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Opinión: Buscando erizos viejos (parte 3)

 


¿A cuánto está el kilo de polígonos?

 

Continuamos nuestro repaso a los precios de los Sonic del ayer analizando los títulos que salieron para Saturn y Dreamcast, una época convulsa para el erizo que ahora muchos quieren poder atesorar en su colección. ¿Se habrán visto alterados sus precios por la disparatada subida actual? Veamos.

 

El caso de Saturn en esto del retro es cuanto menos curioso, hace 10 o 15 años era el sistema que nadie quería, “otro fracaso más de Sega que no merecía la pena”, y en consecuencia sus precios estaban mucho más bajos que ahora. Pero poco a poco la escena retro fue saliendo de su error, y fueron descubriendo el grandísimo sistema que había detrás de esta injustificada mala fama.

 

En esto jugó un papel destacado el catálogo de juegos japonés, básicamente porque allí Saturn sí que tuvo éxito. No el suficiente como para salvar al sistema en occidente, pero si lo suficiente como para que Sega Japón sintiese en sus carnes el dolor de tener que sacrificar a este sistema en pos de Dreamcast.

 

Todo esto hizo que la escena retro empezase a ver a Saturn como una especie de “Neo Geo 2”, es decir, una consola de culto con un catálogo altamente apetecible cuyos precios iban a ponerse por las nubes. Si a esto le sumamos la actual y brusca subida de precios, nos sale como resultado que os va a costar lo suyo conseguir sus tres juegos de Sonic si no los tenéis ya.

 

Sonic 3D: Este fue el primero de los tres juegos del erizo que salieron para Saturn, lo que podría llevar a pensar en una amplia distribución a lo largo de los años, y en consecuencia en una gran cantidad de unidades disponibles que nos permitan hacernos con él por poco dinero. ¿Verdad? Pues no.

 

¿Cuánto habría costado hoy en día Sonic X-Treme?

Por alguna razón Sega no distribuyó demasiadas copias del juego en su día, al menos aquí en Europa. De hecho, ya en su momento era poco frecuente verlo por ahí, siendo mucho más común su versión para Mega Drive. A día de hoy, es bastante difícil hacerse con él por menos de 50€. Y eso el PAL, porque el americano empieza a rondar ya los 100.

 

Normalmente con Saturn se suele recurrir a las versiones japonesas de los juegos, ya que el éxito que tuvo allí suele hacer que haya más unidades disponibles. El caso es que con este juego ocurre todo lo contrario, porque la versión japonesa salió mucho más tarde que la occidental, de hecho salió después que Sonic Adventure. Esto se tradujo en una tirada limitada que hoy en día sitúa ya su precio medio en tres cifras, eso si es que encontráis uno…

 

Sonic R: Este fue el primer juego de Sonic creado específicamente para Saturn, y a pesar de ser un juego de carreras, Sega esta vez sí que fue generosa con la distribución. En consecuencia se trata del Sonic más común de Saturn, indiferentemente de la región que prefiramos.

 

¿Quiere eso decir que lo podremos conseguir por menos que Sonic 3D? Por desgracia no. Esto se debe a que la demanda de este título es mayor que la de Sonic 3D, ya que Sonic R se ha ganado bastante buena fama en tiempos modernos, convirtiéndose en objeto de deseo de fans del erizo de todas las épocas.

 

Es cada vez más difícil ver la versión PAL por menos de 50€, y el americano ronda los mismos precios. Por suerte esta vez el japonés si es fácil de conseguir, y si buscáis un poco podéis sumarlo a la colección por unos 30€. Recordad que Saturn no es región free, y que necesitareis modificar la consola o algún tipo de adaptador para jugar a títulos de otras regiones.

 

Saturn se quedó esperando un juego de Sonic a su altura.

Sonic Jam: Este fue el último juego del erizo para Saturn, un estupendo recopilatorio a modo de homenaje a los comienzos de la serie. Sin embargo por aquel entonces no se había extendido todavía el tema nostálgico por el mundillo del videojuego, y la gente simplemente vio en él “un montón de juegos viejos”.

 

También es cierto que por aquel entonces casi salía más a cuenta buscar una Mega Drive y los cartuchos originales, que comprar Sonic Jam nuevo en una tienda, lo que hizo que su tirada fuese relativamente limitada en previsión de sus escasas ventas.

 

La versión PAL suele ir de los 60€ para arriba, mientras que la americana ya suele rondar las tres cifras. El japonés es una vez más el que llega para salvar el día, con precios bastante más bajos que no deberían superar los 50€.

 

Sonic Adventure: Y ahora vamos ya con Dreamcast, cruzando los dedos para que la situación actual sea mejor que con Saturn. Cosa que al menos con Sonic Adventure se cumple, siendo de hecho el más barato y fácil de conseguir de los juegos de Sonic que repasamos en este artículo.

 

Sonic Adventure es básicamente el juego más común de Dreamcast, algo así como Sonic 1 en Mega Drive/Genesis. No paguéis más de 20 o 30€ por uno, y aseguraos de que esté en buen estado, pues las cajas europeas de Dreamcast son extremadamente frágiles. Y si lo veis precintado, no creáis que estáis ante algo raro. Es relativamente común ver copias nuevas del juego, así no os dejéis engañar por los absurdos precios que algunos piden por ellos.

 

Sonic predijo el futuro que le esperaba a Dreamcast.

Si queréis la edición japonesa, recordad que existen dos versiones distintas: La primera es ligeramente distinta a la del resto del mundo, mientras que la segunda es idéntica a la de aquí y viene identificada como “versión internacional”. Lo curioso es que es el segundo el que más cuesta, ya que es bastante menos común que la primera tirada. Realmente no merece la pena pagar tanto teniendo en cuenta que es el mismo que salió aquí, así id a por el otro que es el que ofrece algunas curiosas diferencias.

 

Sonic Adventure 2: Este fue el último juego de Sonic para Dreamcast, y en consecuencia la tirada de unidades fue menor de lo que debería. Para colmo, cuando salió el juego se puso también a la venta la edición del décimo aniversario en la web oficial de Sega, la cual compraron muchos pensado quizá que sería más rara con el tiempo. Lo irónico es que acabó siendo al revés.

 

A día de hoy es más rara la versión normal del juego, superando tranquilamente los 100€. Mientras que la edición coleccionista acabó estando por todo el mundo, y se puede conseguir por algo menos. Lo más barato aquí es buscar la edición normal japonesa, ya que sin toda la parafernalia sale todavía más barata.

 

Sonic Shuffle: Y para terminar acabamos con una lección, la que nos enseña Sonic Shuffle y que no parece que terminemos de aprender por más que tropecemos una y otra vez con la misma piedra. Sonic Shuffle salió, fue duramente apaleado por la prensa, y en consecuencia vendió cuatro copias. Nadie lo quería, era “el Sonic malo de Dreamcast”. ¿Y ahora qué?

