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Opinión: Labyrinth Zone

 


El azulado corredor del laberinto.

 

Hace ya tiempo me propuse iniciar una serie de artículos destinados a rememorar y homenajear a algunos de los niveles más emblemáticos de los juegos del erizo, empezando por el que es sin duda el más destacable de todos ellos: Green Hill Zone.

 

Sin embargo, y por diversas circunstancias de la vida, esta serie de artículos no continuó. Algo a lo que me gustaría ponerle remedio rindiéndole homenaje a uno de los niveles más recordados (por no decir traumáticos) de la saga. Ese es Labyrinth Zone.

 

¿Por qué este nivel y no otro? Bueno, para empezar espero que esta vez sí le pueda dar cierta continuidad a esta serie de artículos e ir rememorando algunos más en el futuro. Pero he escogido especialmente Labyrinth porque últimamente está muy en boca de todos, especialmente a raíz de que los posters de la segunda película hiciesen clara referencia a esta zona clásica de Sonic 1.

 

Esos extraños símbolos en las paredes… Parecían una especie de búho, un calamar o algo así, y Eggman con gafas de soldar sobre la cabeza, por no decir el Eggman moderno del futuro. ¿Acaso estas paredes eran capaces de predecir cosas? Lo del Eggman moderno podría ser una especie de pareidolia similar a la de Mario en Marble Zone, pero lo de los búhos… ¿Simple casualidad? ¿O predicción de la primera película de Sonic?

 

De un modo u otro, está claro que esta “casualidad” ha querido ser aprovechada para la segunda película, y que estos extraños dibujos esconden ahora más cosas que nunca… Pero las misteriosas paredes de Labyrinth Zone no son su elemento más destacado, ya que ese papel le corresponde al agua.

 

Este póster oculta los mismos extraños símbolos que Labyrinth Zone…

Labyrinth Zone fue el primer nivel acuático de la serie, y no sería ni mucho menos el último… Su presencia en el desarrollo de Sonic 1 rompía totalmente el ritmo de juego al que habíamos estado acostumbrados en fases anteriores. De pronto la velocidad de Sonic se convertía en nuestro peor enemigo, pues un simple paso en falso podía salirnos muy caro. Cuando alguien dice que Sonic es solo correr, podéis tener por segura una cosa: Esa persona no ha llegado a Labyrinth Zone.

 

Sí, ya habíamos pasado por fases que requerían reducir la velocidad del erizo, como Marble Zone. Pero Labyrinth no solo iba a suponer un considerable reto plataformero, también iba a ser la prueba de que casi cualquier juego puede convertirse en un juego de terror cuando menos nos lo esperemos…

 

La elección del laberinto no fue casual, un lugar oscuro, caótico, y opresivo, lleno de trampas y pasillos estrechos. Lanzas, cabezas de piedra que disparan, bolas de pinchos… Ni Indiana Jones estaba acostumbrado a vérselas con tantos peligros seguidos, y ese no iba a ser ni siquiera el mayor de los contratiempos, pues Sonic iba a conocer aquí a su más mortal enemigo: El agua.

 

Como Bruce Willis en El Protegido, nuestro erizo no se sentía nada cómodo dentro del líquido elemento. La creencia de Naka y el resto del equipo en que los erizos no sabían nadar, iba a suponer un serio problema que no tuvieron otros personajes como Mario o Alex Kidd.

 

Para empezar, daba igual que Sonic quisiera correr o no, pues no iba a poder hacerlo bajo el agua. Y esto ocurría precisamente en el momento en que necesitaba moverse con mayor velocidad que nunca, pues la falta de oxígeno se convertía en una cuenta regresiva que sembraba la tensión y el agobio por doquier. Y para colmo estaba la música… Esa desconcertante música de ahogarse, capaz de infundir pesadillas hasta en el más pintado.

 

La versión de 8 bits de Labyrinth Zone.

Sonic necesitaba aire, pero la incesante lluvia de peligros no nos ponía fácil llegar a la superficie, y un simple paso en falso nos haría perder mucho tiempo. Para colmo había diferentes rutas por las que ir, sin saber cuál sería más o menos difícil.

 

Todo en Labyrinth parecía estar diseñado como alimento para nuestras pesadillas, incluso los aparentemente inofensivos corchos que flotaban en la superficie, pues podían aplastarnos contra el techo si de pronto subía el nivel del agua. Y todo esto mientras nos esperaba una de las batallas contra Eggman más desconcertantes y extrañas de la serie, una en la que Eggman simplemente estorbaba y nuestro objetivo era sobrevivir.

 

Irónicamente la música de fondo era sorprendentemente tranquila y relajada, tal vez para aumentar el contraste con el agobiante tema de ahogarse. En las versiones para 8 bits tuvimos un tema más oscuro y siniestro que reflejaba mejor lo que nos esperaba en este nivel. Y aquí por suerte no había físicas de aplastado, hasta el punto de que podíamos utilizar un viejo glitch con los ascensores para subirlos rápidamente sin tener que esperar a la lenta plataforma que subía y bajaba.

 

Los badniks de esta zona parecen lentos e inofensivos, pero con la pesadez submarina se convertían en un verdadero incordio. Especialmente los dichosos Burrobot que salían de improviso del suelo. Pero la palma se la llevaban los Orbinaut, no por poderosos, si no por tener que andar esperando a que nos disparasen sus defensas para poder destruirlos, pues era eso o estamparse contra ellos en los estrechos pasillos.

 

En tiempos recientes hemos podido acceder por fin a una de las betas de Sonic 1, donde Labyrinth Zone se presenta con un aspecto tal vez menos angustioso, ya que el fondo representa una inmensa caverna subterránea (guiño, guiño) en vez de una simple pared de piedra.

 

¡Ignorad a Eggman y salvaos vosotros!

También están aquellas gafas de buceo que nunca pudimos llegar a utilizar (excepto en hacks), y lo que parecen ser una especie de pozas con cámaras de aire para respirar a lo Ecco the Dolphin, que en la versión final serian reemplazadas por las icónicas burbujas de aire que emergen del suelo.

 

Todo lo demás, incluidos los toboganes de agua, las plantas que colgaban del techo, y los cristales de colores, ya estaban ahí. Terminando de conformar la Labyrinth Zone que todos conocemos y amamos (o que odiamos y tememos, según se mire).

