Opinión: Sonic Colors Ultimate
En un planeta
multicolor nació un erizo bajo el sol
Se ha hecho larga la espera, pero por fin tenemos un juego
nuevo del erizo que llevarnos a la boca. Bueno, nuevo, lo que se dice nuevo, no
es… Pero alguna cosilla nueva trae. De este modo Sonic Colors regresa rompiendo
por fin la exclusividad con las consolas de Nintendo, haciendo que (casi) todo
el mundo pueda jugarlo por fin.
Naturalmente, y como era de prever, el juego ha llegado
envuelto en polémica. Básicamente porque el propio Colors lleva siendo objeto
de polémica desde hace años, a lo que hay que sumar el jaleo que se ha montado
acerca de los presuntos fallos con los que se está diciendo que ha llegado. ¿Es
verdad? ¿Es mentira? No os preocupéis, pues arrojaremos algo de luz sobre el
tema para despejar dudas.
Pero antes hay que hablar un poco del propio Sonic Colors,
del original, y de sus diferencias con esta versión. Y es que parece que fue
ayer, pero se publicó originalmente en el año 2010 para Wii. En aquel entonces
básicamente vino a continuar la exitosa línea de “títulos menores” del erizo
para la consola de Nintendo, siguiendo los pasos de los Storybook Series.
Para ello, y atendiendo a las críticas hacía los títulos
anteriores, Sega decidió no arriesgarse con más experimentos jugables y dejar
únicamente la llamada “jugabilidad boost” de Sonic Unleashed. Para su sorpresa,
esto dejó sin argumentos de ataque a los detractores del erizo, lo que propició
unas críticas realmente buenas. En otras palabras, aquí no había “nada raro”
que criticar. Ni espadas, ni erizos-lobo, ni controles extraños. Solo Sonic
contra Eggman con una trama sencilla para todos los públicos.
Irónicamente una parte importante del fandom no recibió tan
bien estas cosas, pues acababa resultando algo tal vez demasiado sencillo, sin
la fuerza a la que nos tenía acostumbrados el erizo. Todo esto ha dado pie a
años de disputa entre fans y detractores del juego. ¿Pero qué hay realmente
detrás de todo esto? ¿Merece la pena jugarlo a estas alturas?
La respuesta a esta última pregunta es sencilla: Si. Sonic
Colors puede que haya levantado ampollas como juego del erizo, pero como
plataformas se ha mostrado como un juego sólido por el que los años han pasado
realmente bien. Quizá no sea lo que esperamos al jugar a un Sonic, pero como
juego en sí sabrá darnos al menos algunas tardes de diversión.
Finalmente Tails no será jugable, pero podrá salvarnos en ocasiones para ahorrarnos vidas. |
Gráficamente el original era de lo mejorcito de Wii, donde
aprovechaba toda clase de trucos técnicos para ofrecer un apartado visual capaz
de destacar entre los mejores títulos de la consola. Tanto es así, que no ha
sido sencillo portearlo a sistemas actuales. Pues está “tan hecho para Wii”,
que adaptarlo a otros sistemas es altamente complejo, por mucha potencia extra
con la que cuenten las máquinas actuales.
Esto ha dado pie a que se tengan que cambiar pequeños
detalles, como efectos de luz, o trucos de programación que utilizaba el
original. El resultado nos ofrece por lo general unos gráficos mejores, pero sí
que es cierto que algunas cosas parecían lucir mejor en Wii. No obstante, esto
entra en el terreno de los gustos personales de cada uno, pues habrá quién
prefiera ciertas cosas en el original, y quien las prefiera en el nuevo.
Todas las versiones correrán ahora a 60fps, excepto la de
Switch, que seguirá a 30 como el original de Wii. Esto nos permitirá apreciar
mejor los preciosos niveles que componen el juego, pues artísticamente Sonic
Colors es un regalo para la vista, incluso 11 años después. Lo único a lamentar
es que las secuencias entre fases sean las originales de Wii grabadas y reescaladas,
en lugar de generarlas el propio motor del juego como ocurría en el original.
La banda sonora era otro de los aspectos más destacables del
juego original, y aquí además podremos contar con remixes de algunos de sus
temas. Por desgracia, algunos de estos remixes solo vienen incluidos con la
versión digital de lujo, no así con la física. La cual por cierto se ha
retrasado en Europa sin fecha concreta. Esperemos que más adelante se puedan
adquirir estos temas por separado a modo de DLC.
