Opinión: Saturn 2

 


Tal vez, en otra línea temporal…

 

Hace unos días Sega liberaba un precioso concept art de aquel Sonic perdido de Saturn del que tan solo sobrevivió lo que vimos en Sonic Jam, y que después derivó en Sonic Adventure. Haciendo gala de una estética similar a la vista en otros concept art de Sega de la época, especialmente los del Sonic Team, ya que los fondos recordaban bastante a lo visto en Nights. Estas sencillas imágenes fueron más que suficientes para dejarnos a muchos con la boca haciéndose agua, pero en mi caso, también me evocaron algo sobre lo que he meditado muchas veces.

 

No hace falta volverse a poner a recordar la historia que ya todos sabemos sobre Saturn, pero dicha historia puede dar pie a preguntarse qué hubiese pasado si las cosas hubieran sido distintas. Este periodo de tiempo en concreto es probablemente al que más vueltas le he dado a lo largo de los años, ya que se trata de un momento crítico en la historia de Sega que, si bien no creo que hubiese alterado demasiado la situación actual, si que podría habernos llevado por un camino ligeramente distinto.

 

Todo el mundo habla siempre de “el fracaso de Saturn”, pero poco se suele hablar de “el éxito de Saturn”. ¿Llegó a tener éxito? Si, en Japón. Allí de hecho logro a imponerse a PlayStation en sus primeros años, y cuando esta tomó finalmente la delantera, Saturn no le perdió el ritmo en ningún momento. Al menos no hasta que Sega Japón se vio obligada a tener que tomar la decisión de acabar con Saturn para dar paso a Dreamcast.

 

Simplemente precioso…


Por desgracia la situación en occidente fue muy distinta como todos sabemos, pero si las cosas se hubiesen desarrollado en todo el mundo tal y como lo hicieron en Japón, el resultado habría sido bien distinto. Si, Dreamcast habría tenido que llegar igualmente tarde o temprano. Pero quizá podría haberlo hecho en una situación más favorable, unos años después, y con unas capacidades técnicas que le hubiesen permitido competir en iguales circunstancias con el resto de consolas de su generación.

 

Antes de seguir, recalco dos cosas: Primero que esto no es el clásico lloro seguero del “ay que penita mi Sega”, ni ningún tipo de crítica o ataque hacia los rivales de Saturn. Las cosas fueron como fueron, y ahí están. Pero es divertido y curioso plantearse hipótesis sobre cómo podrían haber sido las cosas si cambiamos ciertos elementos. No como reproche a nadie, ni como lloro de amargado resentido de vetustas guerras consoleras de patio de colegio. Sino como ejercicio de estudio sobre cómo funcionan las cosas, o si lo preferís, curiosidad científica.

 

Naturalmente ese Sonic de Saturn no se habría visto tan bonito corriendo en la consola como luce en los artworks liberados, pero tomando como referencia a Nights, podríamos haber estado ante algo verdaderamente hermoso y divertido de jugar, al menos en su época. También hay que tener en cuenta que no habría tenido porque ser sustituto de Sonic Adventure, el cual simplemente podría haber llegado más tarde.

 

De hecho es muy poco probable que este Sonic de Saturn hubiese sido tan complejo como Adventure, ya que seguramente habría prescindido de elementos como los diferentes personajes jugables, la cría de chaos, o la interacción con la VMU. Quizá hubiese podido mantener las funciones online, ya que Sega tenía preparada una importante apuesta por el online con Saturn. De hecho, en Japón y América llegó a utilizarse a pequeña escala, e incluso se diseñó un modelo especial de Saturn con módem incluido, la Sega Pluto.

 

Sega Pluto, la Saturn con módem incluido.


Apenas un par de años más de vida podrían haber supuesto una gran diferencia a la hora de valorar la historia de Saturn, precisamente el tiempo que estuvo activa Dreamcast. No es algo de lo que se hable habitualmente, pero el anuncio del lanzamiento de Dreamcast por parte de Sega provocó un importante terremoto en la industria, tanto es así que fue en gran medida responsable de la caída final de Sega como fabricante de consolas.