 

Pues a día de hoy es el más caro y raro de los Sonic para esta consola, ahora es cuando los que confiaron en él en su momento y no se fiaron de las críticas, se ríen a mandíbula batiente. Una lección que ya habíamos visto antes, que veríamos después, y que a día de hoy seguimos viendo, lástima que solo algunos hayan aprendido de ella... ¿Qué pasa entonces si queremos hacernos con uno en la actualidad? Pues que lo mejor vuelve a ser buscar la edición japonesa, la cual se puede encontrar por apenas 20 o 30€.

 

La edición del décimo aniversario de Sonic Adventure 2.

Y con esta lección que nos enseña Sonic Shuffle terminamos por el momento, emplazándoos de nuevo aquí en el futuro para seguir repasando los precios de los juegos retro del erizo. En la próxima entrega les tocará a los Sonic de PS2, Xbox, y Game Cube. ¿Se les considera ya retro? ¿Habrán subido de precio también? En unas semanas lo veremos.


Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.

Opinión: Cambiando el calendario

 


Termina un año de auténtica locura y comienza otro lleno de esperanza

 

A nadie se le escapa que este año 2020 que ahora termina ha sido de todo menos apacible, tanto que algunos están ya deseando tirar el viejo calendario a la basura y colgar el nuevo. Si, no deja de ser un mero número, pero no son pocos los que lo asocian al caos que hemos vivido y quieren pasar página lo antes posible. Al fin y al cabo, el cambio de año es simplemente una excusa para “volver a empezar”.

 

No sabemos si el año que viene cambiarán las cosas para bien, pero tarde o temprano todo lo que sube tiene que bajar, en este caso, las terribles cifras que nos sigue dejando “el bicho”. No obstante, todos debemos tener bien claro que no se debe bajar la guardia, ya que es precisamente con el exceso de confianza cuando ocurren las peores catástrofes.

 

Este año nos hemos pasado en casa más tiempo que nunca, lo que ha avivado de paso el romance de algunos por el mundo del videojuego. Eso nos incluye a los fans de Sega y del erizo en general, especialmente tras el paso de la película de Sonic. El fandom está hambriento de novedades, las cuales no terminan de llegar debido a la actual situación global.

 

Al mismo tiempo, todos somos conscientes de que el año que viene es el 30 aniversario de Sonic, y sabemos que Sega tiene varias cosas en el horno. Además, el propio éxito de la película habrá hecho que en Sega quieran apostar más por el erizo, o lo que es lo mismo, sacar más cosas.

 

2020 nos deja uno de los momentos más importantes de la historia de Sonic.


Todo esto provoca una situación curiosa, comparable a la de una persona que lleva días sin comer, y que sabe que le están preparando un banquete. Hasta el punto de que a algunos ya les da igual lo que saquen con tal de que salga ya. La paciencia en estos casos es una virtud, ya que cuanto más esperemos, más rico nos sabrá todo. Pero es difícil mantener la compostura mientras salivamos a chorros esperando el momento de poder hincar el diente.

 

En esta escena propia de Carpanta (si no sabéis quién es, googlead un poco) es precisamente en la que nos encontramos los fans de Sonic. Pero no somos los únicos, ya que todo el mundillo del videojuego está también hambriento de novedades para la nueva generación de consolas que acabamos de estrenar. Eso para los afortunados que ya hayan conseguido su consola, mientras el resto seguimos esperando a que nos dejen comprarla.

 

En épocas difíciles es cuando más falta hace la diversión y el entretenimiento, aunque solo sea para abstraerse un poco, lo que también influye en el ansia general por las novedades. De este modo se genera un caldo de cultivo propicio para que el mundillo del videojuego dé un salto monumental, aunque por desgracia otros campos del entretenimiento no han salido tan bien parados de todo esto…

 

Intentando sacar lo positivo de lo ocurrido, cabe pensar en que todo lo que ha pasado nos ayudará a valorar más lo que tenemos, y a ser más conscientes de que podemos perderlo en cualquier momento. Tal vez esto ayude a que seamos menos puntillosos a la hora de valorar las cosas, y a que el próximo juego de Sonic lo recibamos mejor de lo que hemos recibido otros títulos en el pasado…

 

¿Será Saturn Mini lo próximo de Sega?


Además, tenemos en el horizonte esa nueva serie de Sonic filtrada hace unos días por Netflix, quién se encargará de emitirla en exclusiva. Por no mencionar la inminente avalancha de merchandishing que seguramente está por llegar, aunque sea para aprovechar tarde el tirón de la película. Todo anticipa que 2021 va a ser un año importante para Sonic, lo cual está muy bien, porque 30 años no se cumplen todos los días.

 

En cuanto a Sega, parece que sigue dispuesta a seguir celebrando su 60 aniversario incluso aunque ya no proceda por fechas. Se nota que la compañía está haciendo un importante esfuerzo por dar a conocer su pasado, y que no se va a detener simplemente porque lo diga el calendario. De hecho, en los videos promocionales de la nueva Astro City Mini parece estar sospechosamente presente cierta consola “planetaria”. ¿Tal vez sean pistas que indiquen que será la próxima Mini?

 

En cualquier caso, antes de cambiar el calendario y encarar lo que nos depara el nuevo año, no está de más que nos paremos un momento a reflexionar sobre este caótico 2020 que dejamos atrás. Intentando no solo pensar en lo malo, sino también tratando de buscar lo positivo, aunque solo sea lo que hemos aprendido. Al fin y al cabo, estamos aquí para vivir y aprender, y eso conlleva también aprender de las cosas malas. No enterremos sin más lo que hemos pasado para olvidarlo lo antes posible.

 

Finalmente, solo nos queda desearos un feliz año nuevo de parte de todo el equipo de Sonic Paradise, e invitaros a que nos dejéis vuestros comentarios con los mejores deseos para lo que está por venir para el erizo y para el mundo en general.


¡Feliz 30 aniversario!

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.

Opinión: Otro “what if” de Sega

 


El nómada que no llegó muy lejos

 

En el anterior artículo hicimos un peculiar repaso por una posible historia alternativa, un “what if” donde nos preguntábamos qué podría haber pasado si Saturn hubiese logrado sobrevivir un par de años más. Como ya dije entonces, con ello no pretendo culpar a nadie a toro pasado, ni tampoco busco el clásico lloriqueo de fan de lo que pudo haber sido y no fue. Simplemente se trata de un ejercicio de “curiosidad científica”.

