Crónica de las consolas de Sega: episodio 7

Dreamcast, el sueño que se convirtió en pesadilla.

Ha llegado el momento, después de seis episodios donde os hemos ido contando la historia de cada una de las consolas de Sega, llega el fin de este largo camino con la séptima y ultima entrega dedicada a la última consola de Sega, la Dreamcast.

Através de cada uno de los episodios hemos ido siguiendo la evolución de las consolas de Sega donde nacieron Sonic y muchos otros grandes juegos de la compañía, para que podáis comprender mejor el terreno donde creció nuestro erizo favorito. Tened siempre en cuenta que la historia de Sonic va vinculada enteramente a la de Sega, y la de Sega a los sistemas que creó. Repasando su historia tal vez ahora entendáis mejor como fueron creados los primeros juegos de Sonic, como por ejemplo por qué Sonic CD es como es, ahora sabéis que es así porque ese era el estilo de los juegos de Mega CD, con esas impresionante bandas sonoras y esos alucinantes videos. O por qué Knuckles Chaotix era tan colorido, ahora sabéis que Sega buscaba demostrar el potencial de 32X en “la batalla de los colores” que mantenía con Nintendo.

Hoy en día Sega es muy diferente a como era cuando hacia consolas, ya no hay esa rivalidad con otras compañías, y ya no trabajan haciendo juegos para su propio hardware, lo que siempre les permitía exprimir a tope el potencial del sistema. En líneas generales Sega ha cambiado completamente, y el último vestigio de la Sega de antes es la consola que hoy nos ocupa.

Viendo que Saturn no era capaz de recortar distancias con Playstation, si no que además la consola de Sony cada vez estaba mas lejos. Y que además la llegada de Nintendo 64 complicaba aun mas las cosas. En Sega comenzaron a pensar en su próximo paso. Así de la mano de sus creativos (entre los que estaba el propio Yuji Naka) comenzaron a gestar una “Saturn” mucho más potente donde aprenderían de los errores del pasado. Esa consola recibió el nombre en clave de “Katana”.

Esta vez en Sega no se andarían con miramientos, pondrían toda la carne en el asador y crearían la consola más potente posible. Muy superior a Nintendo 64 y a años luz de Playstation. De hecho la consola estaba basada en su nueva generación de arcades, siendo así la primera vez que una consola seria capaz de ofrecer en casa los mismos gráficos que se veían en los mejores arcades del momento por un precio más que razonable (no como Neo Geo). Tanto es así que en algunos sitios era practica habitual en la época fabricar muebles arcade que en su interior llevaban una Dreamcast normal y corriente simulando un arcade, pues era una forma muy asequible de tener una maquina recreativa de ultima generación.

La versión para arcades recibió el nombre de “Naomi”, mientras que para la versión domestica se acaba optando por el nombre final de “Dreamcast”. El hecho de que la consola fuese prácticamente el mismo sistema que se usaba en los arcades, permitía conversiones directas, rápidas, y muy económicas de los grandes éxitos de Sega del momento. En lugar de tener que luchar con un hardware complicado para portear un juego de recreativas como pasaba con sus consolas anteriores, podían conseguir una conversión perfecta sin complicaciones y en tiempo record. Esta fue sin duda una de las claves de la calidad y el éxito de Dreamcast.

Pero en Sega no se quedaron ahí, decidieron ir mucho más allá. Desde hacia dos generaciones Sega estaba buscando la forma de llevar Internet a las consolas, y aprovechar esta función para jugar online, interconectar a sus usuarios, o bien ofrecer contenidos adicionales para los juegos, así como títulos lanzados íntegramente en descarga. ¿Os suena? Si, básicamente toda la estructura actual de servicios online de las consolas de hoy en día se basa en lo que Sega logró tras tres generaciones de investigación.

Estas dos grandes innovaciones ya deberían haber sido más que suficientes para convertir la Dreamcast en un éxito, pero Sega aun arrastraba la mala imagen del pasado, que quedó aun más emborronada tras la caída de Saturn. ¿Quién iba ya a comprar una consola de Sega? Estaba claro que iban a necesitar ofrecer mucho a los usuarios para recuperar su confianza.

