RESEÑA: Sonic The Comic (Fleetway) Parte 1
Enter: Sonic
Sonic ha aparecido en muchos medios a lo largo de la historia, y uno que está de bastante actualidad son los cómics, gracias a la nueva y exitosa serie de IDW. Pero como muchos sabréis no es ni la primera ni la única serie de cómics que ha tenido el erizo. Antes de ellos el territorio cómic ha estado dominado por Archie durante casi toda la vida del erizo, empezando su serie en 1992 y durando hasta el año pasado (de forma oficial, técnicamente su último cómic llegó un poco antes), con una serie principal de casi 300 números, una subserie que se acercó peligrosamente a los 100 números, y larga lista de spin offs desde adaptaciones de Sonic X o Sonic Boom hasta historias protagonizadas por Tails o incluso Sally. Pero, ¿y si os dijera que no Archie no fue la única que hizo cómics de Sonic por la época de los 90?
Muchos los conoceréis, otros puede que no tanto, pero la mayoría de fans no se han adentrado en el mundo de Fleetway, una editorial de Reino Unido que lanzó Sonic The Comic, una revista donde además de historias del erizo también tenían cabida otras sagas de SEGA como Golden Axe o Streets of Rage, y noticias del mundo de SEGA en general (si salía un nuevo gran título para Mega Drive o se lanzaba una serie de TV de Sonic, tendríais allí los avisos pertinentes). Este año se cumplen 25 años de esta enorme serie de comics, y para celebrarlo hemos querido hablar un poco de ellos. ¿Os parece si nos adentramos en este universo un rato?
Antes de nada, dos cosas: Primero, aunque en estos cómics hay historias de muchas otras sagas aparte de Sonic, en principio nosotros vamos a hablar solamente de Sonic (por ahora al menos). Si queréis reseñas de Streets of Rage o Kid Chameleon solo tenéis que pedirlo amablemente, y veremos que podemos hacer al respecto, claro. Segundo, al ser una serie tan enorme (más de 200 números!) no vamos a reseñar de uno en uno. El número de cómics de los que hablemos dependerá de cuanto podamos abarcar y de cuanto ocupe ese arco argumental o al menos parte de la historia.
Y ahora si, ¡veamos qué tal le va a Sonic en este universo!
El primer número es como buen comienzo, una introducción muy simple al universo. En este canon los diseños respetan bastante los originales japoneses para Sonic (de momento) y Eggman, pero mantiene los nombres americanos como Dr. Robotnik. Dicho doctor ha creado una máquina enorme de polución, está atrapando animales, y Sonic debe detener ambas cosas. Más simple imposible. Por desgracia, no puede celebrar la victoria con sus amigos animales, puesto que está un poco preocupado por no haber visto a Tails en varios días.
Es en el número 2 cuando empezamos a ver que el tono de esta serie no es el que uno esperaría en un cómic de Sonic (para bien o para mal, aunque personalmente debo decir que a mi me encanta). Sonic pregunta a un conejo en Green Hill dónde está todo el mundo, y aunque un poco asustado, le dice a Sonic que Eggman atacó el bosque y se llevó a todos. Tails incluído.
Sonic, como no podía ser de otra forma, se cambia de zapatos a unas relucientes zapatillas de deporte nuevas y se pone unas gafas de sol con las que pasa todo el resto de cómic de forma arbitraria, simplemente porque le apetecía y ya. Y es precioso.
Pero no acaban las cosas ahí. Cuando Sonic encuentra a Tails, se da cuenta de que éste ha sido robotizado y convertido en un semi meca-Tails hipnotizado por Eggman. Recordemos el año: 1993. 20 años antes de Sonic Lost World. Curioso, ¿no creéis? Bueno, la cuestión es que Tails se deshace de la hipnosis (de nuevo, como en Lost World) y comienzan una nueva aventura.
Sally Acorn (otro de los residuos de los canones américanos que quedan en este cómic, aunque no es el mismo personaje que en Archie o SatAM) avisa a Tails de que su hermano Tufftee está en peligro. Al parecer encontró unos antiguos zapatos de Sonic y se fue con ellos a luchar con badniks, pero claro... no se le da tan bien. Y los badniks en este cómic no se limitan a andar hacia delante y disparar una bolita amarilla, oh no no señor.