En el apartado sonoro es también de elogiar el nuevo doblaje
en castellano, el cual no estaba presente en el original. Ahora podremos
entender mejor los chistes que suelta Eggman por la megafonía, y en líneas
generales se ha adaptado mejor el humor general del juego, con bromas más
entendibles en nuestro idioma.
La jugabilidad es mayormente en 2D, similar a la vista en
juegos como Sonic Unleashed, y Sonic Forces. Y a la lista de wisp disponibles
se le suma uno nuevo, el “Wisp Jade” que nos permitirá atravesar ciertas partes
del nivel en busca de secretos y atajos. Hay que recordar que estos wisp asumen
gran parte del protagonismo, pues sus poderes se suman a los de Sonic para
proporcionarle toda clase de habilidades, algunas imprescindibles para
completar las fases.
Para gustos los colores. |
Otra novedad son los elementos de personalización para
Sonic, como por ejemplo la estela de luz de la exitosa película del erizo, o
guantes y zapatillas de diferentes colores. Estos desbloqueables se suman al
Sonic Simulator del original a la hora de alargar la vida del juego, al igual
que los anillos de estrella rojos que nos darán acceso a poder jugar con Super
Sonic. Finalmente se han añadido batallas contra Metal Sonic a lo Sonic CD, o
Sonic Rivals, en las que deberemos llegar a la meta antes que el metálico clon
del erizo.
Todo esto ayuda a aumentar la duración de un juego que
realmente anda necesitado de ella, y es que cabe recordar que aquellos a los
que Sonic Forces les resultó demasiado corto y fácil, que esto es herencia
directa de Sonic Colors. En apenas una o dos tardes le habremos dado su
merecido a Eggman, y a partir de ahí dependeremos de los extras (tanto nuevos
como viejos) para rentabilizar el juego.
Este es uno de los problemas que ya presentaba el Sonic
Colors original, pero no es el único. Sus niveles están distribuidos de una
forma un tanto irregular, con fases cortas, que se entrecruzan con otras aún
más cortas. En algunos de estos niveles utilizaremos en todo momento algún wisp
o elemento del escenario, lo que frustra nuestro deseo de jugar con Sonic.
Como decíamos más atrás, la mayoría del juego es en 2D, pero
se supone que es un Sonic en 3D. Además, las escasas secciones en 3D son
básicamente “pasillos de bolera” en los que arrasar algunos enemigos con el
boost, o grindar barandillas y hacer loopings de forma automática. Esto puede
decepcionar a aquellos que busquen un juego moderno del erizo, en vez de otra
experiencia que apele a la nostalgia.
Otro problema son los jefes de final de fase, a los que en
ocasiones derrotaremos sin saber ni como lo hemos hecho, lo cual contribuye a
aumentar la sensación de falta de dificultad. Pero la ausencia más notable es
la de un verdadero jefe final, dando pie a un desenlace un tanto extraño y
descafeinado. Algunas de estas cosas se corrigieron en la versión para DS de
Sonic Colors, donde aparecen otros elementos exclusivos. Lo que da pie a
preguntarse por qué no estaban estas cosas también en Wii, o por qué no se han
añadido a esta reedición.
A todos estos problemas del original hay que sumarle la
polémica que ha habido por la presunta aparición de numerosos bugs graves a lo
largo del juego. Y es que no paran de subirse videos con toda clase de fallos,
algunos de lo más esperpénticos, lo que ha hecho que muchos se teman que el
juego ha llegado sin terminar.
Ahora podremos personalizar el aspecto de Sonic. |
Por si no había suficiente, ahora se sabe que algunos de
estos bugs son falsos, montajes elaborados, o simple corrupción del juego
propia de jugarlo pirata en un emulador casero de Nintendo Switch. Algunos de
estos fraudes ya han sido descubiertos, y habrá que ver si Sega decide tomar
medidas contra sus autores. Pero todo esto refleja una vez más lo que muchos ya
sabemos, y es que hay gente dispuesta a boicotear al erizo de la forma que sea,
por triste y ridículo que resulte.
Además estos falsos bugs hacen difícil al equipo de
desarrollo discernir cuales son reales y cuáles no, de hecho en Sega han
solicitado que se reporten los bugs reales para ser corregidos. ¿Significa eso
entonces que el juego tiene realmente bugs? Pues claro que los tiene, como
todos los juegos. La cuestión es si estos afectan negativamente a la
experiencia de juego.