 

Por cierto, si no sabéis cómo acceder a alguna de las rutas alternativas, es muy posible que la clave esté en algún mecanismo oculto que solo aparezca realizando determinadas acciones. Os recomiendo encarecidamente daros una vueltecita por Youtube buscando los secretos más recónditos de esta fase, pues puede que descubráis cosas que ni os habíais imaginado en todas estas décadas.

 

Así es Labyrinth Zone, un lugar misterioso que oculta más de lo que aparenta, con enrevesados códigos y claves que podrían pertenecer al futuro, o al pasado… Un lugar donde la vida y la muerte están separadas por una fina línea de pixels, un puntito más aquí, o más allá, y jamás saldréis de estas ruinas submarinas. La partida de más de un intrépido jugador ha terminado aquí.

 

¿Y qué os espera si lo superáis? Pues una estupenda y bella recompensa: Starlight Zone, uno de los lugares más bellos y relajantes de la saga, ideal para superar los traumas de Labyrinth. También a esa fase habrá que dedicarle un artículo algún día, pero por el momento les decimos adiós a las frías aguas de este mortal laberinto.

 

El fondo beta de Labyrinth Zone. ¿No os recuerda a algo…?

¿Habéis descifrado ya las claves del poster de la película y su conexión con Labyrinth? Si la respuesta es no, puede que encontréis la solución en los cines. ¡Estad atentos a cada pequeño detalle!


Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.

Opinión: Buscando erizos viejos (parte 2)

 


Especulación de 8 bits

 

En el artículo anterior vimos cómo se estaba cebando la actual subida de precios del retro con algunos de los primeros juegos de Sonic, y ahora le toca al resto, más concretamente a los de los sistemas de 8 bits. ¿Será igual que en otros sistemas? ¿Habrán cambiado mucho las cosas?

 

De momento os puedo ir diciendo que ya han cambiado las cosas con respecto al anterior artículo, pues se está viviendo una alarmante subida de precios de la edición retail del primer Sonic de Genesis. Sí, específicamente la de Genesis. La misma que fue víctima directa de la estafa llevada a cabo por WATA. ¿Casualidad? Evidentemente no.

 

Está clara la relación, pues estamos hablando de que un juego pase de costar en torno a 20 dólares, a que cueste casi 200. Y ojo porque probablemente siga subiendo, pues mucha gente se ha lanzado a buscar esa edición en concreto aun sabiendo lo que hay detrás. ¿Por qué? Pues porque es muy fácil pensar “es ahora o nunca”, y que de golpe todo el mundo quiera un Sonic 1 retail de Genesis disparando aún más la demanda. Así funciona la especulación.

 

Menos mal que pude agarrar uno el año pasado por 20€…

En cualquier caso, hoy nos toca hablar de los Sonic para Master System y Game Gear, los cuales pueden variar bastante en cuanto a su dificultad para conseguirlos o no. Desde una perspectiva general, evidentemente en Europa contamos con cierta ventaja al tratarse de Master System, mientras que en Game Gear podemos contar con la suerte de las reediciones de Majesco que fueron comercializadas en América hace unos 20 años.

 

Estas reediciones de Majesco son similares a las brasileñas de Tec-Toy, son totalmente oficiales, pero no idénticas a las originales. Los cartuchos son de color negro, en vez del característico gris oscuro de Game Gear. Los manuales llevan siempre las portadas en blanco y negro, y la calidad general de los materiales da la sensación de ser un poco inferior. Por suerte funcionan perfectamente en cualquier Game Gear, y muchos de ellos llegaron a Europa hace algunos años.

 

Y sin más rodeos, vamos ya con la lista de juegos y su situación actual. Pero antes permitidme que os dé un consejo si queréis haceros con todos los Sonic de Game Gear: Olvidaos de las cajas y los manuales, conformaos con los cartuchos sueltos. ¿Por qué? Porque es fácil conseguir un par de Sonic de Game Gear completos y cometer el terrible error de creer que el resto serán iguales, y ni mucho menos… Hay juegos que pueden costar 10 veces más solo por estar completos, eso si es que los encontráis completos. En serio, id solo a por los cartuchos, o buscad alguien que os haga cajas repro. En estas cosas, el cartón se paga a precio de diamante.

 

Sonic the Hedgehog: Este es sin duda el más fácil de conseguir de todos los Sonic para Game Gear, ya que solía venir incluido en muchos packs de la consola. Eso sí, venía sin caja. De modo que aún con este juego sigue muy vigente el consejo que os daba en el párrafo anterior. Además es común en cualquiera de las tres regiones principales, así que podréis escoger el que más os guste. (Recordad que Master System y Game Gear son región free).

 

En el caso de Master System, lógicamente aquí en Europa es bastante fácil de encontrar. Todo lo contrario ocurre con la edición americana, la cual puede alcanzar precios astronómicos. Lo bueno es que la única diferencia que hay entre la edición europea y la americana, es una ridícula pegatina colocada sobre el código de barras. Así de absurdo es a veces esto del coleccionismo…

 

Sonic the Hedgehog 2: Todos sabemos que este juego no tiene precio para cierta dragona azul, pero el resto podemos hacernos con él sin complicaciones. Y es que no solo es tan común como Sonic 1, sino que además cuenta con reedición de Majesco. Cualquiera de las tres regiones principales es fácil de conseguir, así que elegid la que más os guste (o todas).

 

En el caso de Master System se produce el hecho curioso de que es incluso más común que Sonic 1, debido a que el Sonic 1 que se incluía en la mayoría de packs de la consola venía grabado dentro de la máquina, y no en un cartucho aparte. No paguéis más de 15 o 20€ por él, completo con caja y manual.

 

Hay que cantarle las cuarenta a la especulación.

Sonic Chaos: Este es también bastante común, y también cuenta con la suerte de estar entre los juegos reeditados por Majesco. El cartucho suelto puede encontrarse por precios hasta de una sola cifra, pero si lo queréis completo la cosa se puede disparar hasta los 50€. En serio, huid del cartón. Ah, y recordad que este juego en Japón se llama Sonic & Tails.

 

En el caso de Master System también es bastante fácil de conseguir, incluso completo. Si buscáis un poco podéis conseguirlo hasta por menos de 15€, se nota que esta locura especuladora aún no ha hecho mella en él.

 

Sonic Triple Trouble: Aquí es donde comienza a complicarse la cosa, y es que incluso el cartucho suelto de este juego puede llegar a costar más de 20€ por sí solo. La versión americana por suerte está mucho más barata, y podéis haceros con el cartucho por menos de 10 dólares. En Japón la cosa esta más complicada, pero si aun así lo queréis buscar, recordad que allí se llama Sonic & Tails 2.

