Opinión: El cuarto milagro de Nintendo.



¿Estamos ante una nueva salvación milagrosa de la Gran N?

Cuando uno repasa la historia de Nintendo evitando prestar atención a los fanboyismos de algunos, se da cuenta de que la trayectoria esta compañía tan importante para la industria del videojuego, no es ni mucho menos constante, ni ha sido siempre al alza. SI viésemos un gráfico de los progresos de Nintendo en los últimos 30 años, veríamos poco menos que una montaña rusa con varias subidas y bajadas.

Esta no es una industria fácil precisamente, aquí un solo error puede costarte exageradamente caro. Hemos visto caer a gigantes como Atari, o Magnavox, que iniciaron esta industria, y otras muchas compañías que cayeron después, como NEC, SNK, o Philips. Y sin irnos muy lejos tenemos el caso de Sega, a la que le bastó el “error” cometido con 32X para que los usuarios jamás la perdonasen, hasta el punto de que a día de hoy aun sigue sufriendo las consecuencias de aquello.

Si preguntamos a un fanboy de Nintendo, por descontado que no dudará en afirmar que a Nintendo siempre le han ido las cosas de maravilla y que nunca ha cometido errores ni ha tenido problemas, pero nada más lejos de la realidad. De hecho la compañía ha estado varias veces al borde del abismo en estas tres últimas décadas, pero siempre se ha salvado por lo que yo llamo “Los milagros de Nintendo”.

El primero de estos milagros acontece a principios de los 80, una prácticamente desconocida Nintendo decide cometer la inmensa locura de sacar una consola en Estados Unidos tras la crisis de los 80 que se llevó por delante a Atari. ¿Y qué ocurre? Que NES arrasa con el mercado estadounidense y coloca a Nintendo muy por encima de cualquier otra compañía del momento. Lo más curioso es que no fue Nintendo la única que intentó esta “locura”, pero ninguna otra compañía logró lo que Nintendo, a pesar de que en la mayoría de casos ofrecían productos mejores tecnológicamente.

Podéis llamarlo “suerte”, “saber hacer”, o como queráis, pero este despegue de Nintendo no fue algo normal. Claro está que hicieron las cosas bien, pero otras compañías también (había bastantes más además de Sega) y ni se acercaron a Nintendo. Con este primer milagro Nintendo no estaba en un peligro real, pero si que pasó del ostracismo a la fama mundial en apenas unos años. Tanto si fue por suerte, como si fue por saber hacer las cosas, ¿no es eso un milagro?

El primer milagro de Nintendo.

El segundo milagro de Nintendo no llegó en tan buenas circunstancias, rara vez veréis hablar a alguien sobre esto, pero Nintendo estuvo verdaderamente al borde del abismo con el término de la generación de los 16 bits. No por esta generación en sí, si no por el rotundo fracaso de todo su proyecto para la nueva generación. Todos sabemos ya lo del Super NES CD que Nintendo desarrollaba con Sony, pero este aparato no era un mero add-on, igual que no lo era el Mega CD. Estos aparatos se diseñaron para ampliar la potencia de las consolas existentes, probando una nueva fórmula de ampliaciones de hardware en lugar de la clásica de “matar el sistema viejo y sacar uno nuevo”.

Ahora sabemos que esta estrategia de add-ons no funcionó, pero Sega y Nintendo no sabían eso por aquel entonces, simplemente no querían perder lo que tanto les había costado ganar en la época de los 16 bits. Así el nuevo proyecto generacional de Nintendo se iba al traste, y lo que es peor, Sony se convertía de esta manera en una amenaza en toda regla. Por si no tenía ya bastante con competir con Sega, ahora se sumaba un león como Sony, que encima venía con sed de venganza tras las negociaciones fallidas.

Pero eso no fue todo, hoy en día se dice que Virtual Boy fue una locura genial, y todo el mundo quiere una por la frikada que es. Pero Virtual Boy no era un loco experimento, era nada menos que la sucesora de Game Boy, la consola portátil de nueva generación de Nintendo. ¿Y que pasó? Que comercialmente fue un fracaso aun mayor que el de 32X, que recordemos era un simple add-on, mientras que Virtual Boy era una nueva consola completa. Virtual Boy vendió menos que 32X, tuvo bastantes menos juegos, y era un concepto mucho más disparatado. Pero no veréis a nadie recriminando a Nintendo por ello, mientras que a Sega aun se la apalea por 32X.