Llegados a este punto, y basándonos en nuestra experiencia
real y en la de otras personas que sí se están molestando en jugarlo antes de
hablar, os puedo garantizar que se ha exagerado mucho sobre el tema, pues
incluso los bugs reales no aparecen tan fácilmente como aparentan hacerlo en
los videos. Sonic Colors Ultimate no será perfecto, pero no es el bugfest que
algunos nos pretenden hacer creer.
¿Pero quién podría hacer algo así? ¿Hay tanto odio absurdo
al erizo como para boicotearlo de esta forma? Los que somos habituales de esto
sabemos que sí, y que no es ni mucho menos la primera vez que pasa. La cosa es
que, a la pléyade habitual de haters, trolls, baiteros, y amargados habitual, hay
que sumarle una parte importante del fandom de Sonic que no siente especial
aprecio por Sonic Colors.
Esto se debe a la notable influencia que Sonic Colors ha
tenido en el transcurso de la serie durante estos años, afectando directamente
a títulos como Sonic Lost World, o Sonic Forces. No son pocos los que culpan a
Colors de haber generado la herencia negativa de esos juegos, todo en base a
las buenas críticas que recibió desde que salió en 2010.
¿Pero es esto culpa de Colors realmente? La respuesta es no.
El juego en sí no tiene culpa de nada, y sumarse al boicot simplemente porque
el juego no nos guste, no está bien. La culpa de todo esto es de quienes se han
pasado años elogiando en exceso este juego, pues incluso entre sus fans hay
muchos que saben que no es para tanto.
Metal Sonic vuelve dispuesto a darnos guerra. |
Todo este exceso de feedback positivo ha influido notable, y
negativamente, sobre Sega en los últimos años, sin saber realmente qué era lo
que quería su público mayoritario. ¿Es entonces culpa de Sega por no saber a
quién escuchar? No se le puede pedir a una compañía que tenga contento a todo
el mundo, y ya sabemos que aquí solo se oye a quién más ruido hace. Así que tal
vez sea hora de dejar de echarle la culpa a otros y mirarnos a nosotros mismos,
pues tanta culpa tienen los que han elogiado en exceso Colors, como los que se
han quedado callados cuando había que elogiar otras cosas. El que no llora, no
mama.
Que nos sirva a todos de experiencia para el futuro, como
aprendizaje de que el feedback positivo puede influir tanto o más que el
negativo. Sonic Colors es solo un juego, y no tiene la culpa de los devaneos de
un fandom y de una cultura gamer cada día más bochornosa, capaz de actos de tal
bajeza como falsear bugs para boicotear un juego.
Personalmente podrá gustarnos más, o menos. Incluso somos
libres de odiarlo si así lo sentimos. Pero nada justifica este tipo de
acciones, y somos nosotros mismos los que vamos a acabar pagando las
consecuencias de todo esto. ¿Queremos que Sega se harte de relanzar sus juegos
y deje de hacerlo? Porque ya van unas cuantas veces, y toda paciencia tiene un
límite…
En cualquier caso, Sonic Colors Ultimate cuenta con la
ventaja de llegar en el momento de mayor demanda de Sonic de toda su historia. Tras
el paso de la película, nunca antes había habido tanto interés por los nuevos
productos del erizo, y no me cabe duda alguna de que Sonic Colors Ultimate va a
vender a montañas, con o sin polémicas.
Esperemos que eso anime a Sega a reeditar más juegos del
erizo, así como títulos nuevos. Sinceramente no creo que nos lo merezcamos, si
hubiese justicia en el mundo, Sega dejaría de sacar sus juegos en occidente y
se quedaría tan a gusto en Japón, donde tan bien le van las cosas. Por suerte
para nosotros no es así, a y pesar de la vergonzosa actitud de esta comunidad,
me da que vamos a tener erizo para rato. Al menos mientras siga siendo
rentable…
En resumen, Sonic Colors Ultimate es una oportunidad de oro
para que todo aquel que no lo haya probado pueda por fin catarlo y decidir por
sí mismo si está justificada su buena fama o no. Y si ya lo conocéis, seguro
que os sirve como excusa para volver a disfrutarlo, degustando además las
novedades que incluye.
Habrá que esperar un poco en Europa para tenerlo en edición física. |
Como siempre digo, ignorad lo que se diga por ahí y probad
las cosas por vosotros mismos. Ya sabéis muchos cual es mi opinión personal
sobre Sonic Colors, pero eso no cambia el hecho de que sea un juego altamente
recomendable, y capaz de divertirnos incluso 11 años después. Id a por él sin
pensarlo, pues será un buen aperitivo para Sonic Rangers.
Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.