Crónica de las consolas de Sega: episodio 7
29 octubre, 2012
18:25
Etiquetas: Dreamcast , Opinion , Sonic Adventure , Sonic Adventure 2 , Sonic Shuffle
Etiquetas: Dreamcast , Opinion , Sonic Adventure , Sonic Adventure 2 , Sonic Shuffle
Dreamcast, el sueño que se
convirtió en pesadilla.
Ha llegado el momento, después de seis
episodios donde os hemos ido contando la historia de cada una de las
consolas de Sega, llega el fin de este largo camino con la séptima y
ultima entrega dedicada a la última consola de Sega, la Dreamcast.
Através de cada uno de los episodios
hemos ido siguiendo la evolución de las consolas de Sega donde
nacieron Sonic y muchos otros grandes juegos de la compañía, para
que podáis comprender mejor el terreno donde creció nuestro erizo
favorito. Tened siempre en cuenta que la historia de Sonic va
vinculada enteramente a la de Sega, y la de Sega a los sistemas que
creó. Repasando su historia tal vez ahora entendáis mejor como
fueron creados los primeros juegos de Sonic, como por ejemplo por qué
Sonic CD es como es, ahora sabéis que es así porque ese era el
estilo de los juegos de Mega CD, con esas impresionante bandas
sonoras y esos alucinantes videos. O por qué Knuckles Chaotix era
tan colorido, ahora sabéis que Sega buscaba demostrar el potencial
de 32X en “la batalla de los colores” que mantenía con Nintendo.
Hoy en día Sega es muy diferente a
como era cuando hacia consolas, ya no hay esa rivalidad con otras
compañías, y ya no trabajan haciendo juegos para su propio
hardware, lo que siempre les permitía exprimir a tope el potencial
del sistema. En líneas generales Sega ha cambiado completamente, y
el último vestigio de la Sega de antes es la consola que hoy nos
ocupa.
Viendo que Saturn no era capaz de
recortar distancias con Playstation, si no que además la consola de
Sony cada vez estaba mas lejos. Y que además la llegada de Nintendo
64 complicaba aun mas las cosas. En Sega comenzaron a pensar en su
próximo paso. Así de la mano de sus creativos (entre los que estaba
el propio Yuji Naka) comenzaron a gestar una “Saturn” mucho más
potente donde aprenderían de los errores del pasado. Esa consola
recibió el nombre en clave de “Katana”.
Esta vez en Sega no se andarían con
miramientos, pondrían toda la carne en el asador y crearían la
consola más potente posible. Muy superior a Nintendo 64 y a años
luz de Playstation. De hecho la consola estaba basada en su nueva
generación de arcades, siendo así la primera vez que una consola
seria capaz de ofrecer en casa los mismos gráficos que se veían en
los mejores arcades del momento por un precio más que razonable (no
como Neo Geo). Tanto es así que en algunos sitios era practica
habitual en la época fabricar muebles arcade que en su interior
llevaban una Dreamcast normal y corriente simulando un arcade, pues
era una forma muy asequible de tener una maquina recreativa de ultima
generación.
La versión para arcades recibió el
nombre de “Naomi”, mientras que para la versión domestica se
acaba optando por el nombre final de “Dreamcast”. El hecho de que
la consola fuese prácticamente el mismo sistema que se usaba en los
arcades, permitía conversiones directas, rápidas, y muy económicas
de los grandes éxitos de Sega del momento. En lugar de tener que
luchar con un hardware complicado para portear un juego de
recreativas como pasaba con sus consolas anteriores, podían
conseguir una conversión perfecta sin complicaciones y en tiempo
record. Esta fue sin duda una de las claves de la calidad y el éxito
de Dreamcast.
Pero en Sega no se quedaron ahí,
decidieron ir mucho más allá. Desde hacia dos generaciones Sega
estaba buscando la forma de llevar Internet a las consolas, y
aprovechar esta función para jugar online, interconectar a sus
usuarios, o bien ofrecer contenidos adicionales para los juegos, así
como títulos lanzados íntegramente en descarga. ¿Os suena? Si,
básicamente toda la estructura actual de servicios online de las
consolas de hoy en día se basa en lo que Sega logró tras tres
generaciones de investigación.