 

Y es que se suelen recordar con excesiva frecuencia algunos de los errores que ha cometido Sega a lo largo de su historia, incluidos algunos que realmente no son tal, o que se han exagerado sobremanera durante décadas. Al mismo tiempo y de forma muy curiosa, hay otros “deslices” de la compañía de los que nadie habla nunca, y que a la hora de analizarlos pueden llegar a ser tan importantes, o incluso más, que otros con los que se nos machaca continuamente.

 

Esta lista de deslices en la sombra no es mayor que las de cualquier otra compañía similar, sin embargo no quedan demasiadas ganas de hablar de ellos, o pararse a analizarlos, cuando de una forma continua y sangrante se le recriminan a Sega los mismos cuatro errores de siempre. Es decir, que bastante se critican ya los errores de Sega en el pasado, como para encima arrojar luz sobre otros casos, aunque esto sea algo de lo que ninguna compañía se libre.

 

Este error en concreto podría ser comparable nada menos que al de Nintendo con Virtual Boy, ya que se trata también de una importante apuesta portátil para la siguiente generación que no llegó a dar los frutos deseados. Por supuesto hablo de Nomad, la versión portátil de Mega Drive/Genesis que solamente llegó a salir a la venta en América, una consola conocida durante su desarrollo como “Proyecto Venus”.

 

El prototipo de Nomad que revelaba Sega hace unas semanas.

¿Fue Nomad un error? No, ni mucho menos. Más bien todo lo contrario, y precisamente es ahí donde está el error, al no haber sido capaces de aprovechar un producto tan endiabladamente interesante. Virtual Boy no tuvo suerte por méritos propios, pero en el caso de Nomad, fue la propia Sega la que acabó con ella.

 

¿Los motivos? Se habla de que los costes de fabricación eran demasiado elevados. ¿Pero qué consola no sufre esto en sus comienzos? Hasta a Sony le está ocurriendo con PlayStation 5… Está claro que Nomad iba muy por delante de su tiempo, pero tarde o temprano tenía que haber resultado rentable, aunque solo sea por la venta de cartuchos.

 

Tratemos de ponernos en situación teniendo en cuenta que Nomad salió en 1995, parémonos a pensar por un momento en lo que una máquina así suponía en aquel entonces. Nomad no solo era de lejos la portátil más potente del mercado, sino que lo seguiría siendo hasta que llegase Game Boy Advance muchos años después. Y, aun así, Nomad todavía era capaz de superar a GBA en más de un aspecto…

 

¿Jugar a Virtua Racing en una portátil en 1995? ¿Quién no querría eso? La fórmula es la misma que empleó Sega con Game Gear y Master System, solo que en esta ocasión los cartuchos eran exactamente los mismos que los de Mega Drive/Genesis, lo que garantizaba un 100% de compatibilidad entre portátil y sobremesa sin necesitar siquiera adaptadores.

 

La pareja Master System/Game Gear nos dio muchas alegrías.

Nomad contaba de inicio con todo el catálogo de la 16 bits de Sega, y lo que es mejor, habría permitido que Mega Drive/Genesis continuase recibiendo juegos mucho más allá de su periodo de vida activa, tal y como ocurrió con Master System y Game Gear. El desarrollo de estos juegos habría sido cada vez menos costoso, y los usuarios de la consola de sobremesa habrían recibido de muy buen agrado los nuevos cartuchos, incluso aunque hubiesen llegado bajo el nombre de “Nomad”.

 

Parémonos por un momento a meditar sobre las posibilidades, por ejemplo en las versiones “portátiles” de 16 bits de juegos como Sonic R, Nights, o Resident Evil (para esto último nos puede venir muy bien el actual “demake” para Mega Drive que se está haciendo del primer Resident Evil). O también títulos nuevos, como Sonic the Hedgehog 4, Streets of Rage 4, y otros muchos juegos que podrían haber salido así en su momento aunque no pudieran hacerlo en Saturn.

 

¿Y si nos fuésemos un poco más allá y planteásemos que Nomad no hubiera sido tan solo la compañera portátil de Saturn, sino también la de Dreamcast? ¿Os imagináis una versión 2D de Sonic Adventure? Hasta se podrían haber interconectado ambas consolas de algún modo, tal y como ocurría entre Dreamcast y Neo Geo Pocket.

 

Claro está que entonces nadie podía predecir que las portátiles fuesen a dar el salto que dieron gracias al fenómeno Pokémon. A Nintendo desde luego le salió la jugada redonda, pero si Sega hubiese mantenido la Nomad, perfectamente podría haber hecho su propio “Pokémon”. Título que se habría beneficiado de un apartado técnico muy superior, y que tal vez podría haber contado con alguna franquicia como Digimon de su parte…

 

Las portátiles fueron una importante tabla de salvación para Nintendo en las épocas de Nintendo 64 y Game Cube, y lo siguen siendo hoy en día. ¿Podría haberse apoyado también Sega en ese mercado? Tal vez el empuje no habría sido mucho, pues seguramente Dreamcast habría sido igualmente su última consola. Pero quizá les podría haber venido bien ese apoyo extra durante esos años, por no mencionar el enorme bien que le habría hecho a su imagen el mantener viva a Mega Drive/Genesis hasta bien entrados los años 2000.

 

La pareja perfecta para Saturn, y la mejor inyección de vida para Mega Drive.

Todo esto suena muy bien, pero también es cierto que esto habría obligado a Sega a bifurcar recursos manteniendo su división de portátiles activa, lo que podría haber supuesto menos juegos para Saturn y Dreamcast. ¿Habría sido más rentable un Sonic the Hedgehog 4 que un Nights? Quién sabe… Lo que si está claro es que el primero habría sido mucho más fácil y barato de desarrollar.

 

Nomad era un producto formidable, una consola que funcionaba perfectamente como portátil o sobremesa, y sin soportes raros ni parafernalias. Permitía jugar a dos jugadores en una misma consola, simplemente conectando un mando extra. Y la calidad de su pantalla era superior a la de Game Gear. Quizá los únicos puntos negativos habrían vuelto a ser el tamaño y las pilas, pero con el tiempo podría haber tenido algún rediseño, tal vez parecido a ese bello prototipo que Sega nos ha desvelado en fechas recientes.

 

En cualquier caso, habría sido un precio que muchos habríamos estado dispuestos a pagar por disfrutar de la portátil más alucinante del momento. Y esto es algo que os puedo confirmar de primera mano, pues aunque Nomad no llegó a mis manos hasta unos años más tarde, incluso entonces seguía siendo alucinante y se mantenía sin competencia a la vista.

