Opinión: ¿Tiene Sega mala suerte?


Parece que Sega se haya cruzado con un Big the Cat negro.

Desde siempre ha habido el debate acerca de si existe o no la mala suerte, unos dicen que si, y otros dicen que no y que es uno mismo el que marca su camino. En estos debates siempre suelo usar una técnica que me funciona bastante bien, escoger el 50% de cada postura y mezclarlo. ¿El resultado? Pues que si, aunque uno mismo sea quien marque su camino y lo que haga influirá en lo que le ocurra en el futuro, la suerte está ahí para bien o para mal, y parece acompañar más a unos que a otros. ¿En base a qué? Quién lo sabe…

Si cruzas una calle sin mirar y te atropellan, eso no es mala suerte, es imprudencia, error propio. Pero si la cruzas mirando que no venga ningún vehiculo, y al llegar a la otra acera te cae un piano de cola encima, entonces eso si es mala suerte. La fatalidad acecha tras cada esquina, pero también la buena suerte, si es que le caemos en gracia… La suerte parece actuar de forma inteligente, escogiendo cuando, como, y a quien ayudar, o entorpecer.

Pero, ¿puede tener mala suerte una compañía? ¿Tiene Sega mala suerte? Tras muchos años dándole vueltas llego a la conclusión de que la empresa que creó, dirige, y controla el destino de nuestro erizo azul, tiene bastante mala suerte. Su historia está salpicada de acontecimientos propios de una maldición gitana, y aquí no vale la excusa del “es que ellos se lo buscan”, porque se puede cometer un error, dos errores, tres… Pero por muchos errores que cometas, si la suerte está de tu lado no pasará nada. Y si no es así, esos errores te costarán muy caros, más de lo que deberían costar.

Pero hagamos un pequeño repaso de la historia de Sega y después decidid vosotros mismos si tiene mala suerte o no, o si ella misma se lo ha buscado, o si hay un poco de ambas cosas. Para empezar, los inicios de Sega fueron bastante complicados, la compañía cambió de manos más de una vez. Se embarcase en lo que se embarcase, parecía no terminar bien, hasta que un día le dio por los videojuegos.

Sega lanzó su primera consola (la SG 1000) exactamente el mismo día que Nintendo sacó la Famicom. No fue algo planeado, simplemente cosa del destino. Ambas compañías partían de una situación similar, no eran nadie en el mundo del videojuego aun, habían tenido algunos éxitos, pero poco más. La Famicom se convirtió en la NES y todos sabemos ya lo que pasó, arrasó sin contemplaciones. Sin embargo Sega siguió exactamente los mismos pasos, y SG 1000 en cambio duró un suspiro y fue tragada por la historia como si jamás hubiese existido.

“SEGAFE”

Entonces Sega sacó Master System, aquí la diferencia técnica con NES era más que evidente, y sin embargo la consola corrió un destino similar. Excepto curiosamente en Latinoamérica, especialmente en Brasil, donde no era Sega quién la fabricaba y distribuía, si no Tec Toy. ¿Sin Sega de por medio se rompe la maldición? Solamente el mercado europeo se saltó la norma, y lo hizo aprovechándose de la “debilidad” de Nintendo por aquí en aquel entonces. Es decir, se lo tuvieron que poner “fácil”.

Con Mega Drive/Genesis Sega vivió su época dorada, con ella alcanzó su fama, y de hecho de no ser por esta etapa, probablemente Sega habría pasado sin demasiada pena ni gloria por la historia de los videojuegos como tantas y tantas otras compañías. Sin embargo Sega tuvo que sudar su fama, le costó mucho conseguirla. De hecho tuvo que hacerlo a base de iniciar una “guerra” de marketing con Nintendo que le dejó secuelas de por vida. Aun es mucha la gente que odia a Sega simple y llanamente porque crecieron odiándola, recibieron el mensaje de que Sega era el enemigo, y nunca alcanzaron la madurez mental para entender que eso era una tontería. Todo esto aun le trae consecuencias negativas a Sega en la actualidad, como bien sabemos…

