ANÁLISIS: Sonic Dream Team



Sonic Adventure 64

Sonic Dream Team llega por sorpresa, a última hora de un año que ya estaba a rebosar de contenido de Sonic. Tras años encerrados en sacar juegos de móviles de carácter menos ambicioso, que no por ello menos divertidos, SEGA HARDlight ha dicho "ya basta" y han querido demostrar que valen para más, de forma similar a lo que ya hizo el año pasado el propio Sonic Team con Sonic Frontiers. Dream Team sigue estando en móviles (y peor aún, con el apoyo durante el desarrollo que Apple ha aportado, las posibilidades de que llegue a otras plataformas son muy bajas) pero algo que por algún motivo no todos recuerdan es que los móviles de ahora y sus juegos no son los que teníamos hace 10 años. Los Candy Crush y Temple Runs siempre van a estar ahí, pero los dispositivos móviles ahora son capaces de ofrecer experiencias comparables a juegos de consola. ¿Es Dream Team una de ellas? Y más importante aún: ¿Es esa experiencia, una buena experiencia?

Sonic Dream Team no trata de emular juegos anteriores del erizo, y ya solo por eso empieza recibiendo puntos positivos. Llevamos muchos años en los que Sonic ha estado lanzando título tras título en la jugabilidad del Boost y si bien no son necesariamente malos, la saga necesitaba algo fresco y distinto. Frontiers fue la respuesta a eso, y Dream Team podría decirse que sigue una filosofía parecida. Eso no significa que no tenga parecidos razonables con otros títulos e inspiraciones más que visibles. 

No, esto no es Sonic Adventure 3 ni pretende serlo... pero si hubiera salido durante esa época hubiera pasado por un spin off de esos juegos sin problema alguno. Disponemos de 6 personajes divididos en 3 estilos de juego distintos (como en Sonic Adventure 2!). Sonic y Amy pueden hacer un pequeño impulso aéreo idéntico al Homing Attack que hacemos en los Adventure cuando no hay un objetivo cerca, y el Light Dash. Knuckles y Rouge pueden escalar y planear (aunque caen como rocas, muy parecido a Sonic 06, pero aún así mucho mejor que el planeo de Final Horizon...) y Tails y Cream pueden hacer uso de su vuelo tradicional. Todos ellos comparten el Boost y el Homing Attack. 

Si bien los movimientos que hay funcionan bien todos, se echa en falta algunas veces un Turbo Aéreo o el Pisotón de los juegos Boost. El control está bien, pero a veces haría falta algo más de precisión que quizá el Pisotón podría añadir. El juego varía mucho en rendimiento según el dispositivo donde juegues, yendo mejor en los iPhones que en iPads y sobre todo en los Apple TV, donde incluso el último modelo sufre para hacerlo correr a 60fps a pesar de ser un aparato dedicado a imitar una consola. En cualquier caso, entre la falta de precisión en algunos movimientos y que los controles táctiles limitan mucho la experiencia, juegues donde juegues recomiendo encarecidamente usar un mando. Xbox o PlayStation, o uno genérico mientras funcione, da igual. Pero por favor intentad usar mando.

La gran diferencia respecto a Adventure/SA2 es la capacidad de cambiar de personaje en cualquier momento durante los niveles, siempre y cuando los hayamos desbloqueado y el nivel lo permita. Personalmente no he sentido que me haga falta salvo ocasiones muy puntuales, pero tener la opción es algo llamativo y que sin duda muchos disfrutarán para explorar libremente.

El diseño de niveles es muy bueno. Quizá no llegue a la altura vista en Frontiers o Final Horizon, pero producen una diversión muy similar. En este caso no hay una diferencia entre Zona Abierta y Ciberespacio, si no que cada fase es una pequeña área abierta por la que moverse, siempre con un claro camino del punto A al punto B a pesar de ello. Mi única queja es que se sienten poco orgánicos, ya que la mayoría tienen la misma estructura de zona abierta -> sección de raíles -> zona abierta -> sección de raíles, etc... Pero por otro lado, explorarlos no se hace pesado gracias al reducido tamaño que tienen, y los contrarreloj son realmente divertidos de aprender y ejecutar.

Además de los actos principales, el juego nos obliga a pasar por diferentes misiones con una estructura similar a los Storybook o Colours: Un acto principal seguido de distintas variaciones del mismo, a elegir entre contrarrelojs, búsqueda de cristales (de nuevo, como en los Adventure! me pregunto en qué juego se habrán inspirado más...) o retos para personajes específicos. Las cuatro zonas tienen tres actos cada una, y cada uno de esos actos tiene otras seis misiones más. A pesar de la cantidad de misiones el juego es realmente corto, unas 2 o 3 horas si solo quieres ver la historia y quizá unas 5 para el 100%. También hay un sistema de misiones semanales que nos premian con figuritas coleccionables, lo que añadirá algunos ratos de juego extra en los próximos días. Eso sí, Sonic no necesita mucha más duración, como muchos de sus títulos han demostrado, y a diferencia de otros, este no se hace pesado en ningún momento. 

