no como algo llamado a sustituir los clásicos sprites bidimensionales. Gracias a esto tanto Saturn como PlayStation cuentan con un catálogo de juegos en 2D impresionante en Japón, con títulos capaces de hacer sombra a los arcades más potentes de la época dorada de este tipo de juegos.

Allí si que supieron entender las cosas en vez de dejarse llevar por modas, y no como aquí donde las compañías aprendieron bien pronto que si recurrían a los gráficos 2D, sus juegos se tendrían que quedar en Japón o ser pasto de las críticas. Es aquí donde entra Saturn, ya que la consola de Sega es famosa por sus tremendas cualidades para los juegos 2D, donde podía demostrar su ventaja de hardware sin tener que depender tanto de la pericia o ganas que pusieran los desarrolladores al hacer sus juegos.

En realidad la ventaja 2D sobre PlayStation no es tanta como se cree, igual que ocurre a la inversa con el 3D. Pero es suficiente como para que la gente suela preferir la consola de Sega cuando se trata de sprites. ¿Y por qué os cuento todo esto? Porque es aquí donde está la clave del resurgir de Saturn, ya que irónicamente la tendencia actual es la de acusar a los juegos 3D de aquel entonces de haber “envejecido mal”. Si, es absurdo, porque los juegos no envejecen, es nuestra percepción y recuerdo de ellos lo que cambia. Pero todos conocemos esa fea costumbre de la gente de culpar siempre a los demás, incluso a las cosas, antes que mirarse el ombligo a la hora de buscar culpables.

Todo esto se está traduciendo en un injusto vapuleo de consolas como la primera PlayStation o Nintendo 64, de las que se puede ver a gente diciendo auténticas barbaridades. A la vez que Saturn se va convirtiendo en un objeto de culto que cada vez genera más deseo. Algo a lo que hay que sumar la legendaria dificultad para emular este sistema, algo que no solo ha debido a la complejidad de su hardware, sino también a las décadas de ostracismo y desinterés que ha sufrido esta consola.

Ryo Hazuki, el primer usuario de Saturn.

Es precisamente en la emulación donde encontramos uno de los indicios más claros del resurgir de Saturn, ya que por fin se están desarrollando emuladores en condiciones. Ahora hay verdadero interés en hacer correr sus juegos en sistemas actuales, y esto se ha traducido en una mejora notable de la calidad de sus emuladores.

También podemos apreciarlo en otros campos del homebrew, como el desarrollo de nuevos juegos. Ahí está el sorprendente Sonic Z-Treme, que promete ser una reinterpretación del cancelado Sonic X-Treme que básicamente será un juego distinto. ¿Un fangame de Sonic en Saturn? Algo así era totalmente impensable hasta hace bien poco, y además promete ser solo un primer paso hacia otras cosas.

Los que nos movemos por el entorno “retro” somos bien conscientes del auge que está teniendo Saturn de un tiempo a esta parte, la cotización de sus juegos aumenta día a día, y cada vez es mayor la presencia del sistema dentro de este mundillo. Ahí tenemos por ejemplo la Saturnalia, celebración que se hace cada año para festejar la historia de Sega con Saturn como eje principal, aprovechando la coincidencia con la festividad del mismo nombre.

También están nuestras queridas Sega Hard Girls, donde Saturn tiene un papel destacado entre Mega Drive y Dreamcast. Esto se debe en gran medida al cariño que se le tiene a Saturn en Japón, debido a que allí fue prácticamente el único territorio donde Saturn consiguió tener éxito. Y esto no fue solo gracias a la campaña de marketing del gran Segata Sanshiro, sino a que los nipones supieron apreciar la enorme calidad de la consola de Sega, en vez de ponerse a lloriquear por transparencias o polígonos cuadrados.

Polymega, la sugerente consola modular que acaba de añadir a Saturn a su oferta.

Además en breve recibiremos nuevos accesorios oficiales para Saturn y Mega Drive, tal y como ya os contaba aquí hace tiempo. Dreamcast también llegará, pero ya veis que Saturn será quién acompañe a Mega Drive en el lanzamiento. La demanda de consolas Saturn originales ha aumentado considerablemente, de hecho cada vez se importan más desde Japón, lo que está empezando a dar el curioso resultado de que aquí en Europa comience a ser más habitual ver Saturn japonesas que europeas.

El último indicio de este renacer de Saturn lo tuvimos hace apenas unos días, cuando se anunció que la nueva consola retro Polymega sería compatible con Saturn. Estas consolas que recogen varios sistemas retro en una sola máquina, se han convertido en algo cada vez más común. Pero Polymega será la primera basada en CD, con opción además de ampliar a diferentes sistemas de cartucho mediante módulos.

De serie Polymega iba a ser compatible con Neo Geo CD, PC Engine CD, PlayStation, y Mega CD. Lo que ya de por si resultaba bastante interesante teniendo en cuenta que alguno de estos sistemas ya costaría por si solo lo que toda la Polymega. Sin embargo el interés por este sistema no parecía ser mayor que el de tantos otros similares hasta que se anunció la incorporación de Saturn, fue entonces cuando el hype de apoderó de muchos, hasta el punto de que la web de reservas de esta consola se vio totalmente colapsada y ha permanecido caída varios días.

Esto demuestra el enorme interés que hay por Saturn, y ahora ya ni siquiera sirve la excusa de que sea difícil de emular. El catálogo japonés de esta consola es prácticamente una fuente inagotable de joyas imperecederas que todavía se pueden conseguir a precios razonables, aunque esto último cada vez es más difícil debido al aumento de la demanda. Esto no desmerece ni mucho menos a su catálogo occidental, que sigue contando con grandes joyas, pero que se vio afectado en gran medida por el desprecio hacia el 2D que comentaba al principio.

¡Será mejor que hagáis caso a Segata antes de que se enfade!

Mi consejo es que, si tenéis interés en conseguir una Saturn, no demoréis demasiado su adquisición. Porque si bien es probable que Polymega ayude a rebajar el precio de la consola original, sus juegos se van a poner por las nubes. Esto también sirve para los que ya la tenéis y andáis buscando algún título en concreto, aprovechad antes de suban o podéis lamentarlo amargamente.

En los próximos años se va a hablar mucho de Saturn, más que nunca, y para bien. Ojalá todo esto sirva para hacer justicia de una vez con esta consola, y enseñarnos a todos que nunca es tarde, y que aprendamos de una vez que nos vamos a perder muchas grandes cosas si nos dejamos influir por las modas.

Eso si, y dejo esto como reflexión final: No hace falta atacar a otros sistemas para hacerle justicia a Saturn, cosa que además está bastante fea y es reflejo de pura ignorancia. Saturn merece todo el respeto y cariño del mundo, y si se lo damos nos lo va a recompensar con muchos juegazos. Pero lo mismo ocurre con otras consolas, tanto contemporáneas suyas como de otras épocas. En otras palabras, para descubrir lo que os perdisteis con Saturn no hace falta que os perdáis lo muchísimo que tienen que ofrecer otras grandes consolas como PlayStation o Nintendo 64. No os limitéis a cambiar una moda estúpida e injusta por otra.

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.