 

Sonic Blast: Aquí es cuando os vais a arrepentir si no habéis seguido mi consejo de huir de las cajas, y es que ya simplemente el cartucho suelto de este juego puede superar tranquilamente los 100€, La versión japonesa es incluso más rara, llegando a rondar los 500€ con caja y manual. Por suerte la versión americana es algo más accesible, pero aun así es cada vez más difícil verlo por menos de 30 dólares.

 

En el caso de Master System la cosa es incluso más complicada, ya que tan solo fue publicado en Brasil de la mano de Tec-Toy. Hubo tiempos en los que se podía comprar nuevo a estrenar por 30€, pero actualmente se ha convertido en la pesadilla de todo aquel que se haya propuesto conseguir todos los Sonic de esta consola.

 

¡Hazte con todos! Pero a un precio justo.

Sonic Labyrinth: Lo de este juego es cuanto menos extraño, hace unos años nadie lo quería, era una especie de apestado que no solía verse a más de 20€ incluso completo (tal vez por su mala fama). Sin embargo, hoy en día es de los juegos de Sonic más de raros de Game Gear, al menos en su versión europea, por la que se pueden pedir más de 70€ por el cartucho suelto. Lo raro es que el japonés parece ser algo más común, y aun así también está caro. La única versión accesible es la americana, que puede costar en torno a 30 dólares (solo cartucho).

 

Sonic Spinball: Otro que parece haber sido víctima de la subida de precios de los últimos años, al menos en su edición europea, donde el cartucho suelto es difícil de ver por menos de 30€. Completo se puede disparar hasta las tres cifras (huid del cartón), y la versión japonesa es incluso más rara. Afortunadamente la edición americana fue bendecida por Majesco, así que si lo queréis a buen precio, id a por ese.

 

Pero si el de Game Gear está complicado, más lo está el de Master System… Este ya era raro y caro mucho antes de la actual subida de precios, e incluso aquí en Europa es harto difícil de ver debido a su limitada tirada. De vez en cuando aparece alguna edición australiana con cartucho y caja plateados, pero en cualquiera de los casos, preparaos para un precio de tres cifras que hará mucho daño a vuestras carteras. También existe una edición de Tec-Toy, pero es incluso más cara…

 

Sonic Drift: Es cuanto menos irónico que este juego, que solamente salió en Japón, sea más barato que otros que si salieron aquí. ¿Por qué? ¿Será que los especuladores lo confunden con el 2? Quién sabe, el caso es que tanto el cartucho suelto, como incluso el juego completo, se pueden encontrar a precios bastante aceptables. Aprovechad ahora que podéis, no sea que aprendan a distinguirlos…

 

Sonic Drift 2: Mientras no os importe que sea el cartucho suelto, este juego se puede encontrar aun por precios bastante aceptables, y más teniendo en cuenta que ya debería ser considerado raro comparándolo con otros. Solo el japonés se puede disparar un poco más, pero buscando un poco se puede encontrar también a buen precio.

 

La carísima pegatina del Sonic 1 de Master System americano.

Tails Skypatrol: Otro caso extraño, pues hace unos años este título se puso por las nubes (no pun intended). De hecho, llegó a subirse al podio de los juegos de Sonic más caros y difíciles de conseguir, en gran medida por haber salido solamente en Japón. Sin embargo, y sin saber por qué, los precios de este juego bajaron drásticamente y se volvió más común. ¿Quiere eso decir que podrás hacerte con él por 30€? No, quiere decir que bajó de 400€ a “tan solo” unos 170. El cartucho suelto puede conseguirse por poco menos de 100€.

 

Tails Adventure: He aquí otro juego que se va a llevar muy mal con vuestros ahorros, pues estamos ante otro caso en el que ya simplemente el cartucho suelto puede costarnos en torno a 100€. El japonés es incluso más caro, mientras que el americano es algo más barato, rondando los 60 dólares. Parece que ser fan de Tails sale caro…

 

Dr. Robotnik’s Mean Bean Machine: Por fin uno baratito y fácil de conseguir. ¿Verdad? Pues no, más bien al contrario… Incluso el cartucho suelto es difícil de encontrar. No tanto como Sonic Blast, pero bastante más de lo que cabría esperar de un Sonic en el que no sale Sonic. Es posible que también haya más de un fan de Puyo Puyo buscándolo…

 

¿Y el de Master System? Pues peor todavía, porque de hecho este juego ya era raro y caro hace años. Precios de tres cifras incluso sin manual, y lo peor es que las actuales tendencias del retro seguramente lo encarezcan a no mucho tardar… ¡Pues sí que salen caras estas judías!

 

Sonic 2 in 1: Y para terminar, vamos con un pequeño absurdo. Básicamente se trata de un cartucho para Game Gear que incluye Sonic 2 y Sonic Spinball, y que solamente salió en Europa. Hace unos años la gente ni sabía que existía, pero en los últimos tiempos ha sido pasto de la especulación. ¿Por qué? ¿Ofrece algo especial? No, son los mismos Sonic 2 y Sonic Spinball de siempre. Eso sí, preparad mínimo 75€ por el cartucho, y tres cifras si lo queréis completo. Eso, o buscad ambos juegos por separado, que os saldrá mejor de precio.

 

Recordad que en el Sonic Adventure DX de Game Cube vienen los 12 Sonic de Game Gear.

Y hasta aquí hemos llegado, al menos de momento. La próxima vez tocará estudiar el estado actual de los Sonic de Saturn y Dreamcast. ¿Se habrán disparado mucho?


Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.

Opinión: Game Gear Micro

 


Análisis de la nueva Game Gear Micro de Sega

 

Se ha hecho de rogar, pero por fin tenemos en nuestras manos la diminuta nueva consola de Sega, la Game Gear Micro. Un producto destinado a celebrar el 30 aniversario de la inolvidable consola portátil de Sega, pero del que ya se nos vino dejando bien claro desde un principio que no se trataba de otra “mini consola” más, como por ejemplo Mega Drive Mini, o la futura Astro City Mini.

 

Si Nintendo hubiese hecho una versión en miniatura de su Game Boy es bastante probable que hubiese optado por algo muy parecido, una micro versión de la consola portátil al más puro estilo de sus llaveros que homenajean a las legendarias Game & Watch y que llevan ya bastantes años rondado por ahí. Es decir, una especie de juguete de bolsillo de esos que tanto les gustan a los japoneses.