En esta época nace Sonic, el personaje de videojuego más apaleado y criticado de todos los tiempos. No importa si se hacían bien o mal las cosas, las críticas, burlas, y ataques, siempre acompañan a Sonic desde 1991 cuando fue creado. Aun me sorprende que nuestro erizo haya logrado llegar hasta aquí a pesar de estar rodeado de tanto odio sin sentido. Solamente Sega podría crear un éxito de semejante calibre, y que aun así este sea pasto de los ataques durante generaciones.

Con Game Gear Sega adoptó una estrategia similar a la usada por Sony mucho después con PSP, una consola potente y técnicamente avanzada. Pero todos sabemos lo que pasó, y ahora Game Gear es recordada como otro fracaso más (sin serlo), y como un paraíso dorado para los fabricantes de pilas. “¿Game Gear? (laughter) no”. Escudarse en la duración de pilas para justificar esto es absurdo, cierto que Game Boy gastaba muchas menos pilas, pero el consumo de Game Gear era similar al de otros sistemas de la época como la Atari Lynx. Una vez más a Sega se le cobró demasiado caro su supuesto “error”.

A Mega CD/Sega CD le debemos mucho, fue toda una innovación en su momento, Sega se dejó el alma para sacar adelante ese proyecto y ofreció un producto que os puedo asegurar de primera mano que era sobradamente bueno. Incluso logró cosechar unas ventas aceptables, y sin embargo Mega CD pasó a la historia como uno de los mayores fracasos de esta industria. Acabó arrastrando multitud de falsos estereotipos que lo convirtieron en el hazmerreír de muchos. Eso sí, si Nintendo intentaba sacar lo mismo y fracasaba antes si quiera de empezar, entonces no pasaba nada…

Con 32X si está claro que fue una pésima gestión por parte de Sega la que llevó al traste este sistema, sin embargo Sega lo pagó demasiado caro. El fracaso de un simple add-on de Mega Drive le ha pasado factura durante el resto de su existencia, y la gente no parece dispuesta a perdonarle aquello. 32X sentenció de muerte a toda consola de Sega posterior. ¿Es justo castigar así a una empresa por un fallo?

¿Hasta cuando seguirá la gente recriminándole a Sega lo de 32X?

Si nos vamos a Nintendo, tenemos allí un ejemplo de fracaso incluso mayor que el de 32X. Esto no era un simple add-on, no era un aparatito. Era la nueva generación de consola portátil de Nintendo, la sucesora de la Game Boy. Hablo claro está de Virtual Boy. ¿Pagó Nintendo este error? No. Los Pokemon aparecieron de la nada para salvar el día, Game Boy resucitó y vendió lo que no está escrito, y Nintendo se salvó del desastre escondiendo el cadáver del Virtual Boy bajo la alfombra sin que nadie dijese ni pío.

Sin embargo antes de que llegasen los Pokemon, Nintendo vivió un momento de pánico. El fracaso antes de nacer del Super NES CD, y el descalabro de Virtual Boy, dejaba el terreno despejado para que la Saturn de Sega colocase a esta en una posición de clara ventaja. ¿Y qué ocurrió? Alguien en Sony se encabezona en sacar una consola a pesar de que el resto de la compañía lo consideraba una locura, sale la PlayStation, y adiós Saturn.

Se critican mucho las decisiones de Sega en la era Saturn, pero lo cierto es que hubiesen hecho lo que hubiesen hecho, Saturn ya nació herida de muerte por el castigo exagerado del público hacia 32X, y porque PlayStation era básicamente una apisonadora que se llevó por delante todo a su paso. Para colmo, Sega tuvo que dar muerte a todos sus otros sistemas para centrarse en Saturn y poder hacer frente a Sony, lo que dañó aun más su imagen.

