Opinión: Objetividad, divino tesoro.



El gran mal que azota el periodismo actual.

Hoy vamos a hablar de algo que aunque a priori puede no parecer estar relacionado con Sonic, en realidad lo esta y mucho. La falta de objetividad periodística es una lacra en estos días, y el periodismo de videojuegos no se libra ni mucho menos de ello. Y dentro de este problema nuestro erizo es uno de los mas castigados, veamos porque.

Antes de nada hay que dejar bien claro que es eso de la “objetividad”, porque parece ser que muchas personas no saben qué es. Podéis entrar en foros grandes y ver a gente debatiendo eternamente sobre este tema, y eso que en realidad no es algo tan difícil de entender. Cuando hay que hablar sobre algo se puede hacer básicamente de dos formas: O bien desde un punto de vista informal o personal, en cuyo caso no importa ser o no objetivo (aunque dará fuerza a lo que se dice). O bien desde un punto de vista profesional y/o serio, en este caso la objetividad es absolutamente imprescindible, y mas si lo que estamos diciendo lo decimos desde un medio popular y profesional.

Para ser objetivo lo primero es aparcar los gustos y opiniones personales, y simplemente poner en manos del lector las claves de lo que estamos contando para que él mismo decida por sí solo y saque sus propias conclusiones. En otras palabras, ser neutral. No intentar llevar el pensamiento del lector hacia nuestro campo para que este vaya por ahí diciendo lo mismo que nosotros cual borrego siguiendo al rebaño, si no dejando en sus manos la formación de una opinión sobre aquello que estamos tratando.

Quizá todo esto suene complicado, pero seguro que con algunos ejemplos lo entendéis rápido, además que seguro que ya habéis visto casos de esta falta de objetividad en mas de una ocasión, y mas relacionada con Sonic.

Pongamos que estamos leyendo un artículo sobre algo de Sonic, por ejemplo sobre su historia. Y la persona que lo escribe empieza ya desde el principio diciendo cosas como que a él siempre le ha gustado más Mario, o que los tiempos de gloria del erizo pasaron hace ya mucho. Esto son opiniones y apreciaciones personales que no tienen cabida en un artículo profesional y que llevan al lector a pensar que el tipo que esta escribiendo eso lo esta haciendo a desgana solo porque esta obligado a ello, o que simplemente hace años (quizá décadas) que no toca un juego del erizo. Lo malo es que hemos visto casos similares a este en medios grandes y profesionales, lo que daña enormemente la imagen del medio, a pesar de que a pocos parece importarles…

Así tratan algunos a la objetividad antes de ponerse el traje de periodista.

Eso es falta de objetividad y por lo tanto de profesionalidad, porque en un blog o en un foro uno puede decir lo que le de la gana, pero en un medio profesional es simplemente lamentable hacer algo así, y se le hace flaco favor a la calidad periodística. Y es que da igual que se este hablando de una guerra en el otro lado del mundo, o de algo tan trivial como son los videojuegos, la ética periodística es aplicable a todo por igual, así que la excusa del “bueno, bueno, si solo son juegos, tampoco hay que tomárselo a la tremenda”, no solo no es valida si no que además es una vana y patética excusa para tapar una incompetencia evidente.

Lo mismo ocurre en los tan polémicos análisis sobre juegos, cuantos análisis habremos leído en los que el analista de turno se nos pone a contar su vida y sus milagros, llegando a contarnos su infancia a fin de explicarnos lo malo que es ese juego del que esta hablando… “El juego es simplemente horrible, ya que no tiene nada que ver con los grandes juegos de esta saga en sus tiempos de gloria que tantas horas de diversión nos dio en nuestras infancias”. ¿Os suena? Personalmente os aconsejo que si veis cosas así en un análisis sobre un juego, dejéis de leer y empleéis vuestro tiempo en otras cosas… Un analista no puede excusarse en cosas así para decir que un juego es horrible sin mas, a nadie le importa su infancia, ni que la saga a la que pertenece el juego del que esté hablando haya vivido tiempos supuestamente mejores… Lo que la gente quiere saber es cómo es ese juego que se esta analizando para saber si arriesgarse a comprarlo o no, y todas esas patochadas no ayudan precisamente.

En un análisis se debe describir el juego de forma neutral (objetiva), lo que al analista le puede parecer horrible no tiene porque serlo para el resto de la gente, su deber es explicar cómo es el juego de la mejor manera posible para que el lector decida por sí mismo si esas características le interesan o no. “El juego es horrible porque Sonic va con una espada y eso es una estupidez”. No, será una estupidez para el analista, pero habrá mucha gente a la que la idea de jugar con Sonic usando una espada para potenciar sus ataques le resulte interesante. El analista no es quien para calificar directamente de “horrible” o “estúpida” una característica del juego solo porque a él no le guste. En este caso lo correcto seria explicar que Sonic lleva una espada y la utiliza para atacar a los enemigos potenciando sus ataques habituales. Que sea el lector quien decida si la idea de un Sonic con espada le resulta horrible y estúpida, o genial e innovadora.

Objetivamente hablando, esto solo es Sonic con una espada.