 

Y es que hay que dejar esto bien claro desde un principio, este es un producto diseñado especialmente para Japón, no para occidente. Si decidimos importar la consola aquí lo haremos bajo nuestra cuenta y riesgo, haciendo absurda cualquier crítica hacía la compañía por no haber tenido en cuenta los gustos occidentales a la hora de diseñar su producto.

 

No obstante, si se puede evaluar la forma en la que los occidentales podemos percibir esta peculiar propuesta nipona de Sega. Es decir, si nos va a merecer la pena importarla o no. En este punto, es importante decir que depende mucho de lo que busque cada uno, haciendo que para algunos sea un cacharro totalmente prescindible, mientras que para otros se convertirá en un nuevo objeto de culto.

 

Pequeña en tamaño, pero grande en calidad.


Tened muy en cuenta vuestra situación personal antes de efectuar algún desembolso para importar la consola, a fin de evitar posibles decepciones y desagradables sorpresas. Y es que traer hasta aquí la maquinita puede salirnos bastante caro, si el precio medio de la consola en Japón es de unos 50 euros, tendréis que sumar gastos adicionales propios del envío y manipulación por parte de tiendas e importadores, lo que puede elevar el coste final por encima de los 80 euros.

 

Este precio complica la rentabilidad del producto, ya que los cuatro juegos incluidos en cada uno de los diferentes modelos de la consola pueden parecer insuficientes con ese coste. Afortunadamente podemos confirmar ya de primera mano que la calidad del producto es sorprendentemente alta, más de lo que cabría esperar de “un juguete”. Y no hablamos solamente de la emulación, que otra vez corre a cargo de M2. También los componentes físicos de la máquina están a la altura de lo deseado.

 

Está claro que lo que más nos va a sorprender cuando la tengamos en nuestras manos es su reducido tamaño, el cual ha levantado multitud de polémicas y suspicacias por parte de los usuarios. Su tamaño es muy similar al de una Visual Memory Unit de Dreamcast, manteniendo con esta la similitud también en lo referente a la cruceta y los botones.

 

También son inevitables las comparaciones de tamaño con la Game Boy Micro, con la que comparte su nombre de manera no casual. En este caso ambas máquinas son casi igual de grandes, habiendo apenas un centímetro de diferencia entre la consola de Nintendo y la de Sega, algo que no afecta demasiado al sostenerla entre las manos. Si podéis jugar con una, podéis hacerlo también con la otra.

 

Game Gear Micro comparada con la Game Gear original.


Otro de los puntos clave es su pantalla, la cual es sin duda lo que más sorprendidos deja a los escépticos acerca de su funcionabilidad. Y es que la nitidez de esta es absoluta, permitiendo apreciar cada pequeño pixel de los juegos originales que incluye, tal y como era de esperar de una pantalla de hoy en día. De hecho (y puede que suene un tanto exagerado), nos atrevemos a decir que se ve mejor que las pantallas de Game Boy Micro y de la propia Game Gear original. Quién ponga esto en duda, que antes pruebe por si mismo cada máquina.

 

Si sois capaces de leer Twitter en vuestro móvil cada día, podréis jugar en esta pantalla sin problemas. Otra cosa son ya los problemas oculares que tenga cada uno, para lo cual recomendamos acudir a un oftalmólogo antes de blasfemar contra Sega en las redes. Y es que para ser “un simple juguete”, su pantalla se ve francamente bien a pesar de su reducido tamaño.

 

Otro aspecto clave son los botones, que como decimos tienen el mismo tamaño que los de una VMU de Dreamcast. El tacto inicial de la cruceta puede hacer aflorar en nosotros sentimientos de incertidumbre, pero en cuanto empecemos a jugar descubriremos que la precisión de la cruceta es verdaderamente asombrosa para lo que se podía presagiar en un primer contacto. No, Sonic no irá haciéndose bola solo mientras corre. No, vuestros puyos no se desviarán erráticamente cuando los bajéis rápidamente pulsando abajo. Parece casi magia, pero funciona mejor que las crucetas de los mandos de alguna que otra consola grande actual…

 

Los juegos funcionan perfectamente con la mejor de las emulaciones gracias al buen hacer de M2, y además manteniendo pulsado el botón Start podremos acceder a opciones de guardado, regular el brillo de la pantalla, o regresar al menú principal sin tener que reiniciar la consola. La única pega a este respecto es que parece no disponer de modo para dos jugadores en los juegos que soportaban dicha opción, a pesar de que habría sido tan sencillo como interconectar dos consolas con el mismo juego a través de un cable USB.

 

Tamaño y botones son similares a los de la VMU.

Dicha entrada USB se utiliza para conectar el adaptador de corriente de la consola, tal y como se hacía con la original. Este adaptador no viene incluido con la máquina, pero nos servirá prácticamente cualquier cargador de móvil que tengamos por casa mientras tengamos un cable con conector micro USB para conectarlo.

 

También podemos utilizar un par de pilas AAA, las cuales vendrán a ofrecer una duración similar a las de la consola original, algo que M2 reconoció que hizo de forma intencional como homenaje. Esto se traduce en unas 4 horas de autonomía, hora arriba, hora abajo, dependiendo del tipo de pila. Si, se podría haber incluido algún tipo de batería recargable, pero ya dijeron desde M2 que querían ser fieles a la consola original en este aspecto.

 

Finalmente queda por hablar de la selección de títulos, la cual por desgracia deja bastante que desear. No por la cantidad, pues cuatro juegos por modelo de consola es una cantidad aceptable (recordemos que el plan original era incluir solo un juego por consola), sino por la selección de los títulos, la cual es “excesivamente japonesa”, y no parece haberse hecho teniendo en cuenta las características de la máquina.

 

Lo de que sea demasiado japonesa no lo vamos a tener en cuenta por lo mencionado al principio del artículo, pero sí que es de difícil comprensión la exagerada cantidad de RPG’s que han sido incluidos, tanto es así que los cuatro juegos del modelo de color amarillo pertenecen a este género. El problema no es ya que estén en japonés con todo lo que ello conlleva, que también. Sino que no son precisamente el género de juego que mejor se adapte a esta máquina.

 

Game Gear Micro comparada con Game Boy Micro.

Un RPG es un juego para echarle muchas horas, horas en las que tendremos que leer muchos textos. No es el tipo de juego más idóneo para una partidita rápida sentado en un banco del parque, o mientras esperamos el autobús. Si no se han incluido shoot’em ups tan importantes como Fantasy Zone porque sería difícil ver los disparos (veremos a ver qué pasa con el modelo especial de la serie Aleste…), parece poco sensato elegir un tipo de juego en el que nos dejaremos los ojos leyendo textos y escogiendo opciones.

