OPINION: Dreamcast, del cielo al infierno.


Así se vivió el auge y la posterior caída de la última consola de Sega.

En mi anterior artículo repasamos la época oscura de Sonic, la época de la Saturn. El artículo si recordáis terminaba con una luz al final del túnel, esa luz era la Dreamcast, la nueva consola de Sega por la que el gran Segata Sanshiro se sacrifico por todos nosotros.

Ahora repasaremos como fue para un fan la llegada de este nuevo mesías, que para empezar nos devolvía a Sonic a la vida. Y su posterior caída arrastrando a Sega consigo.

Un halo misterioso parecía envolver a esa nueva consola que presentaba Sega, aquella no parecía una consola mas, tenia algo especial que era posible percibir incluso con solo leer las revistas que hablaban de ella antes de salir. Era una consola que traía la esperanza de que Sega volviera a ser la que un día fue, a la vez que irradiaba potencial técnico, originalidad, y calidad.

Lamentablemente la sombra de Saturn era alargada. Los usuarios no se fiaban de este nuevo invento, y la miraban con recelo. Pero el recelo remitía cuando se plantaban frente a sus juegazos y sus increíbles capacidades gráficas. A su lado el resto de consolas del momento parecían artefactos prehistóricos. Incluso la espectacular Nintendo 64, que era la consola mas potente del momento, parecía un chiste comparado con aquello en términos técnicos. Esto provoco que tímidamente los usuarios mas recelosos se animasen a probar la consola, y una vez hecho esto ya quedaban atrapados por el magnetismo que desprendía la Dreamcast.

Uno de los primeros juegos de esta consola hizo que los que daban por muerto a Sonic se tuvieran que retractar de ello, se trataba de Sonic Adventure, el juego que devolvió la vida a Sonic y lo convirtió en lo que es hoy en día. Hasta tal punto que este humilde servidor considera a Sonic Adventure un juego tan importante en la saga como el propio Sonic 1 con el que nació la serie. Sonic Adventure marcaba como sería desde entonces y hasta nuestros días el camino que iba a seguir la saga de Sonic.

Si os acordáis de mi anterior articulo, en el os contaba lo duro que fue ser usuario de Saturn, principalmente debido a la discriminación y las burlas que había que sufrir por parte de otros gamers. Probablemente el lugar donde mas sufrí esto fue en la pequeña tienda de barrio que regentaba por entonces. Esta tienda estaba dirigida por un señor al que a partir de ahora me referiré como “Señor A” para no dar nombres. Este señor había tomado las riendas de la tienda unos años antes de la llegada de la Dreamcast, y se debía por entero a Sony y a su amada Playstation, ya que como el mismo decía “era la que le daba de comer”. Todo lo demás era un chiste para el, la Nintendo 64 era para niños pequeños según decía, y la Saturn era una continua fuente de risas para el.

Pero no era el único, la tienda estaba regentada por varios usuarios, todos con sus Playstation, y todos con la misma actitud arrogante hacia cualquiera que no idolatrase dicha consola. El hecho de que yo también tuviera la Playstation no les frenaba. Si, mi consola principal entre el periodo de Saturn y de Dreamcast, fue Playstation, pero eso no parecía importarles, si no eras fanático solo de Playstation, estabas fuera.

Cuando Dramcast llego, la actitud de esta gente cambio. De una actitud de superioridad y burla se paso a unas caras que solamente podría definir con esta frase: “esto es muchísimo mejor que la Playstation, pero no debo dejar que se me note”.

Poco a poco Dreamcast iba convenciendo al gran público, y en esta tienda esto mismo se veía reflejado. Algunos que antes se reían de la Saturn, ahora se convertían en usuarios de Dreamcast aduciendo que “era para hacer tiempo mientras llegaba la Playstation 2”. Consola a la que todos parecían rogar para que llegase y les salvase de aquella vergüenza.