Estas dos grandes innovaciones ya
deberían haber sido más que suficientes para convertir la Dreamcast
en un éxito, pero Sega aun arrastraba la mala imagen del pasado, que
quedó aun más emborronada tras la caída de Saturn. ¿Quién iba ya
a comprar una consola de Sega? Estaba claro que iban a necesitar
ofrecer mucho a los usuarios para recuperar su confianza.
Sega logró que su consola tuviese un
diseño muy compacto y reducido, más pequeña que ninguna otra
consola en aquel momento. Además se incorporaron cuatro conectores
para mandos como ya había hecho muy acertadamente Nintendo con
Nintendo 64. Para rematar la jugada se crearon las Visual Memory
Units, una especie de memory cards con pantalla y botones que venían
a ser como micro consolas. Este aparato se podía usar en solitario
para jugar, o conectarse al mando para usar su pantalla mientras
jugábamos y así poder ver allí información adicional. La
utilización de esta función variaba de un juego a otro, unas veces
solo se mostraban imágenes decorativas, mientras que en otros casos
la información allí mostrada mejoraba bastante la experiencia de
juego, como era el caso del genial Sonic Shuffle, ya que si teníamos
una unidad de estas conectada a cada mando, las cartas que se usaban
a modo de dado se mostraban solamente en la pantallita de la VMU. De
modo que solo el jugador podía ver que cartas tenía sin que los
demás las viesen. Algo así como una partida de póquer con Sonic.
Su mando también ofrecía novedades
interesantes, además de la posibilidad de usar la VMU como pantalla
como ya os hemos comentado, se le podía conectar un micrófono para
comunicarnos con otros jugadores mientras jugábamos online. También
heredo los gatillos analógicos del mando 3D de Saturn, gatillos que
hoy en día usan ya todas las consolas. Sin embargo no todo era bueno
con el mando de Dreamcast, ya que se echaban de menos mas botones
(especialmente en juegos de lucha), y el pad direccional era
francamente impreciso. Sorprende mucho que Sega, que hasta entonces
siempre había hecho los mejores pads direccionales, de golpe sacase
uno tan malo y tan difícil de controlar correctamente. Baste decir
que en su día me vi obligado a dejar a medias el Shenmue 2 de
Dreamcast porque acabe desesperado de fallar continuamente los QTE
que requerían pulsar una combinación de direcciones con el mando (y
esto lo dice un fan de los Mortal Kombat harto de hacer fatalities).
Al final tuve que esperar a poder jugar al juego en Xbox para
acabarlo, donde el pad direccional iba para donde uno lo pulsaba y no
para donde le daba la gana como en Dreamcast.
De hecho en su día eran muy habituales
los adaptadores para conectar mandos de otras consolas. Yo mismo me
hice con uno que permitía conectar tanto mandos de Playstation como
de Saturn, y la diferencia era considerable.
Dreamcast también ofreció periféricos
innovadores, como la famosa caña de pescar del Sega Bass Fishing, o
las maracas del Samba de Amigo. Además del útil combo entre mouse y
teclado, imprescindible para navegar por Internet, o jugar online a
juegos provenientes de PC como Quake 3.
Todas estas funciones y novedades
encandilaron a los usuarios cuando Sega comenzó a mostrar la
consola, y poco a poco las reticencias por el hecho de ser de Sega
fueron reduciéndose. Sin embargo muchos aun no se fiaban, y
preferían esperar a las siguientes consolas de Sony o Nintendo en
lugar de fiarse de Sega.
Pero Sega aun se guardaba algo más,
algo que habían aprendido en los años que estuvieron fabricando
consolas. Ese algo era el precio. En Sega sabían que un precio bajo
ayudaría enormemente a vender consolas, así que desde un primer
momento ofrecieron la nueva consola a un precio realmente bajo, y mas
si tenemos en cuenta lo que ofrecía.