 

Esto es algo que notaremos en cuanto comencemos a jugar, ya que si bien títulos como Sonic, Out Run, o Shinobi, son internacionales y se pueden jugar de maravilla por pequeña que sea la consola, otros como la desmedida selección de RPG’s parecen estar bastante fuera de lugar. Desde M2 se dijo que algunos de estos RPG’s habían sido escogidos por no haberse podido lanzar en su día en la Consola Virtual de 3DS, pero por mucho que sea para hacerles justicia, no deja de rechinar su continua presencia en los catálogos de los cuatro modelos principales.

 

En cualquier caso, y a pesar de los mencionados problemas. Game Gear Micro termina por resultar un producto sorprendente, ya que no solo se juega bien en ella, sino que se convierte en la forma idónea de rendirle homenaje a la Game Gear original. Seguro que cualquiera que la tuviese en su momento querría llevar en el bolsillo esta pequeña joya, aunque solo sea como muestra de cariño.

 

Si sentís que Game Gear Micro es un producto que encaje con vuestras necesidades, y no os importa pagar el precio que sea por importarla, entonces ya tardáis en haceros con ella, porque os va a encantar. Pero si sois recelosos, o no creéis que os vaya a compensar su compra, entonces mejor no arriesgarse. Se trata de un producto muy específico para ciertos tipos de usuario, y si no estáis entre ellos, no os va a gustar.

 

Game Gear Micro comparada con un cartucho original de Game Gear.

Es de agradecer que Sega siga acordándose de su pasado y tengamos algo con lo que celebrar el 30 aniversario de Game Gear, y más tratándose de un producto de calidad. Por nuestra parte le damos el aprobado a esta Game Gear Micro, aunque lo deseable es que se hubiese traído a occidente de forma oficial con una selección de títulos acorde con esta parte del mundo.

 

Esperemos encontrarnos otra agradable sorpresa con la futura Astro City Mini, así como con cualquier otra consola que decida reeditar Sega. Y es que si en esta máquina, que no deja de ser “un juguete”, hemos encontrado semejante grado de calidad, solo podemos imaginar con esperanza lo que pueda llegar en un futuro.


Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.

Opinión: Sega no es solo Sonic (Columns)


Joyas de colores sembrando el caos y no son las que tú crees. ¡Es Columns!

Sonic Eraser, SegaSonic Bros. , o el famoso Puyo Puyo, son solo una muestra de lo popular que llegó a ser el género de puzles en otro tiempo a raíz del enorme éxito de Tetris. Y puede que hoy en día este tipo de juegos ya no estén tan de moda, pero siguen siendo igual de divertidos y adictivos como lo eran en su momento.

Es difícil encontrar a un fan de Sega que no conozca Columns, básicamente porque Sega lo suele incluir en sus recopilatorios como el reciente Mega Drive/Genesis Classics. Pero si puede ocurrir que alguno haya cometido el error de menospreciarlo pensando que se trataba de un título menor, sin saber la enorme historia que esconde tras de sí dentro de la propia historia de Sega.

Y es que, para empezar y a pesar de la creencia popular, Columns no se creó como la respuesta de Sega a la exclusividad de Tetris con Nintendo. De hecho, ni siquiera lo creó Sega. Columns fue creado por Jay Geertsen, un empleado de Hewlett-Packard que lo diseñó en 1989 para el poco conocido sistema operativo HP-UX. Pero la escasa popularidad de dicho sistema le llevó a permitir conversiones realizadas por otros para diversos sistemas de la época, como Atari ST, Mac, Windows, o MS DOS.

Fue ya en 1990 cuando Geertsen vendió los derechos de la franquicia a Sega, a la cual le vino de perlas para llenar el vacío dejado por la exclusividad de Tetris con Nintendo. Así el primer Columns creado por Sega vería la luz en arcades corriendo en la popular placa System C (la misma de SegaSonic Bros., SegaSonic Popcorn Shop, y Puyo Puyo), y el enorme parentesco entre esta placa y Mega Drive/Genesis hizo que no tardase en llegar una conversión para ella (a raíz de la cual el juego fue también llevado a Mega Tech).

Fue esta versión la que le dio una enorme popularidad al juego, especialmente gracias a reediciones posteriores y a que era bastante fácil y barato de conseguir. Más aún a raíz de ser incluido en el recopilatorio Mega Games 1 (conocido como Triple Score: 3 Games in 1 en América), donde formó equipo con otros dos clásicos de Sega como son Super Hang On y World Cup Italia ’90 (llamado World Championship Soccer en América).

Las joyas de Columns junto a otras dos joyas más.

Sin embargo, la versión más popular de Columns aún estaba por llegar, y esa sería sin duda la de Game Gear. Sega la incluyó en múltiples packs de la consola a raíz del enorme impulso en ventas que supuso para Game Boy su pack con Tetris, y solo dejó de hacerlo para incluir Sonic 1 aprovechando la popularidad del erizo.

Esta versión de Columns para Game Gear también llegó a Master System, y puede presumir de ser incluso mejor que el original, ya que además de una banda sonora y unos gráficos especialmente adaptados para estos sistemas, también se incluyeron nuevas opciones como la que permitía reemplazar las clásicas joyas de colores por bloques, dados, o incluso frutas. Prácticamente cualquier usuario de Game Gear de la época se dejó cientos de horas en Columns, el cual además solía atraer incluso a quienes no eran habituales de esto de los videojuegos.

Game Gear vería dos entregas más de la serie, diseñadas especialmente para futuros packs de la consola. La primera venía incluida en un cartucho junto con otros tres juegos llamado Sega Game Pack 4 in 1, en el que ninguno de los títulos incluidos había sido publicado con anterioridad por separado. Dicho pack solamente se publicó en Europa, y es posible que lo conozcáis por el particular cameo que Sonic protagoniza en él haciendo de árbitro del juego de Tennis incluido.

El último paso de Columns por Game Gear fue Super Columns, el cual se vendió en pack junto con el cable Gear to Gear que permitía interconectar dos consolas para jugar en modo multijugador, algo que por cierto se hizo también con Sonic Drift Racing. Super Columns no fue en absoluto una revolución dentro de la serie, pero introdujo alguna mecánica interesante y fue una buena despedida de la consola que más fama le dio.

