Opinión: Vamos Sega, levántate otra vez



¿Cómo hemos llegado a esto? ¿Saldremos de esta?

El tema de hoy está claro cuál debía ser, es algo ineludible. Sin embargo tal vez os sorprenda saber que el tema que tenía preparado para hoy antes de que estallase todo este jaleo, iba a ser un repaso de lo que ocurrió cuando Sega dejó de hacer consolas en 2001, el título de ese artículo iba a ser “La caída de Sega”. De hecho con ese título figura aun ese artículo en mi lista de temas a tratar. ¿Casualidad?

En cualquier caso la actualidad manda, y como la casualidad así parece haberlo querido, lo que haremos es unir ambos temas repasando así el pasado, presente, y futuro de Sega. Pero vayamos por orden y empecemos por el pasado. ¿Cómo hemos llegado a esto? Para entender los orígenes de todo esto hay que irse muy atrás en el tiempo, tal y como ya os he contado alguna vez aquí. Sega ha sido históricamente una compañía muy odiada, odiada por fanboys de otras compañías, odiada por medios, odiada por distribuidores, e incluso odiada por viejos fans descontentos.

Al final de la generación de 16 bits había ya mucho rencor hacía Sega, la estúpida guerra con Nintendo había dejado mucho pikmin rabioso por el camino. Sony llegaba y reclutaba adeptos, adeptos que rápidamente veían a Sega como el enemigo. Usuarios descantados porque veían como su sistema de Sega se iba al garete, unas veces por mera ley de vida del hardware al quedar obsoleto, y otras por giros bruscos de la industria que malograron las ideas de una compañía como Sega que no temía correr riesgos con el fin de innovar (véase el caso de 32X).

Sea como fuere, usuarios, medios, y lo mas importante; distribuidores, llamaron al boicot contra Sega. Tener una consola de Sega era motivo de burla por parte de otros usuarios, había escasez de sus productos en las tiendas, los vendedores te recomendaban no comprar cosas de Sega. Los medios la ignoraban y menospreciaban sus juegos mientras gritaban “¡Alabada sea Sony!”. Era solo cuestión de tiempo que Sega tuviese que abandonar el desarrollo de hardware, de hecho demasiado aguantaron dadas las circunstancias.

De nosotros depende…

¿Qué se puede hacer cuando todo el mundo quiere ver tu empresa en ruinas? Ahora viene la gente repasando con calma el pasado y se dan cuenta de que aquello fue una verdadera locura, Sega no se mereció aquel ataque con tanta saña, sus productos no eran tan malos como se nos quiso hacer creer. Los cuatro que seguimos confiando en ella contra viento y marea sabemos lo que pasó, pero el resto del mundo mira para otro lado silbando y preguntándose qué pudo pasar.

Cuantas veces habré visto a gente preguntándose por qué tuvieron tan poco éxito consolas como Saturn o Dreamcast con lo buenas que eran, para después preguntarles y que me reconociesen que ellos no las compraron en su día porque se dejaron llevar por la masa que clamaba la sangre de Sega, o simplemente porque pasaron de ellas. Como suelo decir, la historia de Sega hace buen uso de aquel refrán que dice: “Entre todos la mataron y ella sola se murió”.

Sin embargo la gente no duda en echarle el muerto a otro y no asumir jamás su culpa, rápidamente buscan cualquier excusa y culpan a Sega de todo. Claro está que Sega ha cometido errores a lo largo de su historia, pero otras compañías también (aquí repasamos hace poco los de Nintendo) y no se las ha atacado con esa saña asesina y malsana. La historia de Sega en el mundo de las consolas es la de un continuo “intento de asesinato empresarial”, aunque algunos quieran camuflarlo de “suicidio empresarial”.

Cuando Sega dejó de hacer consolas, yo inocente de mí creí que ese odio se acabaría, que la gente ya se había salido con la suya y ya tenían su tan deseada venganza. ¿Qué más querían? ¿Las cabezas de los directivos de Sega ensartadas en picas? Ahora Sega ya no era rival de nadie, no había motivo para odiarla. Es más, ahora era una aliada de otras compañías que incluso se peleaban por la exclusiva de sus franquicias.

Si Sonic se queda en paro quizá pueda ganarse la vida ejerciendo de “Knuckles Jr.”

Pero esta supuesta calma duró poco, cuando la presencia de Sega comenzó a hacerse de nuevo molesta (Dios sabrá por qué), volvieron los ataques. Hay quién dice que las políticas de Sega America de aquel entonces de primar beneficio económico sobre la calidad fueron el detonante, pero lo cierto es que empezaba a atacarse todo lo que llevase el nombre de Sega y por motivos cada vez más absurdos.