Por suerte Sonic llega a tiempo para parar el terrible asesinato de Tuftee y recuperar sus antiguos zapatos, pero queda claro que los badniks son un mayor problema de lo deseado en esta serie.
Tras esto, Robotnik desata su nueva obra maestra. ¡Metal Sonic! Más... o menos. Este badnik especial con forma de Sonic está destruyendo los postes de estrella de todas las zonas por algún motivo. Cuando Sonic y Tails se enfrentan a él, Sonic es absorbido dentro de su cuerpo y Robotnik desvela su plan: su base de operaciones está en la Special Zone, y la única forma de entrar es a través de los postes de estrella, así que los está destruyendo en un intento de que Sonic nunca llegue a ella. Claro que si consigue atraparlos antes con estos badniks, mejor. Pero Sonic comienza a manejar el badnik desde dentro y amenaza a Robotnik con arrancarle el bigote, y nadie toca el bigote de Robotnik. No le queda más opción que retirarse por el momento.
Sin embargo los badniks especiales no acaban ahí. Un Prime Badnik (o lo que es mismo, un badnik sin animal dentro, un robot corriente vamos) secuestra a Tails a la Labyrinth Zone. Por suerte Sonic odia las arañas casi tanto como yo y lo quema. Literalmente. Kill it with fire ejecutado de una manera espléndida. 10/10.
Sonic decide ir al laboratorio del Dr. Kintobor (una larga historia que se explorará más adelante, algunos probablemente ya lo conoceréis) para ver si pueden averiguar algo de Robotnik, y detectan la Death Egg activa de nuevo. De nuevo, significando que Sonic 2 es canon aquí. El número 6 consiste en Sonic yendo a la Death Egg y destruyendo a Robo Sonic como si de una adaptación de Sonic 2 se tratase. Es curioso, porque llamativamente este número tiene un estilo artístico que imita el diseño japonés de Sonic en lugar de un estilo más europeo como los anteriores. Desde luego es uno de los números más interesantes de este arco al menos en ese sentido.
El número 7, último que veremos por ahora, nos lleva a Oil Ocean, donde se nos presenta a los RED (los trabajadores de la factoría, aparentemente en este universo no es de Robotnik?).
Oil Ocean se ha incendiado y no pueden contener el fuego, pero Sonic está aquí para arregarlo con un tornado. De nuevo algo bastante similar a cosas que luego veríamos en los videojuegos. ¿Recordáis cuando apagabais llamas en Sonic Heroes usando el Blue Tornado?
Sin embargo, un Aquois con muy mala leche pone a Sonic en un aprieto cuando incendia todo el aceite que le rodea. Esto lleva Sonic a una situación de peligro extremo por primera vez en el cómic y despierta... ¡Super Sonic!
Super Sonic sin embargo es muy distinto en este canon. No necesita las Chaos Emeralds para aparecer si no que despierta cuando Sonic está en situaciones de vida o muerte, pero a cambio de su poder, su personalidad cambia por completo y se convierte en una especie de psicópata que vuela. Por suerte Tails consigue hacerle entrar en razón tras aniquilar el Aquois y todo sale bien. ¿Pero qué problemas podría traer este Super Sonic en el futuro?
Como habréis notado, esta serie tiene un tono mucho más oscuro de lo que uno podría esperar, con un Sonic más macarra que nunca, incluso matón en ocasiones, y unos badniks que realmente quieren hacer sufrir y matar a sangre fría. Es un estilo de Sonic que pocas veces se ha visto en un medio oficial, y por eso mismo a muchos les encanta esta serie. ¿La habéis leído alguna vez? ¿Queréis seguir viendo como continua la historia en Sonic Paradise? Yo debo decir que los estoy leyendo por primera vez ahora y me tienen bastante sorprendido con el tono y sobretodo las cosas que hoy en día hemos visto en los juegos pero que ya ocurrieron en el cómic décadas antes.
Pronto traeré nuevas reseñas aquí, pero por el momento, ¡pasad una buena semana!