 

Puede que en algún lugar exista una línea temporal alternativa en la que Sega decidió mantener su apuesta por Nomad, y a saber cómo habría resultado aquello… En cualquier caso, no se puede negar la bella pareja que hace con Saturn, y lo alucinante que era disponer de una Mega Drive/Genesis portátil a mediados de los 90. Un concepto que incluso hoy en día sigue resultando interesante, hasta el punto de que Retro Bit tiene planes de lanzar una nueva versión de esta portátil con licencia oficial de Sega. ¿Queréis una?


El prototipo de la nueva Nomad de Retro Bit. ¿Llegará a las tiendas?

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.

Opinión: Saturn 2

 


Tal vez, en otra línea temporal…

 

Hace unos días Sega liberaba un precioso concept art de aquel Sonic perdido de Saturn del que tan solo sobrevivió lo que vimos en Sonic Jam, y que después derivó en Sonic Adventure. Haciendo gala de una estética similar a la vista en otros concept art de Sega de la época, especialmente los del Sonic Team, ya que los fondos recordaban bastante a lo visto en Nights. Estas sencillas imágenes fueron más que suficientes para dejarnos a muchos con la boca haciéndose agua, pero en mi caso, también me evocaron algo sobre lo que he meditado muchas veces.

 

No hace falta volverse a poner a recordar la historia que ya todos sabemos sobre Saturn, pero dicha historia puede dar pie a preguntarse qué hubiese pasado si las cosas hubieran sido distintas. Este periodo de tiempo en concreto es probablemente al que más vueltas le he dado a lo largo de los años, ya que se trata de un momento crítico en la historia de Sega que, si bien no creo que hubiese alterado demasiado la situación actual, si que podría habernos llevado por un camino ligeramente distinto.

 

Todo el mundo habla siempre de “el fracaso de Saturn”, pero poco se suele hablar de “el éxito de Saturn”. ¿Llegó a tener éxito? Si, en Japón. Allí de hecho logro a imponerse a PlayStation en sus primeros años, y cuando esta tomó finalmente la delantera, Saturn no le perdió el ritmo en ningún momento. Al menos no hasta que Sega Japón se vio obligada a tener que tomar la decisión de acabar con Saturn para dar paso a Dreamcast.

 

Simplemente precioso…


Por desgracia la situación en occidente fue muy distinta como todos sabemos, pero si las cosas se hubiesen desarrollado en todo el mundo tal y como lo hicieron en Japón, el resultado habría sido bien distinto. Si, Dreamcast habría tenido que llegar igualmente tarde o temprano. Pero quizá podría haberlo hecho en una situación más favorable, unos años después, y con unas capacidades técnicas que le hubiesen permitido competir en iguales circunstancias con el resto de consolas de su generación.

 

Antes de seguir, recalco dos cosas: Primero que esto no es el clásico lloro seguero del “ay que penita mi Sega”, ni ningún tipo de crítica o ataque hacia los rivales de Saturn. Las cosas fueron como fueron, y ahí están. Pero es divertido y curioso plantearse hipótesis sobre cómo podrían haber sido las cosas si cambiamos ciertos elementos. No como reproche a nadie, ni como lloro de amargado resentido de vetustas guerras consoleras de patio de colegio. Sino como ejercicio de estudio sobre cómo funcionan las cosas, o si lo preferís, curiosidad científica.

 

Naturalmente ese Sonic de Saturn no se habría visto tan bonito corriendo en la consola como luce en los artworks liberados, pero tomando como referencia a Nights, podríamos haber estado ante algo verdaderamente hermoso y divertido de jugar, al menos en su época. También hay que tener en cuenta que no habría tenido porque ser sustituto de Sonic Adventure, el cual simplemente podría haber llegado más tarde.

 

De hecho es muy poco probable que este Sonic de Saturn hubiese sido tan complejo como Adventure, ya que seguramente habría prescindido de elementos como los diferentes personajes jugables, la cría de chaos, o la interacción con la VMU. Quizá hubiese podido mantener las funciones online, ya que Sega tenía preparada una importante apuesta por el online con Saturn. De hecho, en Japón y América llegó a utilizarse a pequeña escala, e incluso se diseñó un modelo especial de Saturn con módem incluido, la Sega Pluto.

 

Sega Pluto, la Saturn con módem incluido.


Apenas un par de años más de vida podrían haber supuesto una gran diferencia a la hora de valorar la historia de Saturn, precisamente el tiempo que estuvo activa Dreamcast. No es algo de lo que se hable habitualmente, pero el anuncio del lanzamiento de Dreamcast por parte de Sega provocó un importante terremoto en la industria, tanto es así que fue en gran medida responsable de la caída final de Sega como fabricante de consolas.

 

Se habla mucho de Mega CD y 32X, pero lo que provocó realmente el rechazo de third parties y distribuidores fue la repentina muerte de Saturn. Ahí tenemos casos bien conocidos como el de Electronic Arts, la cual le volvió la espalda a Sega cuando anunció Dreamcast. Muchas otras desarrolladoras hicieron lo mismo, aunque sin tanto revuelo, como por ejemplo Codemasters.

 

Todo esto le pasó una factura muy seria a Dreamcast, la cual no podía depender tan solo de las exclusivas de la propia Sega, y con un público mayoritario no quería quedarse sin su FIFA de cada año. La lista de títulos cancelados para Saturn era interminable, y la gran mayoría de ellos no dieron el salto a Dreamcast. También hay que tener en cuenta los que si lo hicieron, pues de haber sobrevivido Saturn más tiempo, habría sido en ella donde habrían visto la luz.

 

¿Le habría ido mejor llegando más tarde, con más potencia, y con DVD?


Esto nos lleva a algunas situaciones curiosas, como la de tratar de imaginarnos cómo habría sido por ejemplo Resident Evil Code: Veronica en Saturn, empleando fondos pre-renderizados como las primeras entregas de la serie. De hecho, lo más probable es que el juego se hubiese construido directamente sobre el port de Saturn del primer Resident Evil (que es del mismo equipo de desarrollo), con todo lo que ello conlleva.

 

Muchos de los títulos de la etapa final de PlayStation habrían llegado a Saturn (aunque fuese más tarde), tanto juegos que llegaron a estar en desarrollo como Resident Evil 2, como otros que provenían de desarrolladoras acostumbradas a trabajar con ambos sistemas, por ejemplo la serie Oddworld de GT Interactive. También hay que sumar el hecho de que con el tiempo cada vez fue más sencillo desarrollar para Saturn, no solo porque los desarrolladores iban conociendo cada vez más el sistema, sino también porque Sega distribuyó (tarde) nuevos kits de desarrollo que facilitaban bastante la labor y permitían exprimir más las capacidades del sistema.

