Opinión: Deterioro periodístico.



Cuando el periodismo se convierte en un circo.

Cada día vemos como el periodismo riguroso y profesional de antaño se ve inmerso en una batalla continua con el periodismo barato o manipulado que solo busca servir a unos intereses propios en lugar de informar. Sin embargo en el mundo del periodismo de videojuegos, esta batalla parece estar cada vez más perdida en pos del circo mediático, la búsqueda de seguidores o visitas, y el enriquecimiento monetario personal en lugar de la pasión por informar.

La industria del videojuego tiene un problema que no suele darse en otros sectores, y es su falta de seriedad en general. Los que acabamos dedicándonos a esto solemos ser personas jóvenes que simplemente buscamos vivir de aquello que nos gusta, pero no siempre estamos preparados para afrontar aquello que queremos hacer. Por ejemplo, para hacer videojuegos no basta con que te gusten los videojuegos y lleves muchos años jugando, tienes que saber programar y tener una preparación extra y una pasión especial.

Sin embargo aprender a hacer juegos no es sencillo, y menos aun llegar a ser un alto cargo de una empresa de videojuegos o algo similar. No se elige “ser Miyamoto” así como así. De modo que a la gente le quedan dos opciones, o hacerse youtuber y dedicarse a subir videos hablando sobre juegos, o intentar meterse en el periodismo sobre juegos. Pero para ser periodista de videojuegos no basta solo con saber de videojuegos, y es aquí donde falla todo el asunto.

Cualquiera puede acabar escribiendo en una web de videojuegos, ya sea porque haya contactado con alguien de dentro, o por que haya montado su propia web o blog con sus amigos. Internet da ese poder a cualquiera, el de poder decir lo que le parezca y que sea la propia gente quien juzgue tu trabajo, como de hecho estoy haciendo yo aquí ahora mismo. Esto es algo bueno sin duda, pero deja de serlo en el momento en el que alguien que no quiere dedicarse al periodismo serio, o no está preparado para ello, decide dedicarse profesionalmente a esto.

Si estáis estudiando periodismo con la intención de ser periodistas sobre videojuegos, seguramente en cuanto le digáis a vuestro profesor lo que queréis hacer, os dirá que estáis perdiendo el tiempo, que el periodismo de videojuegos carece del rigor necesario, y que es básicamente un circo donde la seriedad brilla por su ausencia. Lo más triste es que es cierto, no suele escribir sobre videojuegos el que tiene espíritu periodístico e informativo, si no el primero que llega y empieza a aporrear teclas.

Cuando se aúnan fanboyismo y periodismo.

Y no se trata de tener o no un título que diga que eres periodista, si no de que demuestres calidad con tu propio trabajo día a día, de que le des a lo que escribes un mínimo de rigor, objetividad, y seriedad. Me cuesta mucho comprender como una persona que ni cree que exista la objetividad ni sepa describirla en un foro, sea capaz de estar en una web hablando de juegos, y es algo que por desgracia he visto más de una vez. Y claro, luego pasa lo que pasa…

Es aquí donde la seriedad del periodismo sobre videojuegos se va por el retrete, donde nacen los problemas que vivimos a diario, donde la prensa escrita cada día vale menos ante la gente, gente que se harta de análisis de juegos sin objetividad llenos de opiniones personales que no le interesan a nadie. Noticias ridículas que poco tienen que ver con los videojuegos pero que se ponen solo para buscar visitas. Rumores sin fundamento que se dan como noticias verídicas sin el menor género de duda. Opiniones que se dan como hechos, transcripciones de la Wikipedia, y un largo etcétera de barbaridades que vemos todos los días en Internet.

¿Por qué Sega (o cualquier otra empresa) tiene que ver como sus juegos venden menos solo porque un friki inmaduro aun guarda odio hacia la compañía de sus años de fanboy anti-Sega diga en una web que la compañía está muerta? Nosotros en el fandom de Sonic estamos tristemente muy acostumbrados a esto. ¿Dónde queda la objetividad cuando un inepto decide pagar las frustraciones de su infancia con una compañía de juegos a costa de millones en pérdidas y puestos de trabajo? ¿Qué clase de periodismo es ese? Y por desgracia vemos ejemplos de esto a diario y de forma continua, y no solo con Sonic, que es lo que no aquí nos toca más de cerca.