El siguiente episodio nos lo sabemos de sobra ¿verdad? Sega aprende de todos sus errores y saca una consola en la que no descuidan un solo detalle, Dreamcast. Sobrada de potencia técnica, repleta de innovaciones, apoyada por una fuerte campaña de marketing, con un catálogo de juegos de ensueño, y todo por un precio módico. ¿Cuál fue el error de Sega con Dreamcast? Ninguno, si acaso “ser Sega” supongo…. El castigo incipiente por parte de la gente, y el éxito aplastante de Sony, se bastaron para dar muerte a la última consola de Sega.

El único error de esta consola fue ser de Sega.


Ya sin hardware de por medio, a Sega parecía esperarle un prometedor futuro como third party, sus juegos llegaban a todos los sistemas y vendían bien. ¿Estaba la maldición de Sega en el hardware? ¿Se habría librado de ella? Ni mucho menos. El señor Simon Jeffery toma el control de Sega of America bajo la política de sacar juegos de cualquier manera, pues los “niños” los comprarían igualmente sin importar su calidad.

En esta etapa Sega descuida horriblemente sus productos, firma acuerdos que traen consecuencias nefastas, juegos a medio terminar como Sonic 2006, y desastres como el de Sonic Genesis para Game Boy Advance. Vuelven las malas críticas a Sega, la mayoría de sus genios (incluido Yuji Naka) abandonan el barco, y se inicia una nueva etapa oscura para Sega de la que aun lucha por recuperarse. ¿Mala gestión? Pésima diría yo… Pero también hay que tener la mala suerte de ir a darle el mando a incompetentes capaces de hundir una compañía de semejante tamaño con tanta “eficacia”.

Y todo esto no es más que un resumen, la historia extendida de la mala suerte de Sega llenaría un libro entero. Hoy en día sin ir más lejos tenemos un caso claro de esto: Bayonetta. Sega y Platinum Games se alían para crear este juego que en condiciones normales debería haber tenido éxito. Pero todos sabemos ya que pasa cuando un juego lleva estampado el logo de Sega, y así Bayonetta pasó sin pena ni gloria en su momento.

Ahora Nintendo rescata a Bayonetta y nos trae su secuela, ¿y que ocurre? Que ahora todos quieren a Bayonetta, todos quieren jugar tanto a la nueva secuela, como al título anterior que nadie quiso. Bayonetta, el juego que bajo el abrigo de Sega acabó siendo regalado por la cadena de tiendas Game en el Gamefest de hace unos años porque no eran capaces de deshacerse de él, ahora provoca peleas por conseguir las reservas de la versión para WiiU.

¿Se le habrá pegado a Sonic la mala suerte de Sega?


¿Sega ha cometido errores? Sin duda, pero otras compañías también y no le han pasado factura de igual forma. Ahí tenéis el descalabro absoluto de Kinect, el aparato del que Microsoft dijo que no querían que fuese “su 32X”. Y sin embargo no pasa nada, se esconde el desastre bajo la alfombra y vamos con otra cosa. A Sega no, a Sega se le sigue recriminado aun lo de 32X, y se le seguirá recriminando mientras exista.

Llamadlo como lo queráis llamar, pero la mala suerte de Sega está ahí. Después de seguir durante casi 3 décadas los pasos de esta empresa, es a la conclusión que he llegado. No veo que le ocurra lo mismo a ninguna otra compañía, no de igual manera. Esto no es saber o no saber hacer las cosas, detrás de esto hay algo más, algo que ni los propios empleados de Sega han sido capaces de explicar durante generaciones.

Como digo podría poner muchos más casos que apoyarían la teoría de esta mala suerte de Sega, pero creo que ya os hacéis una idea. Al menos nos queda un rayo de esperanza en todo esto, y es que si Sega a pesar de todo este infortunio, aun sigue ahí, quizá sea por algo. No sabemos qué, pero ese algo parece haber evitado al menos que la compañía desaparezca, de momento…


Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.