A raíz del éxito en sus propios sistemas, Sega licenció el juego para una amplia variedad de ordenadores, además de la habitual conversión a PC Engine en Japón. Su fama también lo llevó a ser objeto de numerosos clones piratas, los cuales le llegaron a llevar incluso a los circuitos de NES. Mega CD también tendría su versión incluida en Sega Classics Arcade Collection, donde se añadió un tema musical en calidad CD para la pantalla de presentación y la útil posibilidad de guardar las tablas de puntuaciones.

Columns se paseó por muchos sistemas, pero sin duda la versión más curiosa fue la de SNES, o mejor dicho la de Super Famicom, que fue publicada mediante el servicio de descarga Nintendo Power en Japón en 1999. Este servicio permitía descargarnos juegos a un cartucho especial para la consola, para lo cual había que visitar una especie de quioscos similares a los que utilizaba el Famicom Disk System años atrás. Hay que destacar que dicha conversión es 100% oficial, por lo que se convierte en el único juego de Sega lanzado en esta consola (aunque no fue porteado por ella).

La versión de Super Famicom, el único juego de Sega para dicha consola.

La primera gran secuela de la serie fue Columns 2: The Voyage Trough Time, el cual fue publicado exclusivamente para la placa System C, incomprensiblemente no siendo porteado a Mega Drive/Genesis. La única versión doméstica que existe de esta entrega es la que vino con el recopilatorio Columns Arcade Collection junto con la versión arcade de Columns, además de Columns ‘97 y Stack Columns, que eran hasta entonces exclusivos de recreativa.

Esta recopilación para Saturn llegó en plena depresión occidental de la serie, ya que prácticamente quedó relegada al mercado japonés durante años. Por suerte Columns 3: Revenge of Columns si fue porteado a Mega Drive/Genesis y logró llegar a América (con una portada ciertamente horrenda), mientras que en Europa no tuvimos tanta suerte, teniendo que esperar años hasta su inclusión en la Consola Virtual de Wii.

Columns 3 es probablemente la mejor, o una de las mejores entregas de la serie. Ya que además de un cuidado apartado gráfico y sonoro, permite jugar hasta 5 jugadores simultáneos gracias al adaptador para varios mandos. Es muy posible que reconozcáis algunas de las músicas de este juego si lo probáis por primera vez, ya que muchas de ellas se reutilizaron en las diferentes betas de Sonic Megamix.

Actualmente podemos disfrutar tanto del primer Columns como de Columns 3 en el recopilatorio Mega Drive/Genesis Classics, pero si somos usuarios de Switch, muy pronto podremos sumarle Columns 2 gracias a que va a ser incluido en la serie Sega Ages que de momento es exclusiva de esta consola. Esto supondrá el primer lanzamiento internacional del juego en consola, además de las ya habituales mejoras que los chicos de M2 le suelen poner a sus clásicos reeditados.

¿Es posible hacer peor una portada?

Y hablando de Sega Ages, en la serie Sega Ages para PlayStation 2 también fue publicado un pequeño remake del Columns original en Japón, el cual esta vez sí que nos llegó a occidente, pero dentro del recopilatorio Sega Classics Collection. Este remake básicamente se limita a mejorar gráficos y sonido, manteniendo toda la jugabilidad del original intacta.

Los japoneses todavía pudieron disfrutar de otras tres entregas de la serie exclusivas de su territorio, dos de ellas entremezcladas con la serie Sakura Wars, una para arcade/Saturn, y otra exclusiva de Dreamcast. Pero sin duda la más sorprendente fue la tercera, ya que no solo estaba protagonizada por famosos personajes del estudio de Osamu Tezuka, sino que además fue publicada en exclusiva para Game Boy Color.

Sería precisamente su sucesora, Game Boy Advance, la que vería la última nueva entrega de la serie Columns publicada hasta la fecha, ya que todo lo posterior serian reediciones y similares. Este juego recibiría el nombre de Columns Crown, y sería uno de los primeros juegos lanzados por Sega en Game Boy Advance. Es posible que lo conozcáis por haber protagonizado más de un cartucho múltiple junto con algunos Sonic para esta misma consola.

Columns Crown fue un último intento por poner al día la serie, dándole una trama y personajes animados para hacerlo más vistoso. Sin embargo, el juego pasó bastante desapercibido, y Sega por aquel entonces ya se había hecho con los derechos de la serie Puyo Puyo, a la cual llamaron Puyo Pop durante un tiempo.

Desde entonces parece que Puyo Puyo se ha convertido en el juego de puzles por excelencia de Sega, debido a su enorme popularidad. Incluso poco a poco se va abriendo camino en occidente, donde ya cada vez menos gente se acuerda del pobre Columns. Al menos disponemos de varias formas de jugar hoy en día a sus versiones más populares, ya que hasta la versión para Game Gear está disponible para la Consola Virtual de 3DS.

El mejor amigo de tu Game Gear.

Columns de siempre ha sido una especie de término medio entre Tetris y Puyo Puyo, una estupenda forma de relajarnos jugando en solitario para ver qué puntuación logramos, o para competir con otros jugadores en modo versus. Tal vez algún día Sega se acuerde de que sigue ahí y veamos un “Puyo Puyo Tetris Columns”, pero mientras tanto podéis ir probando la saga si no la conocéis ya, o dándole alguna rejugada si ya es viejo conocido vuestro.

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.

Opinión: Sega no es solo Sonic (especial Halloween)


Master of Darkness y Decap Attack, el truco o trato de Sega.

Seguimos repasando otros grandes clásicos de Sega más allá de las peripecias de nuestro erizo favorito, y como tenemos Halloween a la vuelta de la esquina, es el momento ideal para jugar a estas dos joyas que nos traen de vuelta a criaturas intemporales como los vampiros y las momias.

En el caso de Master of Darkness (Vampire: Master of Darkness en América) tendremos que conectar nuestras fieles Master System o Game Gear para combatir vampiros en el Londres Victoriano. Mientras que Decap Attack se presenta como un divertido plataformas para Mega Drive/Genesis.

Las aventuras del Dr. Social, una especie de Iker Jiménez victoriano.

Hubo un tiempo en el que Sega tenía que luchar con Nintendo para conseguir que las third parties sacasen sus juegos en sus consolas, batalla que generalmente solía ganar la Gran N. Fue por aquel entonces cuando Sega desarrolló una curiosa habilidad, la de tomar el concepto del juego que no podían tener en sus máquinas, y darle su toque personal con una reinterpretación magistral sin limitarse a copiar sin más.