 

Tampoco nos podemos olvidar de cierto juego llamado Shenmue, el cual ya sabemos todos para que consola estaba siendo creado inicialmente y el espectacular aspecto que lucía. Por desgracia ya nunca sabremos hasta donde podría haber llegado Saturn, pero es precisamente con su predecesora con la que podemos hacernos una idea. Y es que el potencial de Mega Drive fue estrujado hasta límites insospechados, en gran medido fruto de la necesidad por la ferviente y productiva competición con Super Nintendo.

 

Una generación inolvidable, pero ojalá Saturn hubiese aguantado un poco más…


Es precisamente en esta comparativa donde más se me hace la boca agua pensando en lo que podría haber sido una competición más igualada entre Saturn y PlayStation, ya que la reñida rivalidad entre Mega Drive y Super Nintendo nos dejó la que para muchos (entre los cuales me incluyo) es la edad más dorada del videojuego. Esta muerte prematura de Saturn es quizá la única espinita que me dejó clavada aquella generación en la que tuve la inmensa suerte de poder disfrutar de las tres principales consolas a la vez: Saturn, PlayStation, y Nintendo 64. Y ojo, que insisto en que no lo digo ni mucho menos para desmerecer a Dreamcast.

 

Tan solo un par de añitos más para Saturn, eso es lo que habría deseado yo, y seguro que más de un japonés. Sin cambiar nada más. Y es que no me cabe duda de que tarde o temprano habríamos acabado igualando esa línea temporal hipotética con la actual (vamos, que el fin de Sega como desarrolladora de consolas era inevitable). Pero ese Sonic de Saturn se ve tan bonito, que uno no puede evitar que la imaginación divague hacia lo que habría sido poder disfrutar de eso en su momento… Seguro que muchos me comprendéis en esto.

 

Eso si, que nadie me toque mi Sonic Adventure. Y si tengo que elegir entre perderme todo lo que supuso Dreamcast, o esos 2 años extra de Saturn, creo que apelaría a aquel viejo refrán que dice “virgencita, virgencita, que me quede como estoy”.

 

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.

Opinión: La pequeña ciudad de los astros



Astro City Mini, un arcade en nuestro bolsillo.

Bueno, tal vez no nos quepa en el bolsillo, quizá en un bolso o bandolera. Pero de un modo u otro, muy pronto podremos llevarnos con nosotros algunos de los grandes clásicos arcade de Sega gracias a la Astro City Mini, el nuevo “juguete para mayores” de Sega Toys. Algo que ha sido considerablemente mejor recibido por el público occidental que la reciente Game Gear Micro, pero que a pesar de todo es bastante probable es que no salga fuera de Japón, al menos no oficialmente…

El cacharrito en sí se antoja ciertamente interesante, incluso más de lo que es habitual en este tipo de productos, pues no se trata de una reedición de una consola que cualquiera puede tener en su casa, si no de arcades que solamente unos pocos afortunados pueden disfrutar en su formato original. Al resto de los mortales solo nos queda la socorrida emulación, o la esperanza de que algunos de estos títulos se reediten de alguna forma en plataformas modernas.

Además el dispositivo permitirá jugar en modo portátil gracias a su pantalla incluida, o en modo sobremesa gracias a su salida de video HDMI. Parece ser que no contará con batería como una consola portátil, pero bastará con llevar con nosotros algún tipo de alimentador USB tal y como ocurre con Mega Drive Mini. También será posible conectarle mandos externos por USB, entre ellos uno nuevo creado por Sega y especialmente diseñado para la máquina.

Sega ha buscado ofrecer el mismo nivel de calidad que en Mega Drive Mini, replicando en la medida de lo posible los componentes originales. De hecho la compañía la engloba dentro del mismo rango de productos que Mega Drive Mini, cosa que no ocurre con Game Gear Micro, la cual se oferta como una especie de juguetito en homenaje a la consola original.

Sega sigue celebrando su 60 aniversario.

Curiosamente, y a pesar de lo que parecía en un primer momento, parece ser que esta vez no estará M2 a cargo de la emulación de la máquina. De hecho se desconoce quién está llevando a cabo el software, conociéndose tan solo que corre a cargo de la propia Sega Toys. Esto nos ha dejado a todos con un gesto extraño, más de sorpresa que de temor porque la emulación no ofrezca la calidad esperada, ya que hay lugar para la confianza en que Sega habrá encontrado a alguien igualmente capaz para que los juegos corran como es debido.

No sabemos quién está a cargo de la emulación, pero sea quien sea, ya ha conseguido algo que M2 no había logrado hasta ahora; emular la placa System 32. Cuidado no obstante, porque parece haber algún indicio de que dicha placa podría estar siendo investigada también por M2, lo que podría traernos sus juegos en un futuro para la serie Sega Ages de Switch.

Ahora que la puerta de la System 32 se ha abierto, las posibilidades son cuanto menos suculentas. De momento ya han sido anunciados dos de sus juegos para la Astro City Mini: El peculiar Dark Edge, un curioso juego de lucha con jugabilidad 3D, pero gráficos 2D. Y el deseadísimo Golden Axe the Revenge of Death Adder, probablemente la mejor entrega de esta mítica serie, y la única que jamás se había paseado oficialmente por sistemas domésticos.

La lista actual de títulos incluidos es la siguiente: Alien Syndrome, Alien Storm, Fantasy Zone, Dark Edge, Golden Axe, Golden Axe the Revenge of Death Adder, Virtua Fighter, Altered Beast, Puzzle & Action Tant-R, y Columns 2. Quedando todavía 26 juegos más por anunciar, lo que provoca que a más de uno se nos haga la boca agua pensando en lo que podrían incluir…

El gran Hiroshi Kawaguchi (Hiro) se encargará de poner música a la interfaz de Astro City Mini.

¿Podemos descorchar ya el champán celebrando el regreso del SegaSonic the Hedgehog? Por desgracia todavía no, a pesar de que aún quedan muchos títulos por anunciar esta pequeña recreativa de Sega… Y es que este juego en particular ofrece otro inconveniente para poder ser jugado, y es su control especial que requiere el uso de un trackball.

¿Podría Sega sacar un mando especial para este juego? Si, podría. Pero habrá que ver si les compensa para un único título. Otra opción sería adaptar el control al joystick normal, pero esto altera radicalmente la experiencia de juego, como probablemente habréis podido comprobar todos aquellos que lo hayáis jugado en emulador.

Este escollo técnico también podría dejarnos sin otras joyas de la System 32, como el genial OutRunners, o el icónico Rad Mobile, título que supuso la primera aparición oficial de Sonic en un videojuego. Inconvenientes que no afectarían a una posible reedición dentro de los Sega Ages para Switch, lo cual nos deja al menos un lugar para la esperanza.