Así Nintendo vio en poco tiempo como se quedaban sin nada, Super Nintendo poco podía hacer contra Saturn y PlayStation, Game Boy agonizaba de muerte, y la siguiente consola de Nintendo (la Ultra 64) era un proyecto en pañales que tuvo que ser acelerado para poder tener algo con lo que competir. Nunca Nintendo estuvo más al borde del abismo, y es aquí donde ocurre el segundo milagro. Los Pokemon. El propio Iwata reconoció hace unos meses que Pikachu y compañía salvaron a Nintendo, pues resucitaron una Game Boy prácticamente muerta, y llenaron las arcas de Nintendo a manos llenas.

El segundo milagro de Nintendo.

La Gran N se había salvado, al menos para aguantar otra generación. A Game Boy Advance no le fue mal, gracias en gran medida también a los Pokemon. Pero en consolas de sobremesa la cosa pintaba muy mal, Game Cube no llegaba a la suela del zapato a PlayStation 2 en ventas, Sony se había alejado demasiado llevándose por delante a Sega en el camino, y para colmo Microsoft se unía a la fiesta. Otra vez el futuro pintaba muy negro para Nintendo, pues ya sabían que no serían capaces de sacar una consola de nueva generación que hiciese frente técnicamente a las futuras 360 y PS3.

Es aquí cuando llega el tercer milagro; Nintendo DS, un proyecto alocado que ni siquiera era la sucesora directa de Game Boy Advance cuando se concibió, una maquina bastante inferior técnicamente a la que sería su rival, la PSP de Sony, pero que dejó la potencia a un lado para apostar por un nuevo concepto de jugabilidad. ¿Y que pasó? Éxito mundial, Nintendo DS se vendía por sacos, y rápidamente Nintendo llevó esta estrategia a las consolas de sobremesa. Prácticamente con una “Game Cube con 4 mejoras” y un nuevo concepto de jugabilidad, Wii se apoderaba del mercado y sobrepasaba ampliamente las ventas de PS3 y 360.

El tercer milagro de Nintendo.

Ninty lo había vuelto a hacer, la locura por la que nadie apostaba y que se convierte en todo un éxito mundial. Nintendo llenó sus arcas como nunca antes, alejándose del peligro inminente de acabar como Sega, y dándole la oportunidad de seguir luchando una generación de consolas más. Sin embargo todos sabemos lo que ocurre ahora, Wii U no esta teniendo el éxito esperado, los accionistas presionan a Iwata para que deje el mercado tradicional de las consolas y busque nuevos negocios.

A Nintendo no le falta el dinero, pero eso no quiere decir que quieran perder el que tienen. Iwata consiguió salvarse por los pelos el año pasado, convenció a los accionistas para que siguieran confiando en su proyecto actual, aunque las cosas no pintaban nada bien. ¿Llegará un cuarto milagro que permita a Nintendo seguir haciendo consolas de las de toda la vida? La experiencia nos dice que si, es más, ese milagro podría haber llegado ya…

Los Amiibo, otra locura de Nintendo, locura que la gente compra por sacos. ¿Son los Amiibo el cuarto milagro de Nintendo? Podría serlo sin duda, y esta vez no es ni mucho menos algo original o novedoso. Hace un año los gamers huían como la peste de los Skylanders o Disney Infinity, solo los más pequeños hacían triunfar estas figuritas interactivas. Basta recordar lo que pasó con aquellos rumores de hace unos años que decían que Sega podría hacer algo parecido con Sonic, todos nos llevamos las manos a la cabeza y nos temimos lo peor.

Sin embargo ahora lo hace Nintendo, ¿y qué pasa? Pues pasa que los Amiibo desaparecen de las tiendas, hay tortas por conseguirlos, todo el mundo los quiere, e incluso gente que no tiene una consola de Nintendo compatible con ellos. Los Amiibo son el nuevo producto de moda, y Nintendo llena de nuevo sus arcas con dinero fresco. ¿Salvarán los Amiibo el proyecto de Iwata? Las ventas de Wii U han mejorado notablemente, y la nueva 3DS (compatible con los Amiibo) se agota en las tiendas.

¿Será este el cuarto milagro de Nintendo? ¡Hazte con todos!

Solamente el tiempo nos dirá si Nintendo lo ha vuelto a conseguir, si ha vuelto a apelar a la suerte, o al saber hacer, o como queráis llamarlo. Pero no cabe duda alguna de que la Gran N tiene un respaldo que ninguna otra compañía tiene, ya sea de sus usuarios o de una suerte increíble que le hace salir de todo apuro. Por esto digo siempre que nunca hay que dar por acabada a Nintendo, si algo me ha enseñado la experiencia sobre Ninty, es que esta compañía siempre encuentra por donde salir.


Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.