Esta fructífera costumbre fue el origen de series muy famosas de Sega, como por ejemplo Streets of Rage (ante la exclusiva de Final Fight), y también propició la llegada de Master of Darkness ante la ausencia de la saga Castlevania en sus consolas (que se mantendría hasta 1994). Así la inspiración en la popular serie de Konami es más que evidente desde el primer momento, con una jugabilidad casi idéntica con el sistema de doble arma y las típicas escaleras para cambiar de una planta a otra.

¿Castlequé? No, no. Es una creación original como Ricky Rouse y el Pato Monald.

Sin embargo aquí no jugaremos con un aguerrido cazavampiros, sino con un investigador paranormal que descubre algo muy siniestro mientras investiga unos extraños crímenes sin resolver. De este modo nos veremos envueltos en una aventura donde tendremos que luchar contra toda clase de criaturas del averno que harán todo lo posible por evitar que derrotemos a su líder; el mismísimo Conde Drácula.

El apartado técnico saca buen provecho de las capacidades visuales de las máquinas de 8 bits de Sega, sumergiéndonos en un mundo siniestro donde tendremos que darlo todo si queremos llegar a ver el final del juego. Si os gusta Castlevania, aunque solo sea un poco, probablemente os encantará este digno heredero con el que podréis pasarlo en grande este Halloween.

Disponible para la Consola Virtual de 3DS.

Además para jugarlo lo tendréis muy fácil si sois usuarios de Nintendo 3DS, ya que fue publicado para la Consola Virtual de este sistema desde su versión para Game Gear. Aunque si podéis elegir, lo más recomendable es jugarlo en la versión para Master System, ya que se ve muy beneficiada de la mayor resolución de pantalla con la que podremos jugar en un escenario más amplio.

Pero si los vampiros no son lo vuestro, o buscáis algo de una generación posterior para este Halloween, entonces os recomendamos el genial Decap Attack. Juego cuyo origen hay que irse a buscarlo a NES, concretamente al juego Kid Cool de la compañía Vic Tokai. Este peculiar plataformas sería reconvertido después en el clásico Psycho Fox de Master System, que a su vez se reconvertiría en Magical Hat; la adaptación de un popular anime nipón a Mega Drive.

El bueno de Chuck os hará perder la cabeza.

Ante la imposibilidad de llevar Magical Hat a occidente por temas de licencias y el desconocimiento hacia este anime por esta parte del mundo, se decidió darle al juego una vuelta de tuerca más y reconvertirlo en Decap Attack. De este modo encarnaremos a Chuck D. Head, una especie de engendro de laboratorio creado a partir de una momia que tiene su cabeza incrustada en el abdomen.

El sentido del humor negro nos acompañará durante todo el juego, mientras exploramos niveles en busca de objetos de ayuda y derrotamos a toda clase de bichos siniestros. Y para redondear la oferta, nos encontraremos una banda sonora muy cañera que termina de darle al juego ese peculiar toque gamberro de la Sega de los 90.

Ración de humor negro perfecta para Halloween.

Para jugar a Decap Attack en la actualidad lo tenemos incluso más fácil que con Master of Darkness, ya que podemos encontrarlo en el recopilatorio Sega Mega Drive Classics para PS4, One, PC, y muy pronto Switch. Además también podemos descargarlo gratis a nuestro móvil o tablet desde el servicio Sega Forever, donde solo tendremos que pagar si queremos eliminar los anuncios al principio del juego.

Dos propuestas muy accesibles con las que podemos reunir a los amigos para irnos pasando el mando este Halloween, dos formas de pasarlo en grande con clásicos de Sega que incluso hoy en día siguen siendo terriblemente jugables. Asi que ya solo os queda escoger entre vampiros y momias para que os acompañen la Noche de Brujas, aunque si vais a seguir nuestra recomendación hasta el final, lo mejor es que juguéis a ambas.

Vic Tokai, expertos en reciclaje.

Pasadlo en grande este Halloween. ¡Y tened cuidado cuando caiga la noche!


Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.

Opinión: Sega no es solo Sonic (Fantasy Zone)


Dispara a todo bicho viviente dentro de este universo rebosante de color.

El verano nos deja secos de noticias importantes sobre el erizo, pero eso abre la puerta a que rescatemos otro de los clásicos de Sega. En este caso le toca el turno a Fantasy Zone, un shoot’em up (o matamarcianos como siempre se le llamo por aquí) que fue sin duda uno de los títulos más exitosos de Sega en la década de los 80. Tanto es así que su protagonista Opa-Opa está considerado una de las mascotas de la compañía previas a nuestro erizo azul favorito.

El comienzo de esta serie hay que buscarlo en 1986, cuando los juegos de este tipo comenzaban a estar por todas partes. Precisamente para tratar de ofrecer algo diferente entre la oleada de títulos similares, Sega apostó por darle al juego un tono colorido y desenfadado, tal y como ya había hecho poco antes Konami con su clásico TwinBee. Entre TwinBee y Fantasy Zone nació un subgénero de los shoot’em up llamado “cute’em ups”, el cual seguiría creciendo hasta la decadencia de la popularidad de este tipo de juegos a finales de los 90.

Fantasy Zone puede parecer amable y desenfadado, pero quién lo subestime lo lamentará profundamente. Y es que este tipo de juegos son famosos por su endiablada dificultad, a la que en el caso de Fantasy Zone se suma una trama sorprendentemente oscura que casi parece más propia de Star Wars. También es importante destacar que Fantasy Zone transcurre en el mismo universo que otra famosa franquicia de Sega como es Space Harrier, el cual nació en 1985 de la mente del gran Yu Suzuki.

En la mayoría de shooters de este tipo la pantalla se desplaza automáticamente, y simplemente nos limitamos a mover la nave para disparar y esquivar peligros. Sin embargo en Fantasy Zone el scroll estará bajo nuestro control, y somos nosotros quienes decidimos si volar hacía un lado u otro. El escenario se representa de forma cíclica, de modo que nuestro objetivo no es llegar hasta cierto punto, sino destruir unos objetivos concretos en cada fase.

El arcade original de 1986.


Estos objetivos son las bases de las que emergen los enemigos, pero también habrá que hacer frente a escuadrones que en la mayoría de los casos no tendrán reparo alguno en lanzarse contra nuestra nave en plan kamikaze. Por el camino también podemos visitar una especie de tienda ambulante, donde podemos gastar las monedas adquiridas para mejorar el equipamiento de la nave.