En líneas generales Dreamcast estaba
muy por encima de cualquier otra consola en potencia, prestaciones,
innovación, y relación calidad-precio. Ahora solo faltaba un buen
catalogo de juegos, y es aquí donde Sega tiró la casa por la
ventana. A las continuas y geniales conversiones de los arcades,
había que sumarle los juegos creados por la propia Sega
exclusivamente para su consola, que desde un primer momento ya
dejaron muy claras las inmensas posibilidades que ofrecía Dreamcast.
Además Sega buscó con ahínco el apoyo de las third parties, pero
no todas las compañías respondieron igual. Algunas como Capcom
dieron un apoyo enorme a la consola con juegos como Marvel vs.
Capcom, Dino Crisis, o la saga Resident Evil. Incluso Namco, la rival
en arcades de Sega, se portó muy bien con Dreamcast con juegazos
como Soul Calibur. Pero otras compañías como Electronic Arts o
Codemasters negaron rotundamente su apoyo a la consola, aduciendo que
ya no se fiaban de Sega tras lo acontecido en el pasado.
Esto dejó coja a Dreamcast en algunos
campos, como por ejemplo en juegos de futbol. Sega creo geniales
arcades de futbol, pero sin las sagas futboleras de éxito como FIFA
o ISS, el catalogo de Dreamcast sufriría un duro revés.
A pesar de estos problemas pocos se
podían quejar del catalogo de la consola, ya que prácticamente cada
mes llegaba algún juegazo de esos que crean afición, y que
justifican de sobra la compra de la consola. Títulos como Space
Channel 5, Skies of Arcadia, Crazy Taxi, Virtua Tennis, Headhunter,
Jet Set Radio, Phntasy Star Online, Shenmue, Samba de Amigo… La
lista era interminable. Uno simplemente no daba abasto ante tanto
juegazo. Aunque como todas las consolas también tenia sus juegos
menores (principalmente conversiones de PSX y N64), raro era el mes
que no salía alguna obra maestra exclusiva que dejaba a todo el
mundo con la boca abierta. Era imposible quejarse del catalogo de la
consola por mucho que compañías como Electronic Arts le hubiesen
dado la espalda.
Además Dreamcast supuso el regreso a
la acción de Sonic, se podría decir que Dreamcast resucitó a Sonic
con el genial Sonic Adventure, ya que en los años anteriores la fama
del erizo prácticamente se había diluido. Sonic Adventure devolvió
a Sonic el lugar que merecía, y comenzó a captar nuevos fans del
erizo.
Pocos podían resistirse a Dreamcast,
todo lo que ofrecía era prácticamente perfecto. La gente aun reacia
a la consola ya no sabia que argumentar para no comprársela. Se
seguía recurriendo al pasado de Sega para no hacerlo, pero cada vez
se les veía más y más en la cara que aunque no se comprasen la
consola, les gustaba. Poco a poco los reacios fueron cayendo, y el
éxito de Dreamcast fue creciendo día a día.
En su momento más álgido todo parecía
ir sobre ruedas para la consola. Las ventas eran magnificas, cada vez
más gente se compraba la consola, no paraban de llegar juegazos, las
nuevas funciones eran simplemente geniales, y la gente comenzaba a
conocer las bondades de Internet y el juego online, pues Dreamcast
era una manera barata y fácil de acceder a la red de redes. Nada
hacia sospechar que la cosa pudiese ir mal, nada excepto unas negras
nubes que se veían en el horizonte. Esas nubes eran la Playstation
2. La consola de Sony asustaba con su sola existencia. ¿Seria capaz
Dreamcast de soportar el envite de esa consola? Los datos que
llegaban sobre Playstation 2 llenaban de incertidumbre a los usuarios
de la consola de Sega, y nadie sabia que iba a pasar…
Sin embargo cuando Playstation 2 llegó
al mercado, la cosa no fue para tanto. La nueva consola de Sony no
parecía más potente que la de Sega. Los primeros juegos no
reflejaban nada que no pudiese hacer Dreamcast. Incluso los juegos
que fueron porteados de Dreamcast a Playstation 2, se veían algo
peor en la consola de Sony. Esto hizo respirar aliviados a los
usuarios de la consola de Sega, ya que si ambas consolas estaban
igualadas, podría mantenerse el equilibrio y Dreamcast podía
sobrevivir sin problemas, y más si seguían haciendo las cosas tan
bien como hasta entonces. Ya no había nada de que preocuparse, Sega
había recuperado su puesto y Sony tendría que esmerarse por
seguirle el ritmo. Todo pintaba perfecto para Dreamcast, nada podía
ir mal… ¿O si?