Nadie clamó en su día contra los bugs de Sonic 2006, toda la queja contra él era que una trama seria no pegaba con Sonic, a pesar de que llevaba ya más de una década con ese tipo de tramas. Que el “zoológico multicolor” que le acompañaba sobraba, cuando también llevaba años y años ahí. O que por qué besaba una humana a Sonic, que eso era una aberración. Cuando ahí estaba Madonna (la novia humana de Sonic) antes siquiera de salir el primer juego de erizo.

Se buscaba cualquier excusa para atacar, no ya a los juegos de Sonic, si no a los de Sega también. Gente que venía diciendo (y aun lo hacen) con total tranquilidad que todos los juegos de Sega eran inequívocamente malos, todos sin excepción. Naturalmente sin haber jugado ni uno solo de ellos más de cinco minutos, y en la mayoría de casos ni eso. Y si les decías algo, por bien argumentado que estuviese, automáticamente eras un fanboy de Sega, sin importar nada más. De locos.

Esta tendencia se ha seguido manteniendo con los años, haciendo que Sega no sacase un solo céntimo de las consolas. Solo hay que ver que es en las consolas donde Sega no sacaba beneficio alguno, mientras que triunfaba en móviles, tablets, y PC. ¿Por qué en consolas no? Por puro y simple odio, un odio absurdo que había vuelto y que cada día cobraba más y más fuerza. Cualquier juego con el logo de Sega era menospreciado, incluso si no era de la propia Sega, y si no véase el caso de los juegos de Platinum Games como Bayonetta, que acabó siendo regalado en las tiendas porque nadie lo quería ¿Y qué ocurre ahora? “¡Viva Bayonetta, démosle todos un 10!”, ahora si, ahora que corre por cuenta de Nintendo...

Who’s next?

Todo este odio absurdo acumulado sencillamente explotó cuando Sega anunció Sonic Boom, la gente asumió que ese diseño de personajes era el nuevo diseño definitivo para Sonic e invadió Internet con ríos de odio y bilis. Los “odiadores” habituales emergieron de sus cuevas al escuchar el alboroto, y se sumaron a la causa aunque Sonic les importase tres pimientos, y es que cualquier excusa es buena para hacer algo tan “divertido” como es meterse con Sega…

Todos sabemos ya que ha pasado, aquí ya os lo advertimos. A Sega Japón se le ha acabado la paciencia con occidente y especialmente con las consolas. ¿Por qué deben seguir tirando su dinero en algo que solo les reporta estúpido odio? ¿Por qué Sonic Boom arrasa en televisión y encanta a los más pequeños (que era lo que se pretendía), pero los juegos no venden? Boicot, boicot una vez más por parte de usuarios, medios, tiendas, e incluso algunos fans.

El pato aquí lo pagan los pobres empleados de Sega, que sin comerlo ni beberlo se ven en la calle, y para colmo con hordas de supuestos fans insultándoles por Internet y diciéndoles que todo esto ha sido culpa suya, cuando los empleados son quienes menos pintan allí y están a expensas de las decisiones que se tomen desde arriba. ¿Ha cometido Sega America decisiones erróneas? Sin duda, pero Sonic Boom no ha sido una de ellas, y las audiencias de la serie de televisión así lo demuestran.

Ni tampoco los juegos, la falsa noticia de que el juego era un desastre plagado de bugs recorrió la red, incluso los fans nos temíamos lo peor esperándonos otro Sonic 2006. Pero nada más lejos de la realidad, los problemas de desarrollo apenas afectaron a la trama y poco más, nada ni de lejos tan grave como se pretendía hacer creer. Y además estos problemas estaban focalizados en el juego de Wii U, a pesar de que medios y usuarios no dudaron en acusar a la versión de 3DS de lo mismo sin ninguna prueba de ello.

¿Por qué tanto odio contra Sonic Boom?

Boicot, puro y simple boicot. Reportajes de medios famosos dando por muerto a Sonic, atacando e insultando a sus fans, anunciando a los cuatro vientos por las redes que se estaban inventando los análisis sin que a nadie pareciese molestarle… Un verdadero circo de vergüenza ajena del que pocos están exentos. Y no me olvido de los que atacaron a los fans de Sonic por Twitter, gente que saltaba al cuello en cuanto veían a alguien hablando de Sonic Boom o incluso de Sonic tan solo.

