WiiU vive una situación que me es tristemente familiar…

Que WiiU no está cosechando el éxito que debe (y merece) es algo que todos sabemos, ¿pero hasta que punto podrá seguir así? Por desgracia la experiencia me ha enseñado unas cuantas cosas sobre consolas “sentenciadas”, y no dejo de ver ciertas similitudes con WiiU que me hacen presagiar que su final podría estar más próximo y traer más consecuencias de lo que aparenta.

De las numerosas consolas que he poseído a lo largo de los años que han pasado a mejor vida antes de tiempo, el caso de WiiU me recuerda poderosamente al de una de ellas, y desde hace unos días también al de otra. La primera es Saturn, por motivos que después explicaré. Y la segunda es Dreamcast. También veo similitudes con otros sistemas que besaron la lona antes de tiempo, pero de momento centraremos el asunto en estos.

Saturn es una consola que venía a suceder a una maquina de gran éxito, y de la que se supuso que heredaría su aceptación entre el público. Pero sus ventas nunca despegaron, y poco a poco las third parties le fueron volviendo la espalda. Sega se dejó el alma tratando de suplir esto a base de nutrirla con un catálogo de títulos propios por los que mereciese la pena comprarla, pero todos sabemos ya lo que tristemente pasó…

Desde mi punto de vista personal, en su día viví como usuario de Saturn hechos tales como que se anunciasen juegos y jamás llegasen a las tiendas, pésima distribución de algunos títulos, retrasos en el lanzamiento de otros, dificultad para encontrar cosas suyas en las tiendas, burlas por parte de gente que no la tenía, etc. ¿Os resulta esto familiar? A mi si por desgracia, y es que es punto por punto lo que estoy viendo con WiiU.

Vivir en directo la agonía de una consola que tienes, no es nada fácil...

Por descontado hay diferencias, Saturn era una consola puntera tecnológicamente, mientras que WiiU va una generación por detrás. Pero para el caso la potencia poco importa, ya que en estas situaciones lo que menos influye es la calidad real del producto. Cuando una consola es sentenciada, ya poco se puede hacer. Seguro que no son pocos los usuarios de WiiU que se sienten frustrados con todo esto, entre los que me incluyo. Pero esta sensación no es nueva para mí… ¿Adivináis por qué?

Las propias tiendas son cada vez más reticentes a traer cosas de WiiU, algo que no se puede comparar con el boicot descarado que se le hizo a Saturn en su día, pero que también me trae desagradables recuerdos. Game por ejemplo parece como si se hubiese peleado con Nintendo aquí en España, y esto no lo digo yo, me lo cuenta gente de muy dentro de esta popular cadena de tiendas. WiiU allí pinta cada vez menos, y Nintendo en general está corriendo la misma suerte.

También están las ventas generales de WiiU, aun teniendo en cuenta lo diferente que es la industria actual de la de finales de los años noventa, WiiU apenas ha vendido algo más de 9 millones de consolas, cifras cercanas a las que alcanzaron Saturn y Dreamcast. Esto por si no había ya suficientes similitudes y motivos para encender las alarmas. Las third parties están hartas de WiiU, cualquier juego que no sea de Nintendo vende una verdadera miseria, y la paciencia ha dicho basta.

Como comentaba al principio, hasta hace unos días esta situación me recordaba principalmente a Saturn, pero un triste acontecimiento me ha traído también recuerdos oscuros de Dreamcast. Corría el año 2001 cuando tristemente fallecía Isao Okawa, el que por entonces era presidente de Sega. Okawa fue una figura muy importante para Sega, pues este empresario nipón prácticamente salvó la compañía de la quiebra tras el paso de Saturn, motivo por el que fue nombrado presidente de Sega.

El proyecto del gran Isao Okawa, la última consola de Sega.

Dreamcast fue su proyecto, su criatura. Él había volcado sus esfuerzos y recursos en esta consola para tratar de sacar a Sega del abismo, pero por desgracia se nos fue antes de tiempo… Tan solo unos meses después Sega anunciaba la descontinuación de Dreamcast, el fallecimiento de Okawa también había sentenciado la consola. Supongo que ya sabéis por donde voy ¿no? A todos nos ha sobrecogido la muerte de Satoru Iwata, presidente de Nintendo, quién había apostado firmemente por WiiU. ¿Volverá a ocurrir lo mismo?

Desgraciadamente apuesto a que si, por bien que esté económicamente Nintendo, el fallecimiento de Iwata prácticamente sentencia a WiiU. El anuncio de la descontinuación de esta consola podría llegar en los próximos meses, y es que si WiiU ha logrado sobrevivir hasta ahora a pesar de los problemas, ha sido gracias a Iwata. Igual que ocurrió con Dreamcast e Isao Okawa. Cierto es que aun queda Miyamoto al frente, pero Miya-san no es empresario, y dudo mucho que sea capaz de contener los deseos de los accionistas

Descanse en paz el gran Iwata, se le echará mucho de menos.

Si estáis esperando dicho Zelda, no os asustéis. Pues podría ocurrir que se publique entremedias del cambio generacional, algo así como ocurrió con Zelda Twilight Princess en Game Cube y Wii. De hecho también veo ciertas similitudes entre Game Cube y WiiU, aunque el cubo de Nintendo vendió bastante más, a pesar de no estar precisamente considerado como un éxito… 

Pero no hay motivo para que corráis a vender vuestra WiiU. La experiencia me ha enseñado que a una consola en esta situación se le puede sacar bastante jugo. WiiU cuenta ahora mismo con un catálogo que sus rivales envidian, y aun llegarán algunos títulos más. Seguramente en un futuro se convierta en una consola de culto, y es entonces cuando os sentiréis orgullosos de haber apostado por ella y haberla disfrutado al máximo en su momento.

Será entonces cuando muchos de los que ahora la critican vengan lloriqueando y preguntándose por qué no tuvo más éxito. Esa hipocresía del ser humano que ya me ha tocado sufrir con más de una consola… Para entonces vosotros seguramente recordareis a WiiU con un cariño especial, pues a ella irán asociados los recuerdos de las cosas que estáis viviendo ahora. Es por esto que una consola nunca muere mientras nosotros no queramos, así que si os gusta WiiU, no dejéis nunca de disfrutar con ella.