Opinión: Quítame allá esos fangames


El debate sobre Nintendo y su retirada de juegos creados por fans de la red.

En tiempos recientes hemos sido testigos de cierta polémica entorno a las políticas que Nintendo está tomando acerca de los juegos creados por fans y subidos a Internet, ya que la gran N tumba rápidamente de la red prácticamente cualquier juego creado por fans que de un modo u otro le pueda resultar molesto.

Nintendo ya traía cola en los últimos años por su férreo control sobre los contenidos relacionados con sus juegos en la red, incluso por simples videos de gameplays. Pero esta polémica ha acabado involucrando de algún modo a Sega, ya que no son pocos los que hacen comparativa sobre la diferente manera de tratar estos asuntos de una y otra compañía.

Ahí tenemos Sonic Mania, con sus desarrolladores venidos del fandom de Sonic que han acabado por crear este juego oficial. Y no es ni mucho menos la primera vez que Sega hace esto, pues ahí tenemos por ejemplo las estupendas reediciones de Taxman de los Sonic clásicos de 16 bits.

¿Pero cuál es la diferencia aquí? ¿Por qué se actúa de forma tan distinta? No se trata de que aquí Nintendo sea un villano que solo quiere que compren sus juegos, si no que estamos ante una empresa que mira por sus propios intereses. No hay que olvidar jamás que cuando hacemos un fangames basado en franquicias de otros, estamos violando una propiedad intelectual. Realmente la ley ampara a la compañía en cuestión, por mucho que lo hagamos sin ánimo de lucro.

Por lo general las empresas no actúan en estos asuntos, ya que suelen ser cosas que no les afectan. Pero cuando se trata de juegos, y de compañías que hacen juegos, si. Hay que pensar que aunque no se cobre por el juego, igualmente se está perjudicando económicamente a la compañía, ya que si podemos descargar de forma gratuita un juego, que es en muchos casos mejor que los oficiales, ¿para qué vamos comprar el oficial?

Uno de los fangames tumbados por Nintendo.

Nos guste o no, Nintendo está en su perfecto derecho de hacerlo. Otra cosa es que realmente les salga a cuenta hacerlo, y eso es algo que quizá en Nintendo no hayan tenido en cuenta. Y es que Sega no es la única empresa que ha dado manga ancha con este tipo de cosas en la red, ahí está Capcom y los innumerables fangames y hacks de Resident Evil que hay disponibles. O los Mugen de lucha que no deben hacer demasiada gracia a cualquier empresa que haga juegos de este género.

¿Por qué unos lo permiten y otros no? Simplemente porque no suele compensar ir contra ellos, ya que el número de usuarios que evitaría comprar un juego original al disponer de uno de estos fangames, es muy reducido. Mientras que el perjuicio a la imagen de la compañía es bastante notable, y más si se hace a lo bestia como lo está haciendo Nintendo en tiempos recientes.

Sega ya aprendió esta lección por las malas hace unos años con el caso de Streets of Rage Remake; aquel genial fangame que fusionaba y mejoraba la trilogía Streets of Rage. Lo curioso aquí es que la propia Sega había dado permiso para la creación de dicho fangame, pero cuando el juego estuvo terminado, Sega amenazó a los desarrolladores para que lo retirasen de la red bajo amenaza de demanda.

En el caso de Streets of Rage Remake hubo varios factores determinantes, el primero que a Sega no le hizo ninguna gracia que desde las páginas donde se daba soporte al juego, se aceptasen donaciones económicas referentes al proyecto en plan kickstarter. El segundo se supo tiempo después, y es que por aquel entonces Sega tenía sus propios proyectos sobre Streets of Rage en desarrollo, aunque finalmente acabaron cancelados.

También coincidió con la época en la que Sega había reeditado algunos Streets of Rage originales de forma descargable. Y finalmente influyó algo que ocurre en todas la compañías, y es que sus empleados suelen ir rotando, de modo que en los años que pasaron, la gente de Sega que permitió el fangame ya no era la misma.

Sega no siempre estuvo tan abierta a los fangames.

En este caso Sega tenía motivos de sobra para actuar como actuó, para desgracia nuestra y de los pobres creadores de Streets of Rage Remake que eran los que menos culpa tenían. Sin embargo y a pesar de estar justificado, las consecuencias para la imagen de Sega fueron bastante negativas. La compañía fue duramente criticada por su actuación, lo que les llevó a plantearse si realmente compensaba ir en contra de estas cosas.

Y es que realmente es así, y es algo de lo que Nintendo debería aprender. Es comprensible su preocupación de que les pueda quitar ventas, y su actuación es perfectamente legal y lógica. Pero hay que mirar si realmente les merece la pena, y más en una época en la que la imagen de Nintendo se está viendo seriamente afectada por otros motivos, como el descalabro de Wii U.

Poca gente va a dejar de comprar juegos oficiales porque haya fangames que sean incluso mejores, y entre los que lo hagan, la mayoría no tendrían intención o medios para comprar los oficiales igualmente. No compensa arrastrar por el suelo la imagen de la empresa por un perjuicio tan pequeño, y más tratándose de Nintendo, que es una compañía que depende y mucho de su fandom y de su imagen.

Además si se maneja bien, esto puede ser incluso beneficioso para la compañía, de hecho puede ser bastante bueno. Sega ha acabado por aprender a sacar beneficio de ello, y es que han comprendido que si los fans son capaces de llegar a crear juegos de tanta calidad, lo mejor es aliarse con ellos y sacar así beneficio mutuo. Esto es lo que se está haciendo con Sonic Mania, y los resultados por el momento son inmejorables.

Se pueden aprender muchas cosas buenas de Sonic Mania.

Sega consigue vender juegos de muy alta calidad con unos costes de desarrollo muy bajos, los desarrolladores están felices por trabajar con Sega, el resto de fans están contentos, y la imagen de la compañía no solo no se ensucia, si no que mejora. Todo son ventajas. La pregunta ahora es cuanto tardarán en Nintendo en darse cuenta de esto y aprovecharlo, eso si es que llegan a hacerlo, claro.

Además también les sirve como cantera de empleado para sus estudios principales. Y es que quién sabe, a lo mejor en un futuro vemos a algun fan dentro del Sonic Team. Ahí tenemos la historia de los chicos de M2, que comenzaron haciendo juegos en su casa y acabaron siendo los encargados de la mayoría de reediciones de clásicos que se hacen en la actualidad, y con una calidad inmejorable fruto de su pasión por estos juegos.

Lo que está haciendo Sega con respecto a este tema, puede servir de inspiración a otras compañías para que saquen beneficio de ello. Ya que los juegos creados por fans son un recurso muy valioso y fructífero si se sabe aprovechar. ¿Despertarán en Nintendo y cambiaran las cosas? ¿O seguirán atacando fangames en Internet? Quién sabe, lo mismo Nintendo decide seguir los pasos de Sega dentro de unos años, y entonces la gente irónicamente les aplauda por su ingeniosa idea y por su espíritu visionario e innovador. Cosa que no sería la primera vez que pasa…


Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.