¿Seguir la moda? ¿O jugar o hacer lo que realmente te gusta?

El tema que voy a tratar hoy, es un fenómeno muy común y del que puede que incluso vosotros mismos hayáis sido participes en algún momento. En principio no es algo malo, pero tampoco es bueno. Hablo de lo que yo llamo “ser un jugador on-rails”, algo que puede ser aplicable a prácticamente cualquier cosa, pero que aquí trataremos desde el punto de vista que toca en este medio, que son los videojuegos.

Para entender de qué estoy hablando, basta con imaginarse un coche y un tren. El coche puede ir más o menos por donde quiera, puede salir de la carretera e ir por caminos que no son los habituales. Pero el tren no, el tren siempre sigue su vía, y va del punto A al punto B, sin variaciones en su camino, a no ser que alguien le ponga otra vía para seguir. Esto también ocurre con las personas, en lo que de siempre se han llamado “las modas”. Seguir tu propio camino, o seguir el camino de otros. Ahí se resume todo.

De siempre ha existido el jugador que se ha dejado arrastrar por lo que le decían sus amigos, o el tipo de la tienda donde compraba los juegos. Mientras que otros buscaban informarse y experimentar cosas nuevas. Hoy en día, y como pasa con muchas otras cosas, Internet ha aumentado este fenómeno, y ahora no tenemos a un tipo que juega a lo que le dicen sus amigos, si no a miles y miles de personas que juegan a lo que les dice el youtuber de turno, o a lo que está de moda en los foros.

Es posible que alguna vez os hayáis sentido un poco “marcianos” en esto de los juegos, gustándoos títulos que no estaban de moda o que incluso eran vapuleados por el gran público. Si entráis aquí supongo que es porque os gusta Sonic, así que daré por sentado que esta sensación os es más que familiar… Y es que nuestro erizo siempre ha tenido gran cantidad de detractores, especialmente en los últimos años, en los que parece que jugar a juegos de Sonic ya es motivo suficiente como para que te señalen con el dedo y se rían de ti.

Si es este es vuestro caso, podéis consideraros jugadores todoterreno o contracorriente, que por suerte no somos pocos. Pero existe una gran cantidad de jugadores que se dejan guiar por las modas, tanto en juegos modernos, como en juegos retro. Ya os comenté en el anterior articulo lo que pasa cuando un sistema retro se hace popular, allí va todo el rebaño, y en la mayoría de casos se hace simplemente porque está de moda hacerlo. En cuanto a juegos modernos, se decide cuales títulos deben ser jugados y cuales no. Y todo el que se salga de eso es considerado “casual” o algo peor.

El fenómeno youtuber también influye bastante en esto, hasta hace unos años eran los foros los que “movían” a los jugadores on-rails hacia un lado u otro, pero ahora los youtubers están tomando el poder. Algunos realmente actúan de forma adecuada y simplemente buscan mostrar al mundo lo que saben, o simplemente informar, o divertir. Pero por desgracia hay muchos que actúan siguiendo la moda de turno, y van diciéndoles a sus seguidores lo que deben hacer, o qué juego o sistema deben comprar.

No voy a citar nombres de juegos concretos, pero cada vez son mayores los casos en los que un juego es excesivamente sobrevalorado y acaba estando hasta en la sopa sin merecerlo realmente. Mientras que por otro lado, otros juegos de gran calidad son infravalorados e incluso apaleados públicamente como si fueran lo peor creado por la humanidad, y por lo tanto debieran ser quemados en la hoguera. Algunos de estos movimientos están incluso “patrocinados” por compañías que buscan fomentar la fama de su producto, o difamar el producto de otro. Y esto no solo ocurre en Youtube, si no también en algunos medios especializados (que no en todos).

Youtubers o redactores de webs/revistas que reciben caros regalos de determinadas compañías, o que sufren el ataque de ciertas empresas por no hablar bien de sus productos. Cualquier medio que llegue al gran público es susceptible de ser controlado y manipulado, y con él todas las personas que lo siguen y depositan su confianza en ellos. Y lo peor de todo esto es que se acaba dando mala fama a todos estos medios, tanto medios bien intencionados, como medios sin escrúpulos, y acaban pagando justos por pecadores.

¿Cómo evitar todo esto? ¿Qué puede hacer uno como jugador ante estas cosas? Pues lo mismo que se aplica a otro campos, decidir por uno mismo y no dejarse influenciar por lo que diga la masa social. Una cosa es que un amigo te recomiende un juego, y otra comprar, o no comprar, un juego determinado por el hecho de que un tipo que ni conoces realmente, haya dicho en Internet que debes hacer esto o aquello. Buscad siempre vuestro propio camino, e informaos bien de las cosas antes de actuar.

Otra vertiente de este fenómeno son los juegos que acaban pasando sin pena ni gloria, llegando a haber incluso géneros enteros que acaban desapareciendo por culpa de estas modas estúpidas. Unas veces por quejas infundadas sobre el juego en sí, y otras por la mala fama que tenga de antes la compañía que lo hace. Si a ti no te gusta “X” juego, no juegues a ese “X” juego sólo porque es la moda del momento. Y si te gusta “Y” juego a pesar de que todo el mundo lo ataca, crítica, o ignora. Juégalo y pasa de lo que diga la gente.

Por experiencia propia os garantizo que es la mejor forma de divertirse con este mundillo, explorar por uno mismo entre los juegos retro, e ir solamente a por aquello que nos gusta, esté de moda o no lo esté. O comprar un juego o consola actual en base a lo que creéis y a lo que os gusta, y no a lo que otra persona os haya dicho. Esta es la mejor manera de evitar caer en manipulaciones, y es aplicable a todo, no solo a videojuegos.

A veces me preguntan cómo he conseguido ser fan de Sonic durante todos estos años de manera ininterrumpida, así como de otras sagas que sigo desde sus orígenes. Estas sagas, y especialmente Sonic, han tenido sus épocas de impopularidad, y si he seguido siendo fan de ellas, es porque he evitado las modas y he ignorado lo que decían este o aquel, jugando solamente a lo que yo quería jugar. Algo que también puedo aplicar a las consolas, y debo decir que no me arrepiento ni lo más mínimo.