Sonic ha aparecido en muchos medios a lo largo de la historia, y uno que está de bastante actualidad son los cómics, gracias a la nueva y exitosa serie de IDW. Pero como muchos sabréis no es ni la primera ni la única serie de cómics que ha tenido el erizo. Antes de ellos el territorio cómic ha estado dominado por Archie durante casi toda la vida del erizo, empezando su serie en 1992 y durando hasta el año pasado (de forma oficial, técnicamente su último cómic llegó un poco antes), con una serie principal de casi 300 números, una subserie que se acercó peligrosamente a los 100 números, y larga lista de spin offs desde adaptaciones de Sonic X o Sonic Boom hasta historias protagonizadas por Tails o incluso Sally. Pero, ¿y si os dijera que no Archie no fue la única que hizo cómics de Sonic por la época de los 90?
Muchos los conoceréis, otros puede que no tanto, pero la mayoría de fans no se han adentrado en el mundo de Fleetway, una editorial de Reino Unido que lanzó Sonic The Comic, una revista donde además de historias del erizo también tenían cabida otras sagas de SEGA como Golden Axe o Streets of Rage, y noticias del mundo de SEGA en general (si salía un nuevo gran título para Mega Drive o se lanzaba una serie de TV de Sonic, tendríais allí los avisos pertinentes). Este año se cumplen 25 años de esta enorme serie de comics, y para celebrarlo hemos querido hablar un poco de ellos. ¿Os parece si nos adentramos en este universo un rato?
Antes de nada, dos cosas: Primero, aunque en estos cómics hay historias de muchas otras sagas aparte de Sonic, en principio nosotros vamos a hablar solamente de Sonic (por ahora al menos). Si queréis reseñas de Streets of Rage o Kid Chameleon solo tenéis que pedirlo amablemente, y veremos que podemos hacer al respecto, claro. Segundo, al ser una serie tan enorme (más de 200 números!) no vamos a reseñar de uno en uno. El número de cómics de los que hablemos dependerá de cuanto podamos abarcar y de cuanto ocupe ese arco argumental o al menos parte de la historia.
Y ahora si, ¡veamos qué tal le va a Sonic en este universo!
El primer número es como buen comienzo, una introducción muy simple al universo. En este canon los diseños respetan bastante los originales japoneses para Sonic (de momento) y Eggman, pero mantiene los nombres americanos como Dr. Robotnik. Dicho doctor ha creado una máquina enorme de polución, está atrapando animales, y Sonic debe detener ambas cosas. Más simple imposible. Por desgracia, no puede celebrar la victoria con sus amigos animales, puesto que está un poco preocupado por no haber visto a Tails en varios días.
Es en el número 2 cuando empezamos a ver que el tono de esta serie no es el que uno esperaría en un cómic de Sonic (para bien o para mal, aunque personalmente debo decir que a mi me encanta). Sonic pregunta a un conejo en Green Hill dónde está todo el mundo, y aunque un poco asustado, le dice a Sonic que Eggman atacó el bosque y se llevó a todos. Tails incluído.
Sonic, como no podía ser de otra forma, se cambia de zapatos a unas relucientes zapatillas de deporte nuevas y se pone unas gafas de sol con las que pasa todo el resto de cómic de forma arbitraria, simplemente porque le apetecía y ya. Y es precioso.
Pero no acaban las cosas ahí. Cuando Sonic encuentra a Tails, se da cuenta de que éste ha sido robotizado y convertido en un semi meca-Tails hipnotizado por Eggman. Recordemos el año: 1993. 20 años antes de Sonic Lost World. Curioso, ¿no creéis? Bueno, la cuestión es que Tails se deshace de la hipnosis (de nuevo, como en Lost World) y comienzan una nueva aventura.
Sally Acorn (otro de los residuos de los canones américanos que quedan en este cómic, aunque no es el mismo personaje que en Archie o SatAM) avisa a Tails de que su hermano Tufftee está en peligro. Al parecer encontró unos antiguos zapatos de Sonic y se fue con ellos a luchar con badniks, pero claro... no se le da tan bien. Y los badniks en este cómic no se limitan a andar hacia delante y disparar una bolita amarilla, oh no no señor.
