Opinión: Un erizo de cine


¡Cómo ha cambiado la película!

Ya está aquí, ya se estrenó, la mayoría ya la hemos visto, y si estás entre los que todavía no, no te preocupes, este artículo no tiene spoilers. ¡Pero ve ya al cine! Porque ni las expectativas más halagüeñas hacían prever lo que nos íbamos a encontrar. Sonic arrasa en los cines, y lo hace con una película que ha conseguido algo que parecía imposible, contentar a todo el mundo (o al menos a la inmensa mayoría).

No importa cuál sea “tu Sonic”, porque de algún modo, de alguna extraña manera, todos están aquí, y lo vas a ver en la película. Y para aquellos que hemos conocido las múltiples facetas del erizo, os garantizo que es toda una sorpresa reconocerlas todas y cada una de ellas en esa adorable bola de pelo azul que corretea por la gran pantalla. El toque inocentón de su primera serie (disfraces incluidos), el humor de Boom, el infinito carisma con el que fue creado, y por supuesto lo mejor del llamado “Sonic moderno”, incluyendo lo de hablar hasta por los codos (¡No más Sonic mudo!).

Ya incluso antes del rediseño parece que tenían claro cómo es Sonic.

¿Quién nos lo iba a decir hace apenas unas semanas? Si, el rediseño había supuesto una mejora brutal con respecto al horror inicial. Pero era difícil imaginar que el resto de la película iba a ser tan (y me vais a permitir la efusiva expresión) jodidamente buena. Claro está que no acabará entre los grandes clásicos del cine, ni ganará ningún Oscar, ni los críticos de cine la compararán con Ciudadano Kane. Pero es puñeteramente divertida, y no solo para nosotros los fans, todo el mundo se lo está pasando en grande con ella, sin importar la edad que tengan.

Si, lo de Jim Carrey apuntaba bien, hasta el punto de que era prácticamente lo único que me empujaba a ir decididamente al cine a verla en la etapa oscura del diseño horrendo, ver a Jim Carrey haciendo de Eggman era más que suficiente. Pero es que hasta aquí han logrado ir mucho más allá de las expectativas, Jim Carrey no ha interpretado a Eggman, ¡se ha convertido en él! Hasta el punto de que ha sido capaz de crear un origen para el villano que casa perfectamente con el personaje, evolucionándolo escena tras escena hasta convertirse en nuestro querido “Eggy”.

Gracias “Jimbotnik” por ser tan grande, incluso más de lo esperado.

Incluso los personajes nuevos creados para la película logran ganarse al espectador, se les coge cariño fácilmente, y no dejan todo el protagonismo en manos de Sonic y Eggman como cabía predecir. Si, hay chistes de pedos, ¿y qué? No deja de ser una película para niños, y además el Sonic infantiloide de Colors también merecía su hueco. Así se crea un equilibrio para que todo el mundo pueda reírse, los fans encontrado sutiles referencias, los adultos con bromas que probablemente los más pequeños no capten, y los más peques viendo a Sonic hacer el bailecito asociado a cierto juego (que no tiene absolutamente nada de malo porque al fin y al cabo a Sonic siempre le ha gustado imitar los bailes de moda de cada época).

Y en cuanto al final, sin spoilear nada, es capaz de hacer que la gente se levante en pleno cine y aplauda como si su equipo de futbol hubiese metido un gol, sin mencionar la cantidad enorme de momentos capaces de humedecer los ojos al fan más estoico. Y todo con una historia sencilla, pero que anticipa cosas grandes y sirve de base para unos personajes que han logrado dejar al público pidiendo más.

¿Qué brujería es esta? ¿Cómo ha podido cambiar así la película? Está claro que esto no ha sido solo el rediseño, pero bien es cierto que de haber mantenido el aspecto de Sonic inicial, esto no habría sido tan bueno. Y lo más sorprendente es la tremenda acogida que está teniendo en taquilla, habiendo alcanzado en poco más de una semana los 200 millones de recaudación, más del doble de lo que costó hacerla, lo que afianza las posibles secuelas que ya deja entrever el desarrollo de esta entrega.

¿Quién no querría achuchar a este adorable hijo de Sega?

¿Y qué pasa con la franquicia en general? Pues ya os podéis ir preparando, porque esto de tener a Sonic en todas partes empieza dejando en ridículo (una vez más) a todos esos del “Sonic está muerto”, y atraerá a montones de nuevos fans (y no solo niños). Esperemos que Sega lo sepa aprovechar y apueste a lo grande por la franquicia, y más de cara al 30 aniversario que está a la vuelta de la esquina.

También es cierto que cuanta más gente haya hablando de Sonic, más cosas distintas se dirán, y no serán todas necesariamente buenas. No van a faltar los de siempre haciendo lo único que saben hacer, y a ellos se sumarán los que se sientan atraídos por la franquicia, pero se metan a hablar de ella sin haberse informado debidamente. Esperemos que se vean eclipsados por la gente de buena fe que se acerque a Sonic buscando justo lo que es, un adorable erizo rebosante de personalidad y carisma capaz de encandilar a niños y adultos.

Con todas las miradas puestas sobre él más que nunca, el erizo ha sabido estar a la altura.

Tenemos motivos de sobra para el optimismo, y no solo en lo referente al cine. Se inicia una nueva etapa que puede ser histórica y traernos muchas cosas buenas, así que no merece la pena seguir dándole vueltas a si esto o aquello funcionó mejor o peor en el pasado. Nuestro erizo ha hecho lo que mejor sabe hacer, cautivar al público. Ahora solo nos queda esperar a ver hasta dónde llegarán los logros de la película, y ver qué cosas nos trae consigo. Cosas que, creo y confió, que serán mayoritariamente buenas.

Solo nos queda felicitar a Paramount, a Sega, y a todo el equipo que lo ha hecho posible. Se han ganado a pulso el baño de parabienes que les está llegando, y nos han demostrado a todos que hasta entre las nubes más oscuras puede abrirse camino el más bello y brillante de los soles. Además, gracias a esto tendremos para años de memes con el “niño mono azul de Jumanji”, así que no hay mal que por bien no venga.

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.