Lo cierto es que era muy difícil resistirse a Dreamcast, raro era el mes que no llegaba a su catalogo algún juegazo de esos que hacen historia: Metropolis Street Racer, Resident Evil Code Veronica, Shenmue, Sonic Shuffle, Jet Set Radio, Crazy Taxi… Mes tras mes uno se enamoraba mas y mas de aquella consola, a la que yo empecé a apodar cariñosamente como “el joyero”, ya que estaba repleta de joyas en forma de increíbles juegos.

Y no solo eran grandes juegos, Dreamcast era una consola bonita, pequeña, innovadora, y con funciones que revolucionarían el mundillo de las consolas, tales como poder jugar online sin complicaciones. Con Dreamcast tuve acceso a Internet por primera vez, y con aquello se me abrió todo un sinfín de posibilidades. Uno podía pasarse la tarde chateando en Dreamarena, hacer amigos, buscar las ultimas noticias sobre juegos o sobre cualquier otra cosa, y después echarse unas partidas con alguien que estuviera al otro lado del mundo a juegos como Chu Chu Rocket! o Phantasy Star Online.

Aquello era como el propio nombre de la consola indicaba, un sueño. Un bello sueño en el que nos sumergió Sega. Un sueño donde aquel afortunado que poseía la consola se sentía el gamer mas feliz del mundo. Nadie podía resistirse, ni siquiera el “Señor A”, que acabó consiguiendo su propia Dreamcast para utilizarla en su tienda. Eso si, mientras no paraba de decir que cuando llegase Playstation 2 se comería cruda a la Dreamcast.

Nunca podré olvidar el día que salio Playstation 2. Al llegar a la tienda estaban todos arremolinados ante ella, como era de esperar. Frases del tipo: “Se le acabo el chollo a Sega”, o “Ahora si que vas a ver tu graficazos”, resonaban en mis oídos. Pero pronto se callaron. Aquellos primeros juegos de Playstation 2 no eran ni la sombra de lo que había demostrado Dreamcast. Hasta los primeros juegos de la consola de Sega eran mejores que aquello. Los escasos títulos que tenían en común no solo no se veían mejor que en Dreamcast, es que encima se veían peor. Jamás olvidare las caras de algunos que no sabían justificar cosas como ese jagging tremendo en juegos como Dead or Alive. Simplemente no sabían donde meterse.

Los meses antes de la llegada de Playstation 2 fueron de nerviosismo para los usuarios de Dreamcast. ¿Podria la consola de Sega hacer frente a aquello? Cuando vimos al fin a Playstation 2 en acción pensamos “Tenemos Dreamcast para rato, y le va a presentar una buena e interesante batalla a Playstation 2”.

Y así, felices porque las cosas al fin parecían recuperar su equilibrio, seguimos disfrutando encantados con nuestras Dreamcast, mientras esperábamos ansiosos el nuevo y prometedor juego de Sonic, Sonic Adventure 2. No había que temer, Sega podría seguir deleitándonos con su Dreamcast por mucho tiempo…

Una mañana, una de tantas otras en las que yo solía ir temprano a la tienda del “Señor A”, estaba yo esperando en la puerta a que abrieran junto con un amigo, también usuario de Dreamcast. Cuando vemos venir al “Señor A” a lo lejos. Ese día no traía su habitual cara de sueño mañanera, venia extrañamente feliz…

En lugar de abrir la tienda, sugirió ir a un bar cercano, ya que quería tomarse algo y contarnos algo… Una vez en el bar y con un gesto burlón y una sonrisa de oreja a oreja nos Pregunto “¿Os habéis enterado?” No sabíamos de qué nos hablaba… “Salio en las noticias ayer… ”. Seguíamos sin saber de que hablaba… “Sega va a dejar de fabricar la Dreamcast, y va a dejar de sacar juegos para ella.” dijo al fin. Lógicamente pensamos que estaba de broma, “trolleando” como diríamos hoy en día. Pero no… Poco a poco iba dando mas datos, aquello era una broma demasiado compleja si es que lo era, y el estaba muy feliz, demasiado para ser una simple trolleada…

