Opinión: La época oscura de Sonic


Los años mas duros de la historia del erizo.


Seguro que al leer el titular estáis pensando que os voy a empezar a hablar de Sonic 2006 o del Sonic Genesis de Game Boy Advance. O quizá de las críticas actuales a los juegos del erizo, ¿verdad?

Pues no, la peor época de Sonic no es ésta. Para descubrir cual fue la peor época del erizo debemos viajar atrás en el tiempo, a una parte de la historia que incluso la propia Sega parece querer esconder bajo la alfombra.

El año pasado fue el 20º aniversario del erizo, y se hicieron todo tipo de homenajes recordando estos 20º años de historia de Sonic. Se empezaba contando los gloriosos primeros pasos de la saga, como Sonic pasó de la nada a ser una estrella de fama mundial. Como sus primeros juegos encandilaban a los gamers de todo el mundo. Desde Sonic 1 hasta Sonic 3 & Knuckles, y de ahí se pasaba directamente a hablar de la etapa moderna del erizo, que llegó con Sonic Adventure.

Pero… ¿no falta algo ahí? Sonic 3 & Knuckles salió en 1994, y Sonic Adventure no aterrizó hasta 1998. Cuatro años… La propia Sega hacia omisión a cuatro de los 20º años de la historia de Sonic. Incluso en el propio Sonic Generations saltábamos de Sonic 3 & Knuckles, a Sonic Adventure. ¿Extraño verdad?

No tanto para quien vivió aquella etapa como usuario y sabe lo que pasó. Como ese es mi caso, os contare como fue la verdadera época oscura de Sonic. O en otras palabras, lo que Sega nunca os va a contar.

Corría el año 1994, todo parecía irle bien al erizo, ¿o no? Realmente no. Sus juegos gustaban y se vendían de maravilla. Pero los medios supuestamente especializados empezaban a decir que Sonic estaba totalmente estancado. Que todos sus juegos eran meras copias del Sonic 1 original. Que Sega estaba falta de ideas, y que los escasos intentos por plantear nuevos escenarios para el erizo habían dado como resultado juegos nefastos, haciendo alusiones a juegos como Sonic Spinball, o Dr. Robotnik`s Mean Bean Machine.

Sobra decir que estas críticas eran totalmente infundadas, propias de algún fanboy de Nintendo enrabietado por la fama del erizo. Pero Sega las tomó en consideración, al fin y al cabo eran las únicas críticas negativas que había hacia su mascota. Con esta premisa y la nueva generación de consolas recién nacida, Sega se encontró además con el encabezonamiento de un Sonic Team empecinado en crear nuevos juegos al margen del erizo azul que le dió la fama. Quizás hartos de críticas infundadas hacia Sonic por el simple hecho de ser Sonic.

Así es como en sus próximos juegos Sega buscaba darle un aire fresco a la saga con experimentos como Knuckles Chaotix o Tails Adventure. Donde incluso Sonic era reemplazado como protagonista por alguno de sus amigos. O recurría a equipos de desarrollo externos que aportasen nuevas cosas, como es el caso de Traveller’s Tales con su Sonic 3D. El juego, por cierto, cosechó unas críticas formidables por parte de la prensa, llegando a calificarlo como el mejor juego de Mega Drive y otorgándole incluso puntuaciones perfectas. Esto no era muy compartido por los jugadores, que veían como aquello no era tan divertido como los primeros juegos de Sonic, por muy novedoso y sorprendente gráficamente que fuese.

A todo esto, la nueva consola de Sega acababa de aterrizar, la Sega Saturn. Consola ya de sobra conocida por su convulsa y agitada existencia. Quizá la base de los problemas que tuvo esta consola estaba en la total ausencia de respaldo por parte de la mascota de la compañía en su lanzamiento, ya que entre los primeros juegos de la consola no había un sólo Sonic. Si partimos de la base de que la gente compraba la Mega Drive/Genesis prácticamente para jugar con Sonic, habría que preguntarse qué era lo que Sega esperaba vender de una consola que no tenía a su juego estrella en su catálogo.

Probablemente de haber nacido con un Sonic 4 del Sonic Team bajo el brazo, otro gallo habría cantado a la Saturn, pero el Sonic Team tenía entonces otras preferencias, como crear el magnífico Nights Into Dreams o el sensacional Burning Rangers. En Sega no eran ajenos a todo esto, y sabían que Saturn necesitaba a Sonic, de modo que tuvieron que recurrir a lo único que pudieron recurrir: Portear a Saturn el elogiado por la prensa Sonic 3D. Sin embargo, el juego pasó completamente desapercibido en el catálogo de Saturn. Algo lógico si tenemos en cuenta que ya en Mega Drive paso bastante inadvertido entre los jugadores.

Los usuarios comenzaban a moverse a otra plataforma a medida que iban viendo morir a la consola de 16 bits de Sega que tan buenas horas les había dado. Pero esa “otra plataforma” no era Saturn, sino la Playstation de Sony, que fue ganando terreno aprovechando que Nintendo tampoco tenía una oferta a la altura en aquel entonces, ya que Nintendo 64 aun no estaba disponible.

