Opinión: Control parental.



La polémica sobre los contenidos adultos en los juegos y los sistemas de calificación de edades.

Recientemente hemos tenido algo de alboroto relacionado con Sonic Lost World debido a algunas frasecitas de los Mortíferos Seis que parecían haber hecho levantar las orejas a los encargados de otorgar los controles parentales a los juegos, de modo que es buen momento para tratar sobre este tema y ver si realmente hacen bien estas medidas para evitar contenidos inadecuados para los mas jóvenes.

En un principio no existían estas polémicas entorno a los videojuegos que tan habituales se han hecho hoy en día, los juegos eran tan básicos en su aspecto visual que había que echarle mucha imaginación para lograr ver nada violento o inapropiado en ellos. Incluso aunque existiesen juegos de temática claramente adulta, pues ahí están juegos como  aquel Custer’s Revenge de la Atari 2600. Los juegos eran simplemente algo demasiado marginal aun, y además eran “visualmente inocentes”. La polémica entorno a ellos se centraba en la supuesta adicción que causaban, sin entrar en terrenos morales o de contenidos inapropiados para ciertas edades.

Sin embargo tras la crisis de principios de los 80, Nintendo buscó nuevo público dentro del sector familiar, para hacer de los juegos algo menos marginal y más accesible a todo el público, especialmente a los niños. Esto cambió la forma de ver los videojuegos, y era solo cuestión de tiempo que la evolución grafica alcanzase el nivel de realismo suficiente como para que empezasen los problemas. Estos llegarían a principios de los 90 cuando juegos como Mortal Kombat o Doom mostraban ya contenidos violentos explícitos y claramente definidos. Las asociaciones de padres pusieron el grito en el cielo, y así nacieron los sistemas de calificación de edades que tenemos hoy en día.

Los sistemas de calificación europeos a veces ocupan gran parte de la portada del juego, y aun así muchos no las ven…

Los videojuegos tienen probablemente los sistemas de calificación de edades más duros y restrictivos, hasta el punto de que la sombra de la censura no deja de hacer acto de presencia, en ocasiones por motivos verdaderamente ridículos, lo cual nos retrotrae a tiempos pasados donde la libertad de expresión brillaba por su ausencia. Probablemente ningún otro medio sea tan severamente controlado y vigilado, y las continuas polémicas que se forman cada vez que algún desequilibrado se lía a tiros con sus compañeros siempre buscan al mismo culpable, los videojuegos. Las propias compañías favorecen este estricto control precisamente para poder escudarse cuando el dedo acusador que en otro tiempo castigo a la televisión, el cine, la música, o los cómics, les señala como causante de todos los males de la sociedad.

¿Pero sirven de algo estos controles? Pues si, pero no de algo necesariamente bueno. Cierto es que hay muchos padres responsables pendientes de estas restricciones que vigilan lo que compran sus hijos, pero basta con ir a una tienda de videojuegos y quedarse allí un rato observando, para ver como llega un crío de no mas de 10 años y pide el juego mas violento del momento sin ningún reparo. De nada sirve que el personal de la tienda le advierta, eso es lo que menos preocupa al chaval que solo esta ansioso por ponerse a reventar cabezas online. Lo peor es que si esperamos un rato más, no tardara en aparecer otro crío de edad similar acompañado de alguno de sus padres para llevarse el mismo juego ante la indiferencia de su progenitor, por mucho que el dependiente advierta de ello. No deja de ser curioso ver a un adulto de 30 años entrar en la tienda y llevarse un Sonic o un Mario, y 5 minutos después ver entrar a un crío de 10 años y llevarse un Grand Theft Auto o un Call of Duty, y esto a pesar de que es algo que ocurre continuamente.

Niño jugando a Grand Theft Auto, por desgracia esta imagen es demasiado habitual.