Por suerte Sonic llega a tiempo para parar el terrible asesinato de Tuftee y recuperar sus antiguos zapatos, pero queda claro que los badniks son un mayor problema de lo deseado en esta serie.
Tras esto, Robotnik desata su nueva obra maestra. ¡Metal Sonic! Más... o menos. Este badnik especial con forma de Sonic está destruyendo los postes de estrella de todas las zonas por algún motivo. Cuando Sonic y Tails se enfrentan a él, Sonic es absorbido dentro de su cuerpo y Robotnik desvela su plan: su base de operaciones está en la Special Zone, y la única forma de entrar es a través de los postes de estrella, así que los está destruyendo en un intento de que Sonic nunca llegue a ella. Claro que si consigue atraparlos antes con estos badniks, mejor. Pero Sonic comienza a manejar el badnik desde dentro y amenaza a Robotnik con arrancarle el bigote, y nadie toca el bigote de Robotnik. No le queda más opción que retirarse por el momento.
Sin embargo los badniks especiales no acaban ahí. Un Prime Badnik (o lo que es mismo, un badnik sin animal dentro, un robot corriente vamos) secuestra a Tails a la Labyrinth Zone. Por suerte Sonic odia las arañas casi tanto como yo y lo quema. Literalmente. Kill it with fire ejecutado de una manera espléndida. 10/10.
Sonic decide ir al laboratorio del Dr. Kintobor (una larga historia que se explorará más adelante, algunos probablemente ya lo conoceréis) para ver si pueden averiguar algo de Robotnik, y detectan la Death Egg activa de nuevo. De nuevo, significando que Sonic 2 es canon aquí. El número 6 consiste en Sonic yendo a la Death Egg y destruyendo a Robo Sonic como si de una adaptación de Sonic 2 se tratase. Es curioso, porque llamativamente este número tiene un estilo artístico que imita el diseño japonés de Sonic en lugar de un estilo más europeo como los anteriores. Desde luego es uno de los números más interesantes de este arco al menos en ese sentido.
El número 7, último que veremos por ahora, nos lleva a Oil Ocean, donde se nos presenta a los RED (los trabajadores de la factoría, aparentemente en este universo no es de Robotnik?).
Oil Ocean se ha incendiado y no pueden contener el fuego, pero Sonic está aquí para arregarlo con un tornado. De nuevo algo bastante similar a cosas que luego veríamos en los videojuegos. ¿Recordáis cuando apagabais llamas en Sonic Heroes usando el Blue Tornado?
Sin embargo, un Aquois con muy mala leche pone a Sonic en un aprieto cuando incendia todo el aceite que le rodea. Esto lleva Sonic a una situación de peligro extremo por primera vez en el cómic y despierta... ¡Super Sonic!
Super Sonic sin embargo es muy distinto en este canon. No necesita las Chaos Emeralds para aparecer si no que despierta cuando Sonic está en situaciones de vida o muerte, pero a cambio de su poder, su personalidad cambia por completo y se convierte en una especie de psicópata que vuela. Por suerte Tails consigue hacerle entrar en razón tras aniquilar el Aquois y todo sale bien. ¿Pero qué problemas podría traer este Super Sonic en el futuro?
Como habréis notado, esta serie tiene un tono mucho más oscuro de lo que uno podría esperar, con un Sonic más macarra que nunca, incluso matón en ocasiones, y unos badniks que realmente quieren hacer sufrir y matar a sangre fría. Es un estilo de Sonic que pocas veces se ha visto en un medio oficial, y por eso mismo a muchos les encanta esta serie. ¿La habéis leído alguna vez? ¿Queréis seguir viendo como continua la historia en Sonic Paradise? Yo debo decir que los estoy leyendo por primera vez ahora y me tienen bastante sorprendido con el tono y sobretodo las cosas que hoy en día hemos visto en los juegos pero que ya ocurrieron en el cómic décadas antes.
Pronto traeré nuevas reseñas aquí, pero por el momento, ¡pasad una buena semana!