Analizar un juego que ni has jugado y decir que es la mayor basura de la historia solo porque te cae mal su protagonista, no es periodismo, es un circo, y quien lo hace se convierte en un payaso profesional. Ojo, todo el respeto para los payasos, pero que se vayan a actuar bajo una carpa y no a vomitar sandeces en una web sobre el trabajo de otras personas. Ya he explicado aquí muchas veces que se puede ser crítico de forma objetiva, neutral, y rigurosa. Pero comportarse como un niño malcriado de 5 años con una rabieta, no es periodismo.

Si, poner una noticia del tipo “ja ja en este juego hay TETAS” atraerá visitas, pero a costa de tirar a la basura toda ética periodística y quedar por los suelos especialmente ante el publico femenino. Lanzar mierda sobre un juego solo para buscar polémica también atraerá visitas, al mismo tiempo que convierte la rigurosidad y la objetividad en estiércol. Dar rumores como noticias confirmadas y oficiales también atrae visitantes, pero dile adiós a tu credibilidad para la próxima vez. ¿Realmente merecen la pena estas cosas?

Ubisoft debería regalar copias de este juego a los redactores de algunas webs…

Esta batalla entre un periodismo serio y el circo mediático está cada vez más descompensada en este mundillo, de aquí a la “prensa rosa” del videojuego hay un paso. Pero son al fin y al cabo los propios lectores los que deben decidir qué quieren a la hora de informarse sobre videojuegos, si amarillismo y circo es lo que se busca, eso es lo que habrá, por triste que resulte. Lo que está muy claro es que así jamás se va a tomar en serio al mundo del videojuego, y menos aun al periodismo que lo trata. Si estáis estudiando periodismo con la intención de hablar sobre juegos, mejor que no se lo digáis a nadie para que no se rían de vosotros u os digan que es poco menos que un “suicidio profesional”, triste pero cierto

Y entre todo esto el gran perjudicado es la propia industria, que ya no sabe muy bien a quién dirigirse para que hablen bien de sus productos y no les afecte negativamente a las ventas. Hace unos días saltaba la noticia de que había youtubers recibiendo regalos de empresas de videojuegos, lo cuál no es ninguna novedad… La cuestión es que estos “regalos” se acaban haciendo por puro miedo, como el “seguro” que se le paga a un mafioso “para que no te ocurra nada malo”… Paga y hablaran bien de tus juegos, no pagues y reza lo que sepas. Esto no es algo hacia lo que estemos yendo, es algo que está aquí ya entre nosotros a diario.

Y es que los youtubers al fin y al cabo no son periodistas, no están obligados a seguir ninguna ética, ellos simplemente suben videos y hablan sobre juegos, si la gente no entiende que hablan en clave de humor y se toma en serio lo que dicen, es problema de la gente. Aquí entonces los culpables somos los propios usuarios, por no saber distinguir entre show mediático e información rigurosa. Y todo esto provoca un caos que está haciendo un daño tremendo a la industria y se lo va a seguir haciendo en el futuro si no se remedia de alguna forma.

Vosotros sois al fin y al cabo los que tenéis la palabra sobre hacia donde irá todo esto en el futuro, y los que debéis tener la capacidad de elegir que tipo de información sobre videojuegos queréis recibir. Pero sobretodo debéis aprender a diferenciar entre periodismo serio, y circo mediático para el puro divertimento. Mucho me temo que Sonic Boom se va a ver inmerso en todo este problema del que hablo, y ya veremos como salimos parados de esta…

- “Jefe, dicen que Sonic Boom es mierda”
- “¿Por qué?”
- “Porqué ese no es el Knuckles de nuestra infancia”
- “¡Paren las rotativas!”

Es un momento muy importante para Sonic, y no pintará nada bien la cosa si empezamos a ver reviews del juego de supuestos periodistas que no se han molestado ni en jugarlo, pero que dicen que es horrible solo porque ese no es el amado Knuckles de su añorada infancia. Así que veremos como acaba todo esto… De momento lo único que podemos hacer es no apoyar este tipo de conductas y rezar porque todo vaya bien, pues esto es un tren sin frenos y no sabemos donde va a ir a parar.

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.