¿Pero y qué hacer cuando se trata de hacer una crítica donde el lector espera que le des tu opinión personal sobre algo? En este caso lo correcto es dejar bien claro que es una opinión personal. Por ejemplo, si decimos “este juego es malísimo y nadie debería jugarlo”, no estamos dando una opinión personal, estamos dando una opinión general. Le estamos diciendo a la gente que ese juego es malo de forma unánime, y que no deben acercarse a él de ninguna manera. Aquí se esta privando al lector de decidir por sí mismo, y esto no se debe hacer. ¿Cómo evitarlo? Fácil, cambiando ligeramente la forma de decir las cosas. “Este juego no me ha gustado nada, a mi me parece malísimo”. Aunque pueda parecer lo mismo, la diferencia es enorme, ya que en esta segunda frase se utilizan términos como “me” o “mi”, dejando bien claro que es una opinión personal, y ahí si que nadie puede decirte nada. Pueden no estar de acuerdo, pero ya has dejado claro que es tu opinión personal y como tal debe respetarse.

Para ser crítico hace falta ser capaz de ver los defectos en aquello que nos gusta, y las virtudes en aquello que no nos gusta. El que un juego te guste a ti, no quiere decir que le vaya a gustar a todos los demás, y lo mismo ocurre si no te gusta. No se puede coger un buen juego y decir que es malo porque a nosotros no nos gusta (y viceversa). Y si no se es capaz de distinguir entre gustos personales y críticas objetivas, entonces mejor dedicarse a otra cosa. Igual que si no tenemos ni idea de fontanería no nos ponemos a intentar arreglar las cañerías de nuestra casa. Hay gente que se piensa que por llevar unos cuantos años jugando a videojuegos eso ya les convierte en críticos expertos, pero no es así. Por esa regla todos deberíamos ser expertos gourmets, pues llevamos comiendo toda nuestra vida…

Ya veis que en realidad no es tan difícil de entender, y sin embargo Internet esta plagado de violaciones de estas normas de expresión tan básicas y sencillas, lo que provoca numerosas discusiones y polémicas. Pero bueno, dentro de lo que son foros y blogs se puede entender, pero es simplemente inadmisible en medios profesionales, y nadie debería hacer la vista gorda con esto. Ya hemos hablado aquí muchas veces del daño que una mala crítica le puede hacer a un juego y a la industria en general. Nosotros como fans de Sonic lo sabemos muy bien por desgracia, así que no deben escatimarse esfuerzos a la hora de defender un periodismo serio y riguroso.

Nuestro amigo el Werehog sabe bien lo que es ser victima de la falta de objetividad…


Precisamente creo que el problema está en que hay una gran permisividad hacia este periodismo basura que en el mejor de los casos es simple incompetencia, y en el peor un claro intento de manipulación. La gente tiende a creer que todo lo que sale en los medios grandes tiene que ser tal y como se nos cuenta, y esto no es ni mucho menos aplicable solo al periodismo de videojuegos. Y lo más curioso es que estos niveles de incompetencia no son tolerados en otros ámbitos, pero si en el periodismo. Paraos a pensar que pasaría si fueseis al dentista y este os hiciese una chapuza en la boca y os dejase todos los dientes hechos polvo. ¿Lo dejaríais pasar? Espero que no… ¿Entonces por qué dejar pasar la incompetencia de un medio de comunicación? Una web nos dice que un juego es una basura y directamente nos lo creemos a pies juntillas y cogemos el dinero que teníamos ahorrado para ese juego y lo gastamos en otro. Así, sin mas, sin que esa web se moleste si quiera en darnos argumentos de peso ni en justificar lo que dice... Es así como uno cae en manipulaciones. Hoy nos han hecho comprar un juego en lugar de otro, pero quizá mañana nos hagan votar a un político en vez de votar a otro. ¿Y entonces qué?

Evitar todo esto es muy fácil, vosotros mismos tenéis la capacidad de diferenciar entre algo bien contado y explicado, y algo contado con mala intención o incompetencia. Solo hay que pararse a pensar un poco, y si el asunto huele mal, si aquello que nos están contando no nos convence, lo mejor es entonces ir y comprobarlo nosotros mismos. Incluso aunque nos convenza, tampoco esta mal informarse un poco más por otras vías, por si acaso…

Hoy en día tenemos mayor acceso a la información que nunca, se podría hablar fácilmente de saturación informativa. Pero es responsabilidad nuestra decidir con qué nos quedamos y con qué no, no es excusa el decir “es que aquí cada uno dice una cosa”, pues todos somos capaces de distinguir entre informaciones bien documentadas y explicadas, y rebuznos de asno o cantos de sirena que solo buscan empobrecer la información o manipular a la gente.

Por descontado que dentro de esta falta de profesionalidad periodística esta también el “amarillismo informativo” del que ya os he hablado con anterioridad, pero igualmente esta en vuestra mano el no dejaros manipular.

Para abrazarse hacen falta dos, y si vosotros rechazáis el periodismo basura, entonces este no tendrá nada que hacer con vosotros.



Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.