Pronto descubriremos que Fantasy Zone es mucho más complejo de lo que aparenta, ya que es importante seguir una buena estrategia a la hora de destruir los objetivos y adquirir las mejoras. Llevar uno u otro tipo de disparo puede suponer derrotar al jefe de final de fase en segundos, o perder todas nuestras vidas frente a él.

Todo esto hizo de Fantasy Zone un juego verdaderamente popular que fue porteado a infinidad de sistemas, siendo originario de la placa arcade System 16 de Sega. La más famosa de estas conversiones es sin duda la de Master System, pero hubo también adaptaciones para PC Engine, Sharp X68000, MSX, e incluso NES entre otras. De hecho la consola de Nintendo recibió el juego por partida doble, ya que al llevar el juego desde Japón hasta América se efectuaron algunos cambios que prácticamente lo convirtieron en un port distinto.

De entre todas estas conversiones las más destacables son la de PS2, que solo salió en Japón y que incluye la saga entera al completo bajo el nombre de Fantasy Zone Complete Collection (dentro de la serie Sega Ages 2500). La de Saturn, que también fue publicada únicamente en territorio nipón y que es una conversión perfecta del arcade. Y la que recientemente llegó a 3DS dentro de la serie Sega 3D Classics, incluyendo nuevos modos de juegos y extras además de un espectacular efecto 3D.

Space Fantasy Zone, el crossover con Space Harrier que no llegó a publicarse.


Este Fantasy Zone original no tuvo demasiadas secuelas, pero si protagonizó montones de cameos en otros juegos, en algunos asumiendo directamente el papel protagonista como es el caso de Galactic Protector para Master System, o Kinetic Connection para Game Gear, ambos publicados exclusivamente en Japón. Pero sin duda que el cameo que más familiar os resultará a los fans de Sonic actuales es el que tuvo en Sonic & Sega All-Stars Racing.

Para encontrar la primera secuela de la serie tenemos que irnos a Master System, donde nació Fantasy Zone 2: The Tears of Opa-Opa. Esta secuela directa seguía el mismo estilo que su predecesor, y desde la consola de Sega fue porteada a otros sistemas como la placa arcade System E, MSX, y una vez más NES, o mejor dicho Famicom, ya que una vez más se quedó en el País del Sol Naciente.

Pero sin duda la conversión más destacable es la que hicieron los chicos de M2 para la placa System 16 (la misma del Fantasy Zone original), que fue incluida en el recopilatorio anteriormente mencionado para PS2. Dicha conversión es la que se empleó años más tarde como base para lanzar el juego dentro de la serie Sega 3D Classics para 3DS, convirtiéndola así en la mejor de todas las versiones de esta secuela.

La siguiente entrega la tenemos que buscar también en Master System, bajo el nombre de Fantasy Zone: The Maze (Opa-Opa en Japón). Esta entrega rompía completamente con el estilo tradicional de la serie alejándola del clásico shoot’em up y convirtiéndola en una especie de Pac-Man con modo cooperativo para dos jugadores. Este cambio puede chocar bastante al principio, pero lo cierto es que resulta en título bastante entretenido que mantiene toda esa capacidad de enganchar de los viejos arcades de los 80.

El único recopilatorio de los 3D Classics que salió aquí incluye los dos primeros Fantasy Zone.


A pesar de lo que mucha gente cree, las entregas de Fantasy Zone aparecidas en Game Gear y Mega Drive no son meras conversiones o remakes del original, sino que son secuelas en toda regla. En Game Gear es comprensible el fallo debido a que en occidente se llamó al juego “Fantasy Zone” a secas, a pesar de que su nombre era Fantasy Zone Gear, problema que por cierto también afectó a la serie Shinobi en estas consolas.

Este Fantasy Zone para Game Gear aprovecha la mayor capacidad de la portátil para manejar paletas de colores con el fin de ofrecer un resultado más colorido si cabe, con unos tonos suaves que le dan un aspecto precioso. Por su parte Mega Drive recibía Super Fantasy Zone, título muy buscado debido a que no fue publicado en America. Esta brillante entrega corrió a cargo de Sunsoft, que fue la encargada también de llevar las dos primeras entregas de la serie a Famicom. Por cierto, si queréis saber de dónde viene la música de las fases de bonus del Sonic 3D de Mega Drive/Genesis, no dejéis de echarle un vistazo a este Super Fantasy Zone…

En 1990 estuvo a punto de publicarse un curioso crossover para PC Engine que mezclaba Fantasy Zone y Space Harrier bajo el nombre de Space Fantasy Zone, pero por desgracia fue cancelado y nunca llegó a las tiendas. Hace unos años se liberó un prototipo que, si bien no es enteramente funcional, si que nos sirve para hacernos una idea de cómo habría resultado tan curiosa mezcla.

Finalmente la entrega más reciente de la serie (sin contar reediciones en Consola Virtual, móviles, o Sega 3D Classics) es el remake que apareció para PS2 del Fantasy Zone original (también dentro de la serie Sega Ages 2500), el cual casi vuelve a quedarse en tierras niponas. Por suerte fue incluido en el recopilatorio Sega Classics Collection que recogía algunos de estos remakes y conversiones, recopilatorio que goza de bastante mala fama por algunos de los títulos incluidos como Golden Axe.

Opa-Opa en Sonic & Sega All-Stars Racing.


Sin embargo no es el caso de Fantasy Zone, ya que este remake introduce gráficos 3D tipo cell-shading, y novedades jugables como la posibilidad de conservar nuestras monedas de una partida a otra, o secciones con jugabilidad 3D al estilo Space Harrier, todo mientras mantiene la jugabilidad y el espíritu del original. Ya solo por esto merece la pena hacerse con el recopilatorio entero, el cual no es muy difícil de conseguir hoy en día.

Y así daba sus últimos coletazos la serie Fantasy Zone en la pasada década, ya que desde entonces solo ha habido reediciones y algún que otro cameo. ¿Tendremos alguna vez un Fantasy Zone nuevo? No parece probable a no ser que el género de los shoot’em up recupere la popularidad de antaño, pero al menos nos queda un buen puñado de joyas que podemos descubrir (o rejugar) basadas en este colorido universo.

De momento la reaparición más inminente de Opa-Opa la tendremos en el remaster de Shenmue, donde aparece en forma de figurita coleccionable. Tal vez no sea mucho, pero a buen seguro que los chicos de M2 ya traman conversiones para Switch dentro de la nueva serie Sega Ages.

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.