Opinión: The videogame cycle
¿Hemos vuelto al
punto de partida?
Si uno repasa la historia del videojuego, se da cuenta
rápidamente de que esto ha cambiado mucho en sus aproximadamente cuatro décadas
de historia. Sin embargo estas diferentes épocas se pueden diferenciar entre sí
por la forma en la que se hacían los juegos y lo que se buscaba con ellos.
En los primeros tiempos la tecnología no daba para mucho,
por lo que simplemente se buscaba crear juegos de video similares a otros
juegos físicos ya existentes, con mecánicas sencillas pero divertidas. La evolución
en los años siguientes no se salió demasiado de esta normal, apenas unos
cuantos sprites muy básicos bastaban para enganchar al jugador durante horas y
horas.
En los años 80 los salones arcade se convirtieron en la
punta de lanza de la industria desde el punto de vista tecnológico. Ningún
sistema domestico podía igualárseles, se trataba de potentes hardwares
dedicados específicamente a cada juego, lo que daba una libertad de desarrollo
mucho mayor. Así se aumentó considerablemente la jugabilidad ofreciendo nuevas
posibilidades, y esta tendencia se mantendría hasta mediados de los 90.
Con la llegada de las consolas de 16 bits se buscó llevar
esa espectacularidad de los arcades a los sistemas domésticos, y con ella su
jugabilidad. Se podían hacer juegos verdaderamente complejos, pero siempre
primando el factor jugable. Los juegos más orientados a ofrecer una trama compleja
a costa de la jugabilidad quedaban relegados a un público reducido, dejando géneros
como el de los RPG casi en la sombra.
Que 3DS más rara ¿no? |
Sin embargo con la llegada del disco como soporte, y el
salto de los sprites 2D a los polígonos 3D, el componente cinematográfico de
los juegos comenzó a dispararse. Tramas complejas, personajes elaborados, épicas
bandas sonoras, y una obsesión continua por la búsqueda de realismo. Los juegos
cada vez parecían menos juegos, para parecer cada vez más películas, y así han
estado evolucionando hasta ahora. Cosa que por cierto han hecho llevándose por
delante los viejos arcades de antaño.
Tenemos tres épocas bien diferenciadas; en la primera daba
igual todo mientras el juego fuese divertido. En la segunda primaba la
jugabilidad, sin renunciar a la diversión. Mientras que en la tercera el
objetivo principal era el realismo, y si eso suponía perder jugabilidad y
diversión, parecía no ser problema. Esta es la fórmula actual, pero cada vez
parece tener las horas más contadas.
Y es aquí cuando yo pregunto: ¿Estamos volviendo atrás? ¿Se
ha completado el círculo y hemos vuelto al principio? Cuando uno se fija en
hacía qué está avanzando la industria, se da cuenta de que cada vez estos
juegos realistas tienen menos fuerza. Hacerlos es terriblemente caro y
complicado, además de suponer un riesgo enorme para las compañías. Solo las
empresas más grandes pueden permitirse un triple A hoy en día, y un simple
patinazo puede acabar con una compañía que llevaba ahí décadas.
Para colmo los usuarios se han malacostumbrado a esto,
juegos espectaculares donde no puede haber el menor fallo, todo deben ser obras
maestras, no puede haber término medio, es joya o mierda. Y mientras la
paciencia de las compañías que aun quedan va disminuyendo, los teléfonos móviles
y similares van invadiéndolo todo. La inmensa mayoría de usuarios actuales son
los mal llamados “casuals”, gente que solo quiere jugar sin complicaciones, sin
importarle la trama o los gráficos. Todo esto crea un mercado estupendo para
las compañías, pues pueden desarrollar juegos de bajo coste sin correr tantos
riesgos como con un triple A.
La salvación que se convirtió en hecatombe, ¿volverá a ocurrir? |
También ofrece mercado a miles de desarrolladores “indie”
que no pueden permitirse hacer juegos grandes, y que saben que si lo intentan,
no faltará la horda de usuarios quejicas echándoseles encima porque su juego no
va a 60fps, o cualquier otra estupidez. Esto para una compañía grande es un
problema, pero para una pequeña o mediana supondría su muerte.
La cuestión es; ¿son estos mal llamados “chorrijuegos” de móvil
un regreso al pasado? Juegos sencillos que simplemente buscan divertir sin
complicaciones. Habrá quién corra a decir que no, que no tienen nada que ver,
pero paraos a preguntaros que pasaría si juegos como Pac-Man, Q-Bert, Space
Invaders, o Donkey Kong, hubieran salido hoy. ¿Habrían sido los grandes
clásicos que fueron? ¿O se habrían perdido en el océano de “chorrijuegos” para móviles?
Claro está que antes estos juegos se hacían así porque lo
imponía la tecnología del momento, pero ahora también existe un techo casi
insalvable para muchos desarrolladores; y es el elevado coste de hacer juegos
actuales. Tenemos sistemas con potenciales descomunales, y los estamos usando
para jugar a juegos sencillos. Y no solamente en móviles, en PS Vita, PS4 y One
triunfan los indies, mientras que cada vez salen menos juegos grandes.
¿Era más compleja una Game & Watch que Angry Birds? No.
Y sin embargo ambos usaban la misma fórmula, sencillez y adictividad. ¿Habremos
vuelto al principio de la historia del videojuego? Cada vez más compañías se
pasan a los móviles, y esta es una tendencia que, guste o no, va a continuar. Si
las consolas no son capaces de adaptarse a esto, desaparecerán, y con ellas
toda compañía que se resista.
Oh genial, otro “chorrijuego” para móviles… |
Aquí es donde entra el pecero masterrace sacando pecho, pero
sin consolas que apoyen esos carísimos juegos triple A, cabe preguntarse si el
PC por sí solo sería capaz de sustentar eso. El público mayoritario no juega en
PC, juega en los móviles y, en menor medida, las consolas. ¿Creen de veras los
peceros que todo se iba a sostener solo con PC y Steam? El PC es algo que de
una forma u otra siempre estuvo ahí, pero a lo mejor se llevan una desagradable
sorpresa y se ven en el futuro jugando a “chorrijuegos” en su potente PC de
4.000€…
¿Y si la industria vuelve a sus comienzos qué pasará?
¿Volveremos de nuevo a pasar por todo? Quizá, de hecho parece que ya estamos
pasando de nuevo por cosas del ayer… Ahí tenemos el viejo concepto de la
realidad virtual, un camino que se decidió evitar en su momento, pero que
vuelve a presentarse como alternativa. Parece como si esto fuese una vía de tren
circular que vuelve una y otra vez al mismo punto, tal vez la realidad virtual
sea un cambio de sentido para salir de este circuito cerrado. Lo que está claro
que no lo es, es seguir como estamos ahora.
No son pocos los que creen que ya estamos inmersos en una
crisis del videojuego, incluso peor que la de principios de los 80. A veces uno no se da
cuenta de las crisis hasta que las deja atrás. Día tras día caen más y más
empresas, y son reemplazadas por estudios pequeños que luchan por hacerse un
hueco en el sobresaturado mercado de los móviles y las tablets.
¿Será este sobresaturado mercado de móviles y tablets el
equivalente de la sobresaturación de consolas mono-juego del pasado? ¿Será
Steam la salvación que vean muchos como lo fue la Atari 2600 en su día? ¿Caerá
Steam llevándose por delante a casi toda la industria como lo hizo Atari en su
momento? ¿Y qué pasará con las consolas? Los poderosos arcades ya han caído,
¿quién será el siguiente?
El futuro está aquí, ¿o es el pasado? |
Las opiniones vertidas en esta columna son de
exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan
necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.