Opinión: Sonic Mania 1995



¿Qué habría pasado si Sonic Mania hubiese salido para Saturn?

Cuando salió Sonic Mania se nos dijo que se había utilizado como techo técnico lo que se podría haber mostrado en una Saturn en su época, aunque en realidad es más bien como una Mega Drive/Genesis dopada, o lo que es lo mismo, con Mega CD y 32X.

¿Pero qué habría pasado si realmente Sonic Mania hubiese salido así tal cuál en Saturn? Pongamos por ejemplo allá por 1995, cuando la consola necesitaba fervientemente un Sonic que le ayudase a vender. ¿Habría salvado Sonic Mania a Saturn de acabar sus días antes de tiempo? Veamos.

Si nos atenemos a las notas que se le han dado actualmente a Sonic Mania, cabría pensar que efectivamente habría sido un fuerte impulso para las ventas de Saturn, al fin y al cabo Mania parece estar vendiendo bastante bien a pesar de no haber salido siquiera en formato físico.

No cabe duda de que Mania es un gran juego, ¿pero habría sido tan bien recibido de haber salido en 1995? La respuesta a esta pregunta es bien sencilla, un claro y rotundo no. De hecho le habría caído tal somanta de palos que probablemente habría perjudicado más a Saturn de lo que la habría ayudado.

¿Por qué? ¿En qué me baso para llegar a tal conclusión? Pues probablemente cualquiera que viviese activamente aquella época sepa ya por donde voy, y si no la vivisteis, os recomiendo practicar un poco la arqueología por revistas de la época para que vosotros mismos veáis que esta es la única respuesta posible a la pregunta que planteo.

Imaginemos que el juego hubiese salido tal cuál, es decir con los mismos gráficos pixelados, sus videos animados, la jugabilidad clásica, etc. Para empezar esos mismos gráficos pixelados que ahora tanta nostalgia parecen rezumar, en su época habrían sido motivo de mofa y burla bajo la acusación de estar ridículamente obsoletos. Si, aún con sus fluidas animaciones y todos esos detallitos.

¿Habría salvado Sonic Mania a Saturn?

¿Por qué? Pues básicamente por dos motivos: El primero de ellos es porque este tipo de gráficos mediante sprites 2D se consideraban algo primitivo y desfasado en aquel entonces, y eso a pesar de que en 1995 Mega Drive/Genesis y SNES aún seguían activas, incluso la todopoderosa Neo Geo.

Los polígonos habían empezado a invadirlo todo, y antes que eso lo hicieron los gráficos prerenderizados. Cualquier cosa echa mediante sprites era apaleada y menospreciada desde el punto de vista técnico, y esto es algo que vosotros mismos podéis comprobar revisando viejos análisis en vetustas revistas de la época.

Hasta a Sonic CD se le criticó en su momento por no aprovechar el potencial de Mega CD y “parecer un juego de cartucho”. Si, lo que leéis. Así que imaginad en Saturn… Curiosamente esta moda por el 3D no fue tan fuerte en Japón y allí hay muchísimos juegos en 2D para Saturn y PlayStation, de hecho muchos son autenticas obras maestras, y sin embargo pocos llegaron a occidente. ¿Por qué? Porque entonces en occidente se apaleaba todo lo que no fuese 3D.

Por eso mismo Sonic 3D se llevó puntuaciones perfectas, a pesar de que jugablemente tenía poco que ver con los anteriores Sonic de Mega Drive/Genesis. Le bastaron unos espectaculares gráficos prerenderizados y una secuencia de introducción en video, para que la prensa se deshiciera en elogios teniendo en cuenta las limitaciones de Mega Drive/Genesis.

El otro motivo por el que no habría sido bien recibido desde el punto de vista técnico, es que Mania está muy por debajo del nivel gráfico que es capaz de ofrecer la propia Saturn. Ya que puede que esos pequeños elementos poligonales parezcan propios de esta consola, como los que aparecen durante las fases de bonus. Pero los sprites 2D están muy por debajo del nivel que era capaz de ofrecer.

Para esto basta con echar un vistazo al clásico Astal de la propia Saturn, cuyos gráficos 2D están muy por encima de lo visto en Sonic Mania, con transparencias incluidas. Y a pesar de todo, Astal fue un juego que pasó sin pena ni gloria, hasta el punto de que ni siquiera llegó a Europa.

Astal, una obra de arte en movimiento que pasó sin pena ni gloría.

Pero esto es solo en lo referente al apartado visual, ¿qué hay del sonoro? Pues tampoco habría sido bien recibido a pesar de sus geniales composiciones. Hablamos de una época en la que empezaban a imponerse los temas orquestales con calidad real, mientras que eso del chiptune era entendido como algo obsoleto, no como un ejercicio de nostalgia. Curiosamente hasta el hecho de que los personajes no hablasen también habría sido motivo de crítica.

¿Y que hay del aspecto jugable? Este es quizá uno de los apartados más aplaudidos de Sonic Mania por recuperar bien las mecánicas clásicas. ¿Pero cómo habría sido recibido en 1995? Pues a palos como el resto, peor aún de hecho. Recordad aquello que yo mismo os he contado aquí más de una vez, a Sonic se le criticaba entonces y mucho por no innovar en el plano jugable y repetir una y otra vez lo mismo.