Llegados a este punto se puede pensar que bueno, los sistemas de calificación de edades no hacen ningún daño, y que aunque haya padres irresponsables, al menos algo hace lo que tenemos. Pero lo cierto es que estos sistemas de control parental llevan ya 2 décadas haciendo daño en la sombra a los videojuegos, un daño del que quizá no somos realmente conscientes, y que va más allá de la censura. Por ejemplo hay numerosos recopilatorios de juegos clásicos que han llegado “capados” por culpa de esto, como fue el caso de Sonic Gems Collection, que en su versión japonesa incluía el popular juego de Sega Bonanza Bros., así como las 3 entregas de la saga Streets of Rage. Sin embargo en occidente todos estos juegos fueron reemplazados por Vectorman 1 y 2. ¿El motivo? Los dichosos sistemas de calificación de edades, ya que Bonanza Bros. es un juego donde llevamos a un par de ladrones, mientras que Streets of Rage es un juego de peleas callejeras. Este hecho tan simple habría elevado la calificación de edades, y esto habría sido un problema de cara a las ventas de un producto dirigido a todos los públicos que van a comprar muchos niños por ser de Sonic. Como este os puedo poner varios casos más, pero creo que ya os hacéis una idea.

Los fans de Sonic recordamos también el caso de Shadow the Hedgehog, y de cómo el juego fue “suavizado” a toda prisa cuando ya estaba casi terminado a fin de que no acabase teniendo una calificación de edades tan alta que más de un niño se habría quedado sin jugarlo. De hecho yo sospecho que esto está en parte también detrás de la “suavización” que están sufriendo las tramas de Sonic últimamente, pues cada día los censores son más estrictos. También podemos recordar los casos de Sega Superstars Tennis, o ambos Sonic All-Stars Racing, donde Virtua Cop aparece como Virtua Squad, y The House of the Dead como Curien Mansion. ¿El motivo? Que sus nombres originales elevan las calificaciones de edades por contener palabras como “Dead”, o “Cop” en países tan restrictivos con esto como es el caso de Alemania. Si, se que es completamente ridículo, pero por desgracia es lo que toca.

Absurdos cambios de nombre por culpa de excesivamente estrictos sistemas de calificación de edades.

La pregunta que yo me hago como usuario es: ¿Por qué demonios yo que soy un adulto tengo que recibir un producto capado y con menos cosas pagando el mismo precio? Si realmente sirviera para que dejasen de acusar a los videojuegos de todo y para evitar desastres, sería un precio que pagaría de muy buen agrado, pero es que no es así. Cada vez que ocurre algo los medios corren a indagar en la vida del perturbado de turno para ver si hace algo tan enormemente habitual como es jugar a videojuegos, y si es así no dudan en echarles la culpa de todo. Esta patética espiral de amarillismo periodístico, censura, productos capados, y falta de libertad de expresión para los creadores de videojuegos, es un problema constante y molesto de difícil solución. Y lo peor es que parece ir cada vez a más.

Es algo que nos afecta muy especialmente a los fans de Sonic, pues es un producto dirigido tanto a adultos como a niños, y por lo tanto le atrapa en medio de todo esto. Tenemos aun bien reciente el caso de Sonic & All-Stars Racing Transformed y de cómo algunos personajes de juegos como Bayonetta se quedaron fuera para no elevar las dichosas calificaciones de edades. Quizá la solución sea tan simple como no ser tan restrictivo, entiendo que no se de libertad a un juego como GTA para llegar a los más pequeños de la casa, y de hecho lo apoyo. Pero me parece totalmente ridículo que se cape un producto porque alguien pueda escandalizarse al ver un escote, o leer las palabras “muerte”, o “policía” en un juego para sus hijos. O por ver a un erizo de dibujos animados diciendo alguna palabra malsonante… Es responsabilidad de todos dar buen ejemplo a los más pequeños, pero no a costa de matar el arte para intentar alejarlos de todo lo que podría ser remotamente negativo. ¿O que vamos a hacer? ¿Empezar a llamar a los policías “señores que atrapan gente mala”, y a la muerte “la siesta profunda”? Un poco de sensatez, que ni los niños son idiotas, ni los psicópatas surgen por ver algo violento en algún medio. Y si no aquí esta un servidor para demostrarlo, pues llevo 2 décadas siendo fan acérrimo de la saga Mortal Kombat y que yo sepa aun no le he arrancado la cabeza a nadie, y empecé a jugarlos cuando era pequeño.

Las sugerentes curvas de Bayonetta la dejaron fuera del Sonic & All-Stars Racing Transformed.


Esperemos que Sonic Lost World no tenga más problemas y nos dejen a todos jugar tranquilos de una vez.


Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.