La noticia llego como un jarro de agua
fría, algo que nadie esperaba, Dreamcast estaba en su mejor momento
y había soportado la embestida de Playstation 2, nada hacia
presagiar lo que estaba apunto de ocurrir… Lo recuerdo como si
fuese ayer. ¿Os acordáis del “Señor A” y de la tienda que
regentaba yo entonces? Una mañana como cualquier otra fui a la
tienda, aun no estaba abierta. Espere en la puerta y al cabo de un
rato vi venir al Señor A, venia extrañamente contento… Creo que
la mejor forma de describir su cara que se me ocurre es la de decir
que era un trollface viviente. Junto a mi estaba una amigo
mío, también usuario de Dreamcast y gran defensor de la consola,
nos mirábamos el uno al otro y nos preguntábamos que le pasaba a
aquel tipejo… Por mas que le preguntábamos no nos lo decía, solo
nos preguntó si aun no nos habíamos enterado. Dijo que se iba a
tomar algo para celebrarlo (no sabíamos que) y no abrió aun la
tienda, si no que se dirigió al bar de enfrente y nos dijo que le
siguiéramos para decirnos porque venia tan feliz.
Allí nos contó lo que había visto en
las noticias la noche anterior, Sega iba a dejar de fabricar la
Dreamcast y dejaría de hacer consolas para siempre. Por supuesto al
principio pensábamos que estaba de broma y nos estaba tomando el
pelo, lo que decía no tenia ningún sentido. Dreamcast estaba en su
mejor momento ¿Por qué iban a abandonar la consola? Pero era
cierto, cuando confirmamos lo que aquel tipejo nos contaba fue como
una bomba. Sega no solo abandonaba Dreamcast, si no que dejaría de
fabricar consolas y a partir de ahora ya solo haría juegos.
¿Pero como era posible? ¿Qué había
pasado? Las razones fueron varias. Para empezar el bajo precio de la
Dreamcast ayudó a las ventas, pero Sega perdía bastante dinero con
cada consola que vendía. La idea era recuperarlo después con la
venta de juegos, pero los niveles de piratería en Dreamcast eran
estratosféricos (herencia directa de la piratería de la primera
Playstation). Y todo esto a pesar de que Dreamcast se vendió como
una consola imposible de piratear, ya que usaba un formato de discos
propio llamados GD-ROM que no se podían copiar. Pero si que se
pudieron copiar, y hasta tal punto que ya ni siquiera era necesario
ponerle chip ni nada a la consola, ya que se habían acabado por
desarrollar sistemas que permitían hacer copias de los juegos y que
estos funcionasen directamente en la consola. Sega vendía bien la
consola, pero no los juegos. Esto fue mermando las arcas de la
compañía hasta que se hizo insostenible.
Otro problema fue el triste
fallecimiento de Isao Okawa, el por entonces presidente de Sega.
Okawa fue el gran baluarte de Dreamcast, ya que el grupo que el
dirigía invirtió importantísimas cantidades de dinero en Sega para
poder sacar a adelante la Dreamcast. Tras su fallecimiento Sega
perdió su respaldo económico, lo que fue otro varapalo para
Dreamcast. Recuerdo con gran tristeza el día que me entere de su
fallecimiento, de hecho fue el día que decidí empezar a usar mi
Dreamcast en Internet, para aprovechar al máximo las funciones de la
consola por la que el tanto dio. Y eso que entonces aun no era
consciente de las consecuencias que acabaría trayendo todo aquello
para Dreamcast y para Sega.
Además aunque Dreamcast había logrado
soportar en un principio la llegada de Playstation 2, pronto
llegarían las nuevas consolas de Nintendo y de la recién llegada
Microsoft. Demasiada competencia frente a la que Dreamcast poco
podría hacer.