Sega logró que su consola tuviese un diseño muy compacto y reducido, más pequeña que ninguna otra consola en aquel momento. Además se incorporaron cuatro conectores para mandos como ya había hecho muy acertadamente Nintendo con Nintendo 64. Para rematar la jugada se crearon las Visual Memory Units, una especie de memory cards con pantalla y botones que venían a ser como micro consolas. Este aparato se podía usar en solitario para jugar, o conectarse al mando para usar su pantalla mientras jugábamos y así poder ver allí información adicional. La utilización de esta función variaba de un juego a otro, unas veces solo se mostraban imágenes decorativas, mientras que en otros casos la información allí mostrada mejoraba bastante la experiencia de juego, como era el caso del genial Sonic Shuffle, ya que si teníamos una unidad de estas conectada a cada mando, las cartas que se usaban a modo de dado se mostraban solamente en la pantallita de la VMU. De modo que solo el jugador podía ver que cartas tenía sin que los demás las viesen. Algo así como una partida de póquer con Sonic.

Su mando también ofrecía novedades interesantes, además de la posibilidad de usar la VMU como pantalla como ya os hemos comentado, se le podía conectar un micrófono para comunicarnos con otros jugadores mientras jugábamos online. También heredo los gatillos analógicos del mando 3D de Saturn, gatillos que hoy en día usan ya todas las consolas. Sin embargo no todo era bueno con el mando de Dreamcast, ya que se echaban de menos mas botones (especialmente en juegos de lucha), y el pad direccional era francamente impreciso. Sorprende mucho que Sega, que hasta entonces siempre había hecho los mejores pads direccionales, de golpe sacase uno tan malo y tan difícil de controlar correctamente. Baste decir que en su día me vi obligado a dejar a medias el Shenmue 2 de Dreamcast porque acabe desesperado de fallar continuamente los QTE que requerían pulsar una combinación de direcciones con el mando (y esto lo dice un fan de los Mortal Kombat harto de hacer fatalities). Al final tuve que esperar a poder jugar al juego en Xbox para acabarlo, donde el pad direccional iba para donde uno lo pulsaba y no para donde le daba la gana como en Dreamcast.

De hecho en su día eran muy habituales los adaptadores para conectar mandos de otras consolas. Yo mismo me hice con uno que permitía conectar tanto mandos de Playstation como de Saturn, y la diferencia era considerable.

Dreamcast también ofreció periféricos innovadores, como la famosa caña de pescar del Sega Bass Fishing, o las maracas del Samba de Amigo. Además del útil combo entre mouse y teclado, imprescindible para navegar por Internet, o jugar online a juegos provenientes de PC como Quake 3.

Todas estas funciones y novedades encandilaron a los usuarios cuando Sega comenzó a mostrar la consola, y poco a poco las reticencias por el hecho de ser de Sega fueron reduciéndose. Sin embargo muchos aun no se fiaban, y preferían esperar a las siguientes consolas de Sony o Nintendo en lugar de fiarse de Sega.

Pero Sega aun se guardaba algo más, algo que habían aprendido en los años que estuvieron fabricando consolas. Ese algo era el precio. En Sega sabían que un precio bajo ayudaría enormemente a vender consolas, así que desde un primer momento ofrecieron la nueva consola a un precio realmente bajo, y mas si tenemos en cuenta lo que ofrecía.

En líneas generales Dreamcast estaba muy por encima de cualquier otra consola en potencia, prestaciones, innovación, y relación calidad-precio. Ahora solo faltaba un buen catalogo de juegos, y es aquí donde Sega tiró la casa por la ventana. A las continuas y geniales conversiones de los arcades, había que sumarle los juegos creados por la propia Sega exclusivamente para su consola, que desde un primer momento ya dejaron muy claras las inmensas posibilidades que ofrecía Dreamcast. Además Sega buscó con ahínco el apoyo de las third parties, pero no todas las compañías respondieron igual. Algunas como Capcom dieron un apoyo enorme a la consola con juegos como Marvel vs. Capcom, Dino Crisis, o la saga Resident Evil. Incluso Namco, la rival en arcades de Sega, se portó muy bien con Dreamcast con juegazos como Soul Calibur. Pero otras compañías como Electronic Arts o Codemasters negaron rotundamente su apoyo a la consola, aduciendo que ya no se fiaban de Sega tras lo acontecido en el pasado.

Esto dejó coja a Dreamcast en algunos campos, como por ejemplo en juegos de futbol. Sega creo geniales arcades de futbol, pero sin las sagas futboleras de éxito como FIFA o ISS, el catalogo de Dreamcast sufriría un duro revés.