De un modo u otro, Sega por fin ha logrado rescatar la System 32 del ostracismo, permitiendo así que su legado pueda ser recordado y disfrutado. Además esto sitúa el punto de mira en otra placa arcade de Sega cuya recuperación es también muy demandada por los fans, siendo de hecho la más solicitada por los usuarios que envían sus peticiones a Sega Japón a través de las redes sociales, tratando de vislumbrar cuales son los títulos más deseados para esta Astro City Mini.

El mando oficial que Sega pondrá a la venta para la Astro City Mini.

Dicha placa es la prolífera ST-V, o Sega Titan Video (Titan para los amigos), para la cual salieron casi 70 títulos diferentes en Japón, una cifra considerablemente alta de juegos para lo que era habitual en un hardware arcade. Entre este amplio despliegue de títulos hay algunos juegos muy demandados por los fans, como por ejemplo: Dynamite Deka, Puyo Puyo Sun, Golden Axe the Duel, o Virtua Fighter Kids.

Pero lo mejor de todo es que esta placa es prácticamente idéntica a otro hardware de Sega altamente demandado, y ese es nada más y nada menos que la Saturn. Básicamente Titan y Saturn son la misma máquina, igual que ocurriría después con su sucesora, la placa Naomi y su vertiente doméstica, una consola llamada Dreamcast.

Esto significa que, en el momento en que se anunciase que esta Astro City Mini llevaría incluido al menos un juego de la placa Titan, no solo estaría a salvo dicha placa, sino que también lo estaría Saturn, abriendo de par en par las puertas a una Saturn Mini, o futuras reediciones de sus juegos. Y esto es algo que suena muy, pero que muy bien. Incluso mejor que la propia Astro City Mini en sí.

Parece que Sega se ha tomado muy en serio este 60 aniversario, y viene totalmente dispuesta a revitalizar su pasado para que todos sepamos de donde viene (al menos en Japón). Y lo mejor de todo es que esto continúa, Sega sigue fabricando hardware, no se ha quedado tan solo en la Mega Drive Mini. Si, de momento son solo pequeñas versiones de sus icónicas máquinas, pero ya es mucho más de lo que teníamos hasta hace bien poco.

¿Incluirá algún juego inédito como Mega Drive Mini?

Y lo mejor es que todo esto abre multitud de puertas para facilitar la preservación del legado de Sega, propiciando así futuras reediciones de sus clásicos más aclamados. De momento podremos hacernos con esta suculenta Astro City Mini por poco más de 100 euros, un precio que puede parecer algo elevado, pero que se justifica con la amplia selección de títulos incluidos y la pantalla incorporada.

Si queréis una, podéis ir ya reservándola a través de Amazon y otras tiendas especializadas. Y si todavía no os convence del todo, esperad a ver qué otros títulos la acompañarán cuando llegue por fin a las tiendas. ¿Estará finalmente el SegaSonic? ¿Habrá algún juego de Titan? Por si acaso no os olvidéis de pedírselo amablemente a Sega Japón en las redes…

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.

Opinión: Consola nueva, historia vieja.



¿Qué pasaría realmente si Sega sacase una nueva consola?

Hace unos días saltaba la noticia de que en un próximo número de la revista Famitsu se iba a publicar un artículo exclusivo que hablaba sobre un importante anuncio por parte de Sega, en el cuál, y según las palabras del propio periodista encargado, se anunciaría un nuevo y revolucionario hardware llamado a revolucionar el mundo del videojuego.

Naturalmente no tardó en montarse el caos habitual que se produce cada vez que alguien “estornuda” en Sega, con clickbaits, infancias, toda clase de fakes, y la típica parafernalia de siempre. Pero hoy no vengo a hablar de eso, de lo cual por cierto ya he hablado de sobra por otras vías. Y es que al margen de todo este habitual gallinero que se monta entorno a Sega, lo cierto es que esta vez, y sin que sirva de precedente, si que podría haber algo importante detrás de todo esto.

¿Podría celebrar Sega su 60 aniversario una nueva consola o similar? La respuesta a esto es, por una vez, si. Pero dentro de un amplio abanico de otras opciones, claro está. Lo primero es llamar a la calma y no dejarse llevar por el hype, ya que luego vienen las decepciones de las que incomprensiblemente se acusa a la propia Sega, como si esta fuese responsable de algún modo de que tengamos una imaginación demasiado activa.

La cuestión que yo planteo es: ¿Qué pasaría realmente si Sega sacase una nueva consola? Naturalmente los fans seríamos pasto del hype, y en un primer momento la locura inundaría las redes convirtiéndola en trending topic mundial. ¿Pero y luego qué? ¿Se trataría de una alegría compartida por todos? Lo más probable es que no, ni mucho menos. De hecho a medida que se fuese apagando el griterío inicial de los fans, comenzarían a vérsele las orejas al lobo…

¿Y qué lobo es ese? Pues uno llamado “odio”, ese viejo enemigo que ha acompañado a Sega durante décadas, y que haría que los gritos de alegría fuesen eclipsados por agoreros mensajes provenientes de diversos grupos habitantes de las redes. Por un lado tendríamos a los propios medios, que no dudarían en muchos casos en utilizar el “sacapuntas” para hacer notar los múltiples “fracasos” de Sega en el pasado, algo que ya hacen a menudo incluso sin que haya consola nueva de por medio.

El próximo número de Famitsu podría revelar algo muy importante sobre Sega.

Lo siguiente serían los fanboys de cualquier otra plataforma, que no verían bien eso de que se metiese otra piraña en el acuario. Esto es algo que hemos visto incluso con la Intellivision Amico, una consola que ni siquiera pretende competir con las demás, si no buscar su propio público entre los jugadores retro. A pesar de ello, la consola es victima de ataques continuos por parte de fanboys de otras plataformas, que no dudan en ridiculizarla, o en acusar de estafadores a sus creadores sin base alguna.

¿Creéis que no se haría lo mismo con la nueva máquina de Sega? Cierto, no sería igual, sería incluso peor… Y es que, si ocurre esto con una marca tan “inocua” como Intellivision, sería de género ingenuo pensar que no iba a ocurrir con Sega, que es (por mucho que nos duela) una de las compañías más incomprensiblemente odiadas y apaleadas de la historia del videojuego.

Habrá quien piense: “Bueno, qué más da lo que digan los haters mientras a la consola le vaya bien”. ¿Pero realmente le iría bien? Para empezar se le iban a exigir unas capacidades técnicas que fuesen, como mínimo, equiparables a las de PS5 o Series X. Algo que no está al alcance ni siquiera de Nintendo. Las compañías como Sega o Nintendo no pueden permitirse seguir ese ritmo, y si lo hicieran, estaríamos hablando de consolas terriblemente caras que harían que los usuarios las ignorasen.