Pocos fuimos los usuarios que dimos el salto a Saturn, y digo “dimos” porque yo fui uno de ellos. De Saturn os puedo decir que es una consola increíble, con un catálogo de juegos estupendo, pero que poca gente se molestaba en tratar de conocer. Para la mayoría de los usuarios Sega ya era cosa del pasado, y esa compañía que “estafaba a la gente sacando consolas y retirándolas del mercado poco después” ya era historia. Para ellos la Saturn no era más que otra estafa a la que Sega daría muerte en menos de un año para sacar su siguiente estafa al mercado. Grandes cadenas de tiendas muy conocidas se negaban a vender la Saturn alegando que aun tenían montañas de Mega Drive, 32X, y Mega CD en sus almacenes, y que ya nadie las compraba.

De todos los años que llevo vividos como gamer os puedo asegurar que la etapa más oscura fue ésta, la de ser usuario de Saturn. ¿Porque la consola era mala? No, sino porque era una odisea poder jugar a juegos de Saturn, ya que en la mayoría de tiendas no los tenían disponibles, y las que los tenían no los ofrecían para alquiler/cambio, lo cual con los elevados precios de los juegos nuevos era la muerte a la economía del jugador. Recuerdo perfectamente ese primer año como usuario de Saturn, en el que sólo pude comprar dos juegos, uno cada seis meses, y gracias.... Los usuarios de Playstation encontraban sus juegos por doquier, ya fueran de venta o de alquiler. Eso sí los pagaban, ya que el nivel de piratería que alcanzó la consola de Sony fue probablemente el mas alto jamás registrado por un sistema de videojuegos. Raro es hoy en día encontrar una Playstation 1 que no tenga el famoso chip en sus tripas.

A esto hay que sumarle las continuas burlas y humillaciones que sufríamos los usuarios de Saturn por el simple y llano hecho de habernos comprado la nueva “estafa” de Sega. Ahora Sony era lo “cool” y el que no siguiera la moda era un perdedor. Esto arruinó más aun la imagen de Sega y de la Saturn, lo que lógicamente pesaba factura en las ventas.

Todo esto fue matando poco a poco a Sega, que para cuando quiso reaccionar con Sonic Xtreme se encontró no con un rival, si no con dos. Nintendo estrenaba su Nintendo 64 y absorbía la atención de los usuarios con sus Zelda: Ocarina of Time y Super Mario 64. Este último fue un par de clavos más en el ataúd que se estaba construyendo para Sonic. El fontanero era cubierto de elogios, mientras que Sonic era cada vez más y más olvidado. Sonic Xtreme era finalmente cancelado, y mejor así, ya que de haber salido habría sido el hazmerreír de aquellos que alababan a Mario 64. Para colmo de males, Sony también tenia por entonces su propia mascota saltarina, el famoso Crash Bandicoot. Sonic Xtreme simplemente estaba obsoleto antes de nacer.

Ante este sándwich de complicaciones, cabría esperar que Sega reaccionase y sacase al fin un juego de Sonic en condiciones. Pero la respuesta de Sega fue sacar Sonic R… Juego al que de una forma u otra, algunos hemos acabado cogiendo cariño, pero que ya cuando salió en su momento se mostraba muy escaso y totalmente obsoleto frente a la competencia.

Sonic Xtreme se había cancelado. La conversión a Saturn de Sonic the Fighters también fue cancelada. Y, entonces, Sega lanzó Sonic Jam, lo que muchos entendieron como la despedida final de Sonic. El adiós para el recuerdo. La recopilación de lo que una vez fue grande.

La situación era muy complicada por ese entonces, nadie se acordaba ya de Sonic. Simplemente era un recuerdo de infancia, uno de tantos héroes de videojuego desaparecidos. Como paso en su día con Alex Kidd al ser sucedido por el propio Sonic. A efectos prácticos ante el gran público, Sonic estaba muerto.

¿Y cómo seguía uno siendo fan de Sonic en aquel entonces ante tal panorama? La respuesta es fácil, no seguía siéndolo... Los que hoy reclaman ser fans de Sonic desde sus primeros juegos, en su gran mayoría olvidaron completamente al erizo en esta época, para después reencontrarse con él en algún momento para, en muchos casos, criticar la “pésima calidad” de sus juegos actuales.

Dentro de esto yo podría decir que soy un caso extraño. Fidelidad lo llamarían unos, cabezonería otros, pero lo cierto es que logré seguir siendo fan de Sonic a pesar de todo. ¿Cómo? Re-jugando sus primeros juegos una y otra vez, aprovechando a jugar títulos que no pude disfrutar en su momento. Y cómo no comprando lo poco que había nuevo entonces, es decir Sonic R. Pocos somos los que logramos sobrevivir como fans en esta época. Si alguien está leyendo esto y se siente identificado, le mando un gran abrazo, porque sé bien lo duro que fue.

Por suerte para todos nosotros, la propia Sega no se rindió y no dio por muerto a Sonic, y con el lanzamiento de Sonic Adventure se veía la luz al final del túnel. Dreamcast resucitaba a Sonic cual princesa besucona.

Recuerdo perfectamente el día que puse Sonic Adventure en mi recién estrenada Dreamcast y vi el logo del Sonic Team emerger de entre las aguas, fue sin duda uno de los más felices en mi vida como fan de Sonic.

Como veis esta triste y oscura historia tuvo final feliz. O mejor dicho, un punto y seguido feliz.

Por eso os recomiendo no perder nunca la esperanza en que Sonic pueda seguir siendo algo muy grande por mucho tiempo. Por mal que estén las cosas, han estado mucho peor antes, tal como habéis podido leer en este artículo que narra la época más oscura de nuestro erizo.

Ahora que se atisba en el horizonte un nuevo “punto y seguido”, confiemos en que Sonic pueda seguir corriendo feliz por muchos años más, y nosotros junto a él.


Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.