Esto último es especialmente aplicable a todos aquellos que además de disfrutar de un Sonic, sean fans del género de plataformas "collectathon". La estructura del juego es mucho más similar a eso que a un Sonic tradicional. Con cada misión que completemos se nos otorgará un Orbe, de los cuáles necesitaremos una gran cantidad para progresar. Además de estos orbes tenemos los clásicos Rings Estrella Roja, que nos darán un Orbe extra por conseguirlos en cada acto. Cada acto principal tiene también 30 monedas azules que nos recompensarán con más figuritas coleccionables. Y si con eso no exploráis bastante, tenéis las misiones de búsqueda de cristales, perfectas para Knuckles y Rouge, y algunas puertas que nos pedirán localizar tres llaves como aquella vez en Sonic Adve... bueno, eso.

Dos diferencias notables que si tiene Dream Team respecto a los Adventure son la historia y la banda sonora. La música, compuesta por Michiel van den Bos, se queda en simplemente una obra correcta, sin más. Ninguno de los temas es necesariamente malo, pero ninguno de los temas se va a quedar en vuestra cabeza más de un par de días. Junto a unos efectos de sonido muy pobres que carecen de impacto alguno la mayor parte del tiempo, y una actuación algo inferior a lo habitual en algunas de las voces (Rouge especialmente, aunque Cream suena algo forzada a veces) el apartado sonoro es quizá el más flojo del juego. 

La historia, escrita por Dan Rosatti y refinada por Ian Flynn, sin embargo, es uno de los puntos fuertes. Este juego no tiene ningún tipo de amenaza interdimensional invencible como ocurre otras veces. En este caso la "amenaza" es mucho más contenida. Pensad en algo de la escala de Murder of Sonic The Hedgehog o Sonic Heroes. Si, hay problemas, pero es más un capítulo desenfadado que un final de temporada. Tras Final Horizon y Superstars ambos teniendo historias más complejas que se desinflaban al final, algo más recogido y que sepa mantener el ritmo sin decaer se agradece muchísimo, y Sonic Dream Team lo hace con algo que esos títulos no tenían en ese aspecto: seguridad en sí mismo. Trae de vuelta a Rouge y Cream, esta última con momentazos en la historia, y la pequeña escala del conflicto saca a relucir la que para mi es la mayor fortaleza de Ian Flynn, los diálogos entre personajes y los momentos específicos. Cuando el villano requiere que Sonic se transforme tres veces para ser derrotado, los demás quedan muy en segundo plano. Aquí todos tienen su papel y su momento de lucirse (Cream y Knuckles especialmente tienen momentos fantásticos), y cuando no se están luciendo, simplemente oír las conversaciones entre ellos es puro deleite. ¡Por supuesto esto no quiere decir que historias como Frontiers sean malas, ni por asomo! ¡Las prefiero, personalmente! Pero echaba de menos juegos pequeños con una escala más reducida e igual de bien escritos. Después de todo, la única vez que tuvimos un juego pequeño fuera de la saga principal en los últimos años fue Team Sonic Racing, y su historia no era interesante, francamente. Murder y ahora Dream Team llenan ese hueco con una soltura increíble. Está bien ver a Super Sonic partiendo a dioses por la mitad, pero también está bien ver a Sonic animar a Cream a ser valiente y mirar adelante cuando las cosas se complican. 

En el juego no faltan tampoco las referencias y guiños a la saga: desde animaciones que referencian artes oficiales y animaciones de años anteriores, a secciones de niveles que homenajean otros juegos (incluyendo Lost World y, cómo no, Adventure!). Hay muchas posibilidades de que si sois fans, el juego os acabe sacando una sonrisa cuando menos os lo esperéis.

Después de tantos años sin juegos secundarios o distintos de lo que eran los de la saga Boost (coches aparte), este año hemos tenido un nuevo título principal 2D, una aventura gráfica, y ahora no uno si no dos juegos en completo 3D. Mejor aún, ambos títulos 3D cuentan con historias, estilos gráficos y jugabilidades totalmente distintas. Independientemente de cuánto hayan gustado esos juegos a cada uno, una cosa está clara: La saga ha salido de ese agujero de falta de originalidad. Primero Arzest en Superstars, y ahora SEGA HARDlight, han probado que pueden llevar el peso de un juego principal o al menos un spin off relevante. Sonic Dream Team es un juego de notable alto elevado aún más por el cariño y el carisma que derrocha, y la expresividad en las escenas animadas de Super Spline Studios que recuerdan a lo visto en títulos como El Ascenso de Lyric. ¿Qué serían capaces de hacer con un presupuesto más alto, hardware de consola o la producción del Sonic Team como la tuvo el equipo de Mania en su día?

Incluso si no podéis jugarlo por ser exclusivo, deberíamos celebrar no solo este título si no la posibilidad de que el Sonic Team tenga DOS estudios extra dispuestos y capaces de darnos nuevas experiencias en el futuro. Esas rampas de Dream Team se sienten muy parecidas a Sonic Riders... ¿Y si...? ¿Por favor?


*Este análisis se ha hecho jugado en un Apple TV 4K 3rd Gen y con un mando DualSense usando la versión publicada el día de lanzamiento, aunque hemos podido probar el juego en otros dispositivos.*