Y vaya si no lo fue, la confirmación no tardaría en llegarnos. El sueño se había convertido en pesadilla… Justo cuando mejor parecían irle las cosas a Sega, cuando menos se podía esperar algo así, llego la tragedia…

Los meses siguientes fueron un río de confusión y rumores sobre el futuro de la consola. Unos decían que Sega había licenciado la Dreamcast a otras compañías y que simplemente seguirían fabricándola otras empresas. Otros rumores apuntaban a que la futura consola de Microsoft, la Xbox seria compatible con los juegos de Dreamcast, lo que alargaría la vida de la consola. Las third parties aseguraban que no iban a cancelar sus juegos para Dreamcast, cosa que pocas cumplieron... Pero lo cierto es que nadie sabía que iba a pasar.

En semejante momento de caos uno no podía hacer mas que aferrarse al optimismo, Sega había dicho que seguiría haciendo juegos para consolas de otras compañías, de modo que al menos aun seguiríamos teniendo juegos de Sega y de Sonic. Con este pensamiento optimista en mente, recuerdo que escribí a la revista oficial de la Dreamcast para una pequeña sección de opinión que tenían. Venia a decir algo así como que estaba contento con el hecho de que Sega sacase sus juegos en las consolas de otras compañas, ya que así todos podrían disfrutar de sus juegos tuvieran la consola que tuvieran. Es decir, aquello al menos acababa con las guerras entupidas entre usuarios, y el odio injustificado hacia Sega y hacia a Sonic. ¿Por qué iba a odiar un fan de Sony a Sonic si era un juego que saldría en su consola? Ay ingenuo de mi…

Durante ese ultimo año pudimos disfrutar de los últimos regalos que nos dejo la Dreamcast, uno de ellos era el increíble Sonic Adventure 2, juego que seria el ultimo que veríamos de Sonic en una consola de Sega. O como el sensacional Shenmue 2, que supuestamente seria continuado ya en otras consolas…

Todo había cambiado de la noche a la mañana, ya no había Dreamcast, Sega ya no hacia consolas, me quedé sin acceso a Internet y no lo recuperaría hasta ocho años después, además de otras cosas personales no demasiado buenas… Supongo que por aquello que dicen de que las desgracias nunca vienen solas.

Pero había motivo para la esperanza, ahora daba igual la consola que tuvieras, alli estaría Sega, ahora quedaba por ver donde se instalaría Sonic, y esas fueron las consolas de Nintendo. Sonic Advance para Game Boy Advance era el primer juego de Sonic lanzado en una consola de Nintendo. Recuerdo que jugarlo se me hizo extrañísimo, era Sonic en una consola de Nintendo, quien lo iba a decir tan solo un año antes… Sonic Adventure 2 sería el siguiente, adaptado para la Game Cube con la coletilla Battle y algunas mejoras que lo hacían aun mejor.

Parecía que Sonic había encontrado un nuevo hogar en las consolas de Nintendo, y parecían irle bastante bien las cosas. Había motivo aun para la esperanza…

Y a todo esto, ¿os acordáis del “Señor A”? Aquel que tanto se rió cuando cayó la Dreamcast, y que durante tantos años estuvo riéndose de los fans de Sega… Pues unos meses después de todo aquello, fui a su tienda a ver como le iba, ya hacia tiempo que no pasaba por allí. Mi sorpresa fue encontrar su tienda cerrada y vacía. Tras buscar alguna explicación de que había pasado, al fin la encontré. La policía le había cerrado la tienda por vender copias piratas de Playstation.

Ironías de la vida dirían unos, castigo kármico dirían otros… En cualquier caso ya sabéis, no os riáis nunca de las desgracias ajenas, porque uno nunca sabe las vueltas que puede dar la vida…



Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.