Sega no posee la infraestructura que tienen Sony o Microsoft, ni siquiera Nintendo la tiene. Hablo de algo tan complejo donde entran en juego desde la fabricación de componentes, hasta la adquisición de licencias de fabricación. Cosas que ya en el pasado hicieron que Nintendo renunciase a la carrera por la potencia, o que provocaron que consolas como Saturn fuesen más caras que su principal competidora del momento.

Tendríamos, o bien una consola cara que lo iba a tener muy difícil para competir con PS5 y Series X. O bien una máquina más modesta que recurriese a algún tipo de ingenio innovador que la hiciese interesante, tal y como lleva haciendo Nintendo desde DS. Sega nunca podría superar las prestaciones de las nuevas máquinas de Sony y Microsoft, y aunque milagrosamente lo consiguiese, y más milagrosamente aun lo hiciese con un costo bajo, el resultado no sería muy distinto, pues eso mismo es lo que lograron hacer con Dreamcast y ya conocemos todos el resultado…

La historia ha demostrado que la gente no quiere más consolas de Sega por buenas que sean.

Además está el problema de tener que decidir si se sigue operando como third party, o no. Si se opta por no hacerlo, todos los juegos de Sega pasarían a ser exclusivos de su nueva máquina. Esto haría que Sega perdiese cientos de millones al no poder vender sus juegos para otras plataformas, ya que como mucho podrían mantener sus divisiones de móviles y PC, pero nada más. ¿Queréis tener que comprar una consola específica para jugar al Sonic del 30 aniversario? Consola que, como ya digo, probablemente no sería barata…

La otra opción es seguir siendo third party, pero así su consola se quedaría sin exclusivos que la vendiesen. Además es posible que las otras third parties fuesen más recelosas a apoyar una máquina de una compañía que está compitiendo directamente con ellas en otras plataformas. ¿Qué alicientes habría entonces para comprar esta nueva consola de Sega? ¿Qué luzca el logotipo de la compañía? Sería necesario entonces que fuese una máquina con una propuesta muy diferente de las del resto, propuesta que además debería ser lo suficientemente interesante como para llegar al gran público.

Recordemos que aquí quién decide lo que triunfa y lo que no, es ese gran público, un sector que en su gran mayoría ni siquiera sabe qué es Sega, ni por qué debería comprar una consola solo porque lleve su nombre. Esto daría sentido a la campaña de Go Sega, destinada precisamente a dar a conocer la historia de la compañía al público general. ¿Pero de verdad cabe esperar que logre sus objetivos hasta el punto de hacer triunfar una nueva consola? Personalmente lo dudo horrores, por mucho que dicha campaña nos guste a los fans.

Es en estos fans donde recaería la responsabilidad de mantener vivo el nuevo sistema, pero seamos sinceros, ni somos suficientes, ni el fandom de Sega posee la madurez necesaria como para comprender que apoyar la consola es algo bueno para nosotros mismos. En este fandom somos más de tirar piedras contra nuestro propio tejado, rememorando una y otra vez los “fracasos” de la marca, en vez de recordad sus grandes hazañas. ¿Por qué alguien que no conoce Sega debería creer que es algo bueno, si ni sus propios fans son capaces de hablar bien de ella?

Eso por no mencionar que muchos, en cuanto viesen la tendencia al odio hacía la nueva máquina, correrían a posicionarse en contra de ella, como buenas veletas que se orientan hacia donde soplen las modas. Muchos de esos que se han pasado años pidiendo una “Dreamcast 2” correrían a criticar la nueva máquina en base a toda clase de estupideces tan solo por seguir la tendencia, tras lo cual no dudarían en culpar a la propia Sega de haberlo hecho todo mal.

Los rumores apuntan hacía un nuevo hardware revolucionario, y si...

Sega debería asumir unos riesgos enormes para lanzar una nueva consola, teniendo que hacer frente a los descomunales gastos de desarrollo y logística para hacer llegar su nueva máquina a todo el mundo. Recordemos que Sega ya apenas cuenta con filiales, de modo que debería depender de terceros para distribuir su propia máquina, lo que elevaría los costes. Eso, o volver a abrir sedes en cada país, lo que no sería precisamente barato…

Habría que mover miles de millones para poner en marcha algo así. ¿Y qué pasaría una vez llegase la consola a las tiendas? (Eso si es que llega y Sega no se echa para atrás antes…) Yo creo que todos, por mucha fe que tengamos puesta en ello, conocemos la triste respuesta. El público mayoritario le daría la espalda. De los fans, ni siquiera todos ellos estarían dispuestos a apoyarla. Y los medios encontrarían una estupenda fuente de clickbaits a base de atacar a la nueva máquina para pinchar a sus escasos usuarios.

El resto ya lo conocemos, una lenta agonía hasta que las arcas de Sega vuelvan a vaciarse y la maquina sea insostenible. ¿Y luego qué? Pues otro “muerto al hoyo”, y vuelta al mundo de las third parties, solo que con bastante menos dinero. Eso si, 10 o 20 años después de su desaparición, esta consola se convertirá en objeto de culto, se cotizaría a precio de oro, y todo el mundo se preguntaría qué pudo salir mal para que algo tan genial no triunfase, de lo cual no dudarían ni un instante en culpar a la propia Sega por “hacerlo todo mal”.

¿Eso es lo que queremos? ¿Otra consola de culto en la que confiamos cuatro gatos malcontados? ¿Una nueva crisis para Sega de la que tal vez no salga? Que conste que yo sería el primero en alegrarse de volver a tener consolas de Sega nuevas, y una vez más, pasaría por caja para hacerme con una. Pero seamos realistas y empleemos la lógica por una vez, la gente no quiere más consolas de Sega, lo han demostrado una y otra vez a lo largo de la historia, y el panorama no ha mejorado para propiciar el lanzamiento de una, de hecho diría que está peor que nunca…

No sabemos lo que va a anunciar Sega en unos días, lo más probable es que una vez más sea cualquier otra cosa y luego lleguen las habituales decepciones. Pero si realmente se tratase de una nueva consola, ya podéis ir abriendo los paraguas para la que se nos viene encima…

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.

Opinión: Con un pie en la tumba


¿Estuvo Sonic realmente a punto de desaparecer a mediados de los 90?

Si hay un tema recurrente entre los haters del erizo, es el de vaticinar la inminente muerte del personaje y la desaparición de toda la franquicia, labor en la que llevan fracasando miserablemente desde hace ya casi 3 décadas. Pero ya os hemos contando más de una vez que Sonic si que llegó a pasar por serios apuros en cierto momento de su historia, aquella época de Saturn en el que no solo Sega perdió lo que tanto le había costado ganar, sino que de hecho toda la industria del videojuego cambió radicalmente en muy poco tiempo.