 

Se habla mucho de Mega CD y 32X, pero lo que provocó realmente el rechazo de third parties y distribuidores fue la repentina muerte de Saturn. Ahí tenemos casos bien conocidos como el de Electronic Arts, la cual le volvió la espalda a Sega cuando anunció Dreamcast. Muchas otras desarrolladoras hicieron lo mismo, aunque sin tanto revuelo, como por ejemplo Codemasters.

 

Todo esto le pasó una factura muy seria a Dreamcast, la cual no podía depender tan solo de las exclusivas de la propia Sega, y con un público mayoritario no quería quedarse sin su FIFA de cada año. La lista de títulos cancelados para Saturn era interminable, y la gran mayoría de ellos no dieron el salto a Dreamcast. También hay que tener en cuenta los que si lo hicieron, pues de haber sobrevivido Saturn más tiempo, habría sido en ella donde habrían visto la luz.

 

¿Le habría ido mejor llegando más tarde, con más potencia, y con DVD?


Esto nos lleva a algunas situaciones curiosas, como la de tratar de imaginarnos cómo habría sido por ejemplo Resident Evil Code: Veronica en Saturn, empleando fondos pre-renderizados como las primeras entregas de la serie. De hecho, lo más probable es que el juego se hubiese construido directamente sobre el port de Saturn del primer Resident Evil (que es del mismo equipo de desarrollo), con todo lo que ello conlleva.

 

Muchos de los títulos de la etapa final de PlayStation habrían llegado a Saturn (aunque fuese más tarde), tanto juegos que llegaron a estar en desarrollo como Resident Evil 2, como otros que provenían de desarrolladoras acostumbradas a trabajar con ambos sistemas, por ejemplo la serie Oddworld de GT Interactive. También hay que sumar el hecho de que con el tiempo cada vez fue más sencillo desarrollar para Saturn, no solo porque los desarrolladores iban conociendo cada vez más el sistema, sino también porque Sega distribuyó (tarde) nuevos kits de desarrollo que facilitaban bastante la labor y permitían exprimir más las capacidades del sistema.

 

Tampoco nos podemos olvidar de cierto juego llamado Shenmue, el cual ya sabemos todos para que consola estaba siendo creado inicialmente y el espectacular aspecto que lucía. Por desgracia ya nunca sabremos hasta donde podría haber llegado Saturn, pero es precisamente con su predecesora con la que podemos hacernos una idea. Y es que el potencial de Mega Drive fue estrujado hasta límites insospechados, en gran medido fruto de la necesidad por la ferviente y productiva competición con Super Nintendo.

 

Una generación inolvidable, pero ojalá Saturn hubiese aguantado un poco más…


Es precisamente en esta comparativa donde más se me hace la boca agua pensando en lo que podría haber sido una competición más igualada entre Saturn y PlayStation, ya que la reñida rivalidad entre Mega Drive y Super Nintendo nos dejó la que para muchos (entre los cuales me incluyo) es la edad más dorada del videojuego. Esta muerte prematura de Saturn es quizá la única espinita que me dejó clavada aquella generación en la que tuve la inmensa suerte de poder disfrutar de las tres principales consolas a la vez: Saturn, PlayStation, y Nintendo 64. Y ojo, que insisto en que no lo digo ni mucho menos para desmerecer a Dreamcast.

 

Tan solo un par de añitos más para Saturn, eso es lo que habría deseado yo, y seguro que más de un japonés. Sin cambiar nada más. Y es que no me cabe duda de que tarde o temprano habríamos acabado igualando esa línea temporal hipotética con la actual (vamos, que el fin de Sega como desarrolladora de consolas era inevitable). Pero ese Sonic de Saturn se ve tan bonito, que uno no puede evitar que la imaginación divague hacia lo que habría sido poder disfrutar de eso en su momento… Seguro que muchos me comprendéis en esto.

 

Eso si, que nadie me toque mi Sonic Adventure. Y si tengo que elegir entre perderme todo lo que supuso Dreamcast, o esos 2 años extra de Saturn, creo que apelaría a aquel viejo refrán que dice “virgencita, virgencita, que me quede como estoy”.

 

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.