¿Dónde están ahora los que nos llamaron exagerados y alarmistas por decir que si los juegos de Sonic Boom no vendían se llevarían a Sega America por delante? Habrán vuelto a su cueva a esconderse supongo. Aquí, una vez más, la gente le echa el muerto a otro, culpa a Sega de todo, y ellos por supuesto no han hecho nada malo. Hoy es Sega, mañana será Capcom, pasado Konami, y así hasta que esta oleada de estúpido odio acabe con toda la industria del videojuego, o al menos con las consolas. Después vendrán los lloros y el preguntarse cómo ha podido pasar todo esto…

¿Y qué va a pasar ahora? Pues nada, que a Sega Japón se le ha acabado la paciencia y el dinero, y aunque en Japón Sega-Sammy sigue siendo un imperio descomunal, está claro que nadie en Sega quiere seguir arrojando su dinero al enorme agujero negro en el que se han convertido las consolas. ¿Dejará Sega el mercado de las consolas? De momento no, aun tienen planes a corto y medio plazo, después Dios dirá… Sin embargo esta es la tendencia de todas las compañías, que están hartas de las consolas y de los continuos ataques de los usuarios.

Sega se encamina hacía un nuevo rumbo, buscando de una vez la tan ansiada rentabilidad, algo cada vez más difícil de encontrar en esta industria. Y todo mientras los irascibles usuarios protestan por absolutamente todo y utilizan Internet para boicotear todo aquello que no sea tal y como ellos quieren que sea. Una cosa es ejercer tú derecho a no comprar un producto de entretenimiento que no te gusta, y otra muy diferente boicotear el producto y tratar de influir con mentiras sobre otros usuarios para que fracase.

Explorando nuevos territorios con las geniales Sega Hard Girls.

Sega ha sabido reaccionar a tiempo, y solo está siendo una vez más pionera en un camino que tarde o temprano todos tomarán. De seguir así, las consolas tienen los días contados. Incluso en Nintendo saben que esto es simplemente alargar la agonía, pues es una muerte anunciada que los propios usuarios se empeñan en provocar con sus actitudes. Las empresas cada vez buscan su beneficio más en otros productos, mientras las consolas e incluso los videojuegos en general pierden fuerza día a día.

Las supuestas actitudes “abusivas” por parte de las compañías (DLC, micropagos, etc.), no se hacen buscando enriquecerse más aun como creen algunos, se hacen buscando una rentabilidad que no llega por ningún lado. Cada vez hay más competencia, y cada vez es más caro y difícil hacer videojuegos. Si no queremos asumir estos costes, no queda otra que aceptar el destino de las consolas y de la industria actual, y quizá no nos guste lo que venga después, pero no quedará otra solución. Nadie trabaja gratis, y menos aun perdiendo dinero.

Acostumbraos porque esto es lo que nos espera, y no temáis por Sega que aun tiene cuerda para rato, temed por vosotros mismos como usuarios si es que de verdad amáis las consolas y los videojuegos en general. Ojala que todo esto sirva como lección y se logre evitar, aun estamos a tiempo de ello. Pero el rumbo que ahora está siguiendo esta industria no es sostenible, y tal vez cuando os queráis dar cuenta ya sea demasiado tarde. ¿Vais a hacer algo? ¿O vais a venir preguntándoos después qué ha podido pasar? Todo depende de nosotros, no es momento de echarle el muerto a otros, hay que asumir responsabilidades.

En cuanto a Sonic, ya os he explicado aquí más de una vez que allá donde vaya Sega, Sonic irá detrás. El erizo sigue siendo una franquicia fuerte que da dinero, especialmente fuera de los videojuegos, y eso en Sega lo saben. Puede que cada vez veamos menos juegos de Sonic, pero el erizo estará siempre ahí de una forma u otra, ya sea en series, merchandising, e incluso cine. Si queréis que sigan saliendo juegos de Sonic debéis tener todo esto en cuenta, pues si Sega algún día cae, Sonic caerá con ella.

Sonic y Sega siempre van unidos, para bien o para mal.

Para terminar, si entendéis que este tipo de conductas no ayudan a nadie, y comprendéis la difícil situación actual de la industria. Intentad no apoyar a quienes si lo hacen, dejad de darles visitas a medios sin escrúpulos, dejad de ver los videos de ese youtuber que solo sabe meterse con todo el mundo, y tened mucho cuidado con lo que leéis por ahí, pues no todo es verdad. No deis de comer a esta bestia que devora la industria del videojuego, o cuando menos os los esperéis se zampará aquello que más os gusta.


Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.