Estaba claro que Sega ya no podía
sacar más consolas, primero porque no les quedaba dinero, y segundo
porque nadie las habría comprado después de todo lo que había
pasado. Su única solución para sobrevivir era convertirse en third
party y buscar un nuevo socio económico, que acabaría siendo Sammy.
En aquel entonces hubo mucho confusión
sobre el futuro de Dreamcast, se decía que la consola iba a seguir
adelante fabricada por otras compañías, incluso se hablaba de que
la futura consola de Microsoft seria compatible con Dreamcast, algo
que se confirmó como cierto pero que lamentablemente no pudo llegar
a ocurrir por falta de entendimiento entre Sega y Microsoft. Fuese
como fuese, nadie siguió fabricando Dreamcast, la consola
desapareció definitivamente en poco tiempo, y los fans de Sega y de
Sonic tuvimos que hacernos a la idea de que para seguir jugando a sus
juegos debíamos buscarlos en consolas de otras compañías. Y así
llego todo a su fin y nació la situación en la que nos encontramos
ahora.
Ya sabéis que siempre os suelo ofrecer
una visión personal sobre cada consola, y Dreamcast no va a ser
menos, ya que es una de las consolas más importantes de toda mi
vida. Con ella tuve acceso por primera vez a Internet, lo que dio pie
a muchas situaciones personales que no voy a contar porque no vienen
a cuento, pero que me marcaron en gran medida, tanto para bien como
para mal. Pero os podéis imaginar, pues Dreamarena, que era el
portal de acceso exclusivo para usuarios de Dreamcast, era una
comunidad con chats con los que comunicarse con otros usuarios, es
decir las cosas típicas que uno encuentra por Internet, la única
diferencia es que yo accedí a ellas con una Dreamcast. Como
curiosidad os diré que mi nick de RACCAR lo empecé a usar como nick
en Internet para el Dreamarena, ya que hasta entonces solo lo usaba
como nombre en los juegos como ya os comente en un episodio anterior.
Sobre la consola en si, Dreamcast me
dejo algunos de los mejores juegos que he jugado en toda mi vida. Es
casi imposible no quedar marcado por su increíble catalogo lleno de
joyas. Realmente uno se sentía a gusto con Dreamcast, tan pronto
podía estar jugando a un juegazo épico como Shenmue o Sonic
Adventure, como podía estar navegando por Internet, o jugando online
a Chu Chu Rocket! o Phantasy Star Online. La experiencia de ser
usuario de Dreamcast es simplemente algo único, algo que no he
vivido con ninguna otra consola, algo que solo se puede describir
como un sueño, un sueño que de golpe se convirtió en pesadilla el
día que todo llego a su fin.
Y va llegando la hora de que este
articulo llegue también a su fin, pero antes y como es tradición,
hablaremos de los juegos de Sonic que aparecieron en Dreamcast, que
solo fueron tres, pero madre mía que tres…
El primero de ellos fue el genial Sonic
Adventure, Sega necesitaba desde hacia tiempo un Sonic capaz de estar
a la altura del fantástico Super Mario 64, pero por unas razones u
otras en Saturn no fue posible. Podría decirse que Sonic Adventure
fue creciendo progresivamente con al propia Dreamcast, ya que el
Sonic Team estuvo muy involucrado en al creación de la consola,
principalmente para dar luz a este juego. Sonic Adventure no
decepcionó a nadie, y cuando salió dejo a todo el mundo
boquiabierto, no solo por la enorme calidad del juego, si no también
sorprendiendo a más de uno que ya pensaba que Sonic había pasado a
mejor vida. Sobre el juego en si poco os puedo contar que nos sepáis
ya, solo os puedo contar mi experiencia personal con el, y es que el
día que al fin pude jugarlo me sorprendió de muy buena manera, pues
era mucho mas de lo que me esperaba. Aquel día supe que Sonic había
vuelto, y era para quedarse.