Ya juegos como Sonic CD o Sonic 3 & Knuckles recibieron algún que otro palo por esta falta de originalidad. Precisamente la fórmula clásica que ahora tanto se aplaude, se criticaba en aquel entonces. De hecho esa es otra de las razones por las que Sonic 3D fue tan bien recibido, juego que por cierto salió en 1996.

En cuanto el crítico de turno se hubiese vuelto a encontrar con más de lo mismo, pero encima corriendo en una Saturn, le habrían corrido ríos de bilis por las comisuras. Para colmo por fieles que sean las físicas del Retro Engine a las originales, tampoco los son al 100%, por lo que encima habría sido levemente inferior a pesar del salto tecnológico.

¿Y las preciosas secuencias en video? Pues para empezar en aquel entonces no eran ya nada del otro mundo, prácticamente todos los juegos las tenían. Peor aún, las de Sonic Mania son secuencias animadas, en un momento en el que el CGI comenzaba a imponerse. Las secuencias de video de Sonic Mania simplemente habrían sido vistas como una ligera mejora de lo ya visto en Sonic CD dos años antes en un hardware muy inferior.

Para colmo el modo para dos jugadores de Sonic Mania está basado en el de Sonic 2, que fue uno de los principales motivos de queja cuando Sonic 2 salió allá por 1992. Imaginad la reacción de los analistas al encontrarse con lo mismo tres años después para un sistema que estaba a años luz en el aspecto técnico… Y tampoco habrían tirado precisamente cohetes ante la trama…

El potencial 2D de Saturn estaba muy por encima de lo visto en Sonic Mania.

Si a todo esto le sumamos la larga lista de bugs con los que nos llegó Sonic Mania, hasta el punto de que muchos de ellos aún siguen ahí a pesar del parche, pues ya habría sido la guinda del “pastel marrón” con el que los medios y buena parte de los usuarios habrían recibido al juego (y no precisamente marrón chocolate…)

Con todo esto no pretendo ni mucho menos insinuar que Sonic Mania sea malo o que estas críticas hubiesen estado justificadas, pero me resulta tremendamente curioso como cambian los resultados en base a la situación de cada tiempo. Elementos meramente subjetivos apoyados por las modas del momento son capaces de hacer que un juego se lleve dieces, o se lleve cuatros, nota que probablemente le habrían dado al juego.

Para colmo hay que tener en cuenta que han pasado nada menos que 22 años desde 1995, lo que se traduce en una evolución brutal del hardware. Si Sonic Mania ya se habría considerado terriblemente obsoleto en 1995, ¿qué habría cabido esperar 22 años después?

Todo esto es digno de estudio sociológico, porque me cuesta creer que detrás de todo esto simplemente se esconda la pura nostalgia, si bien está claro que este subjetivo sentimiento es responsable en gran medida. Y no, para esto no sirve como excusa el decir “bueno, es que Mania lo han hecho unos fans”, porque los medios de los que han dispuesto para hacerlo no serán muy diferentes de los que había en 1995. De hecho hoy en día contamos con herramientas que facilitan bastante el trabajo. Eso por no mencionar que Mania sigue siendo un juego oficial de Sega, con todo lo que ello conlleva respecto al presupuesto y los recursos

No son pocos los análisis que le han dado mejores notas en gráficos a Mania que a Forces, a pesar de estar ambos corriendo en los mismos sistemas. Si, está claro que entran en juego otros factores como el elemento artístico, o que Sonic Mania pretendía deliberadamente mostrar ese aspecto visual. ¿Pero llega a justificar eso una diferencia de notas tan remarcable? Conste que hablo solo de gráficos en este momento.

De un modo u otro esto debería hacer que nos planteásemos hasta que punto nos dejamos llevar por las tendencias y las modas, por no mencionar la cada vez mayor presencia del factor nostálgico y las subjetivas apreciaciones personales. La objetividad se muere ahogada por un tsunami de opiniones, modas, y sentimientos. Todo mientras cabe empezar a preguntarse si realmente estamos avanzando hacía delante.

Incluso Sonic 3D fue acusado de estar obsoleto en su paso por Saturn.

A mí personalmente ya sabéis que los años no me afectan a la hora de jugar a un juego, tan pronto estoy jugando con PS4 como con Atari 2600. No me supone ningún esfuerzo jugar a Sonic Mania como si lo estuviese haciendo en 1995. Y es precisamente por eso por lo que me resulta tan curiosa la drástica diferencia en la reacción de la gente y los medios según la época.

Insisto una vez más que esto no es ni mucho menos una crítica a Sonic Mania, si no una reflexión sobre la sociedad actual y pasada. A mi personalmente no me pareció bien aquella imposición del 3D en su momento a la vez que se atacaba todo lo que no fuese seguir esa moda. Y del mismo modo tampoco me parece bien que ahora se haga esto a la inversa con semejante desproporción.

Cuando desaparece el equilibro entran en escena los extremismos, y eso es algo que cada vez parece estar más y más de moda a pesar de ser algo muy peligroso. ¿Seguir al rebaño? ¿O pararse uno mismo a pensar si las cosas son realmente como dicen? Yo personalmente nunca me cansaré de recomendar encarecidamente lo segundo.


Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.