En apenas 10 años pasamos de los sistemas de 8 bits a unos juegos no muy distintos de los actuales, fruto de alcanzarse la madurez tridimensional en la generación que inició Dreamcast. El cambio fue brutal en apenas unos años, y los personajes y franquicias famosas surgían como setas tras la lluvia, para después quedar relegadas al olvido y la extinción. ¿Pudo realmente Sonic terminar sus días en aquella época convulsa?

La respuesta sencilla es que si, nunca en toda su historia ha estado tan al borde del abismo. Y es que puede que ahora se le critique mucho por esto o aquello, pero al fin y al cabo eso es mejor que el que nadie hable de él. Fueron muchos los que se alejaron del erizo en aquella etapa, de hecho es en este perfil de fan del erizo donde nacen muchas de sus críticas negativas actuales. O lo que es lo mismo, de ahí vienen los del “este no es el Sonic de mi infancia”.

Y no fue ni mucho menos por desinterés por parte de Sega, la compañía jugaba de vez en cuando con el marketing asegurando que su nuevo juego de éxito estaría protagonizado por una nueva mascota (véanse los casos de Dynamite Headdy, Ristar, Nights, e incluso Knuckles), pero en realidad allí tenían bien claro el potencial del erizo, que él era y siempre sería su mascota, y que le necesitaban para afrontar los enormes retos que se les echaban encima.

Y así Saturn se quedó sin su Sonic principal.

Hasta en dos ocasiones (que se sepa) trató el Sonic Team de llevar al erizo a Saturn, ambas fallidas. Y luego todos conocemos el caso de Sonic X-Treme, que personalmente no creo que hubiese sido suficiente como para satisfacer lo que la gente esperaba del erizo (Naka tampoco lo creía). La gente quería un juego de Sonic como Tomb Raider o Super Mario 64, y el hardware del momento hacía muy complicado compaginar entornos complejos en 3D con la velocidad endiablada del erizo.

Si además eliminásemos a Traveller’s Tales de la ecuación, el panorama habría sido mucho más desolador. Y es que puede que ahora juegos como Sonic 3D o Sonic R no sean vistos con buenos ojos por algunos, pero en su momento fueron vitales para que la franquicia siguiese adelante, o al menos lograse sobrevivir lo justo para pasar el relevo a lo que vendría después.

Dreamcast se creó junto con Sonic Adventure, adaptando su hardware a las necesidades del juego, y todos sabemos ya de sobra la importancia capital de Sonic Adventure en la historia de Sonic. ¿Pero qué habría pasado si Sega no hubiese logrado los apoyos necesarios para poder sacar Dreamcast? ¿Y si Saturn hubiese sido su última consola? Es aquí donde podemos entrar en el divertido juego de la especulación.

Lo más probable es que hubiesen tratado de mantener con vida a Saturn en occidente un poco más, e incluso que hubiesen tratado de desarrollar algo serio para Saturn. El problema es que entonces la situación de la consola en occidente era insostenible, el maltrato continuo por parte de crítica, prensa, y los propios usuarios, dejaba la imagen de Saturn por los suelos. De poco habría servido un Sonic grande en 3D para Saturn, a pesar de la titánica labor que habría supuesto desarrollarlo.

Dónde estaríamos de no ser por él…

Ante la imposibilidad de perpetuar la vida de Saturn, lo más probable es que Sega se hubiese vuelto third party antes de lo que lo hizo, y ese Sonic en 3D para Saturn hubiese sido llevado a la primera PlayStation. Pero el hardware de la máquina de Sony no era muy distinto del de Saturn, y se habrían presentado casi los mismos problemas para su desarrollo. Además conociendo a Naka no sería descabellado pensar que ante tal situación se habría marchado de Sega, aunque solo fuese por orgullo (cosa que de la que siempre ha ido bastante sobrado).

Probablemente Sony no hubiese sacado PlayStation 2 tan pronto, lo más seguro es que hubiese esperado al menos hasta que Nintendo y Microsoft enseñasen sus cartas. Ante este nuevo escenario, y con lo que ofrecía el potencial de las nuevas máquinas, es más que plausible que en Sega hubiesen empezado a hacer ese Sonic grande en 3D que todos esperábamos, con o sin Yuji Naka. La cosa es preguntarse si la Sega de ese momento, muy debilitada y sin el paso previo por Dreamcast, habría logrado sacar algo como Sonic Adventure.

Lo más probable es que Sonic hubiese vivido una situación similar a la de Crash Bandicoot tras quedar huérfano de Naughty Dog, con juegos que al margen de su calidad pasaban sin demasiada pena ni gloria. El aura de “leyenda venida a menos” se habría apoderado del erizo, y la mayoría de la gente ni se habría percatado de que aún seguía ahí. Por descontado olvidaos de Sonic X y de la ingente cantidad de nuevos fans que la serie atrajo al fandom del erizo, algo que se habría dejado notar y mucho en las ventas de sus juegos, y no de forma positiva precisamente…

Todo esto habría dado lugar a una Sega más débil que muy probablemente no habría podido sacar muchos de los juegos de otras franquicias que sacaron en aquellos años, y que a saber si actualmente seguiría activa… No obstante, si es altamente probable que la serie Advance hubiese logrado existir, ya que siempre se planteó como una continuación de los Sonic en 2D aprovechando las similitudes de hardware de la portátil.

Los Sonic en 2D probablemente se habrían mantenido.

Seguramente Sonic habría seguido estando ahí, pero con mucha menos fuerza, y con periodos de desaparición bastante notables. Tarde o temprano se habría intentado alguna clase de revival aprovechando la moda nostálgica actual, tal y como ocurre con otras franquicias (véase Streets of Rage). Pero sin el apoyo que tiene la franquicia actualmente, es difícil que hubiesen logrado triunfar lo suficiente.

En resumen. ¿Habría sobrevivido Sonic sin su etapa Dreamcast? Seguramente si, pero en mucho peor estado del que hemos conocido, y doliéndose todavía y mucho de aquel bache de mediados de los 90 (que de hecho le sigue afectando en parte). Por suerte las cosas se desenvolvieron de otra forma, y los mil veces benditos Sonic Adventure ayudaron y mucho a la franquicia. Y es que si se pide tanto un tercero, es por algo.

Ojalá que este bache de mediados de los 90 siga siendo el más profundo en el que ha tropezado el erizo y no le quite el récord algún otro en el futuro, porque puede que si ocurre algo así, tal vez no tenga la suerte de volver salir de airoso. Aunque nos intenten colar una y otra vez que con Sonic está todo mal, lo cierto es que ha logrado salir de situaciones bastante peores que lo que pueda haber habido en fechas más recientes, lo que en cierto modo también da lugar a la esperanza.

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.