El segundo juego de Sonic se anunció
como una de las diversas formas en las que Dreamcast apostaba por el
juego online, pues aunque estaba claro que el juego se basaba en los
Mario Party de Nintendo 64, la opción de jugarlo online abría todo
un mundo de posibilidades. Sin embargo cuando faltaba poco para que
este juego llamado Sonic Shuffle llegase a las tiendas, se confirmó
que al final no tendría modo online, lo que fue muy criticado e
incomprendido en su momento, y con razón. El juego es genial y muy
divertido, pero la perdida del modo online fue un golpe demasiado
grande, y el juego paso sin pena ni gloria. A mi personalmente me
encanta, de hecho lo prefiero de lejos a la saga Mario Party, ya que
el sistema de juego de Sonic Shuffle permite mayor libertad que el
del juego del fontanero, así como estrategias mas complejas, ya que
no esta tan basado en la suerte como los Mario Party. Ojala algún
día lo reediten y de paso nos compensen a todos poniéndole aquel
modo online perdido.
El último juego de Sonic para
Dreamcast llegó como la despedida del erizo. Cuando Sonic Adventure
2 salió a la venta, ya se sabia el aciago destino que esperaba a
Dreamcast, así que muchos lo vimos como una especie de despedida de
Sonic por lo que pudiera pasar en el futuro… Por suerte Sonic
encontró nuevo hogar y siguieron habiendo juegos suyos, pero jamás
olvidare aquella sensación triste jugando a Sonic Adventure 2 en
Dreamcast cuando salió, sabiendo que aquello podía ser el fin y
atisbando en la trama del propio juego mensajes de despedida por si
acaso… En su versión para Dreamcast también daba la sensación de
ser un juego terminado quizá algo pronto, no por estar lleno de
fallos como Sonic 2006, si no porque le faltaban ciertos detalles
finales como la intro. En otras palabras, daba la sensación de estar
hecho con lo último que le quedaba a Sega por aquel entonces antes
del cambio. Recientemente por fin hemos podido ver reeditado este
genial juego, que sigue siendo considerado por muchos (entre los
cuales me incluyo).como el mejor juego de Sonic en 3D.
Y llego la hora de terminar, tanto con
este artículo como con esta serie de episodios sobre las consolas de
Sega. Pero tranquilos que dentro de dos semanas volveremos para
tratar otro tema. Sin embargo antes de terminar me gustaría dejaros
una pequeña reflexión.
Hoy en día ya no queda prácticamente
nada de la gran Sega que nos ofreció estas geniales experiencias en
el pasado. Siguen haciendo buenos juegos, pero la forma de ser de la
compañía, su espíritu, su forma de luchar, de algún modo eso se
ha perdido por completo, o casi por completo… A veces uno aun
percibe chispas y destellos de la antigua Sega en la actual, como si
su viejo espíritu aun quisiera renacer de sus cenizas y volver a la
lucha. Lamentablemente es algo que probablemente nunca ocurra…
En el mundo de los juegos de hoy en día
se echa de menos y mucho la mano de Sega a la hora de hacer consolas.
Sony y Microsoft son multinacionales que prácticamente solo miran
las cifras de ventas. Nintendo es la única que mantiene vivo (o lo
intenta) el espíritu de las compañías de videojuegos de antes,
pero es como intentar tocar el piano con una sola mano, sin Sega
falta una parte muy importante, esa parte capaz de cometer la locura
de jugárselo todo a una carta con un derroche de imaginación o
ingenio tecnológico que revolucione las cosas. A Nintendo le gusta
mas ir sobre seguro, Sega en cambio se lanzaba a la piscina sin mirar
antes si había agua o no. Quizá sea eso lo que le falte a este
mundo hoy en día, y no hablo solo de videojuegos… Es algo
aplicable a muchas cosas en la vida, ya que a veces uno debe
arriesgarse por algo que merezca la pena y no limitarse simplemente
ir pisando las huellas de otros por el camino mas fácil.
Dentro de dos semanas volveremos a
vernos aquí para tratar algún tema relacionado con el erizo, hasta
entonces podéis desempolvar vuestras Dreamcast y revivir aquellas
sensaciones tan buenas que nos dejó esta magnifica maquina de
sueños.
Las opiniones vertidas en
esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no
representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.