A pesar de estos problemas pocos se podían quejar del catalogo de la consola, ya que prácticamente cada mes llegaba algún juegazo de esos que crean afición, y que justifican de sobra la compra de la consola. Títulos como Space Channel 5, Skies of Arcadia, Crazy Taxi, Virtua Tennis, Headhunter, Jet Set Radio, Phntasy Star Online, Shenmue, Samba de Amigo… La lista era interminable. Uno simplemente no daba abasto ante tanto juegazo. Aunque como todas las consolas también tenia sus juegos menores (principalmente conversiones de PSX y N64), raro era el mes que no salía alguna obra maestra exclusiva que dejaba a todo el mundo con la boca abierta. Era imposible quejarse del catalogo de la consola por mucho que compañías como Electronic Arts le hubiesen dado la espalda.

Además Dreamcast supuso el regreso a la acción de Sonic, se podría decir que Dreamcast resucitó a Sonic con el genial Sonic Adventure, ya que en los años anteriores la fama del erizo prácticamente se había diluido. Sonic Adventure devolvió a Sonic el lugar que merecía, y comenzó a captar nuevos fans del erizo.

Pocos podían resistirse a Dreamcast, todo lo que ofrecía era prácticamente perfecto. La gente aun reacia a la consola ya no sabia que argumentar para no comprársela. Se seguía recurriendo al pasado de Sega para no hacerlo, pero cada vez se les veía más y más en la cara que aunque no se comprasen la consola, les gustaba. Poco a poco los reacios fueron cayendo, y el éxito de Dreamcast fue creciendo día a día.

En su momento más álgido todo parecía ir sobre ruedas para la consola. Las ventas eran magnificas, cada vez más gente se compraba la consola, no paraban de llegar juegazos, las nuevas funciones eran simplemente geniales, y la gente comenzaba a conocer las bondades de Internet y el juego online, pues Dreamcast era una manera barata y fácil de acceder a la red de redes. Nada hacia sospechar que la cosa pudiese ir mal, nada excepto unas negras nubes que se veían en el horizonte. Esas nubes eran la Playstation 2. La consola de Sony asustaba con su sola existencia. ¿Seria capaz Dreamcast de soportar el envite de esa consola? Los datos que llegaban sobre Playstation 2 llenaban de incertidumbre a los usuarios de la consola de Sega, y nadie sabia que iba a pasar…

Sin embargo cuando Playstation 2 llegó al mercado, la cosa no fue para tanto. La nueva consola de Sony no parecía más potente que la de Sega. Los primeros juegos no reflejaban nada que no pudiese hacer Dreamcast. Incluso los juegos que fueron porteados de Dreamcast a Playstation 2, se veían algo peor en la consola de Sony. Esto hizo respirar aliviados a los usuarios de la consola de Sega, ya que si ambas consolas estaban igualadas, podría mantenerse el equilibrio y Dreamcast podía sobrevivir sin problemas, y más si seguían haciendo las cosas tan bien como hasta entonces. Ya no había nada de que preocuparse, Sega había recuperado su puesto y Sony tendría que esmerarse por seguirle el ritmo. Todo pintaba perfecto para Dreamcast, nada podía ir mal… ¿O si?

La noticia llego como un jarro de agua fría, algo que nadie esperaba, Dreamcast estaba en su mejor momento y había soportado la embestida de Playstation 2, nada hacia presagiar lo que estaba apunto de ocurrir… Lo recuerdo como si fuese ayer. ¿Os acordáis del “Señor A” y de la tienda que regentaba yo entonces? Una mañana como cualquier otra fui a la tienda, aun no estaba abierta. Espere en la puerta y al cabo de un rato vi venir al Señor A, venia extrañamente contento… Creo que la mejor forma de describir su cara que se me ocurre es la de decir que era un trollface viviente. Junto a mi estaba una amigo mío, también usuario de Dreamcast y gran defensor de la consola, nos mirábamos el uno al otro y nos preguntábamos que le pasaba a aquel tipejo… Por mas que le preguntábamos no nos lo decía, solo nos preguntó si aun no nos habíamos enterado. Dijo que se iba a tomar algo para celebrarlo (no sabíamos que) y no abrió aun la tienda, si no que se dirigió al bar de enfrente y nos dijo que le siguiéramos para decirnos porque venia tan feliz.

Allí nos contó lo que había visto en las noticias la noche anterior, Sega iba a dejar de fabricar la Dreamcast y dejaría de hacer consolas para siempre. Por supuesto al principio pensábamos que estaba de broma y nos estaba tomando el pelo, lo que decía no tenia ningún sentido. Dreamcast estaba en su mejor momento ¿Por qué iban a abandonar la consola? Pero era cierto, cuando confirmamos lo que aquel tipejo nos contaba fue como una bomba. Sega no solo abandonaba Dreamcast, si no que dejaría de fabricar consolas y a partir de ahora ya solo haría juegos.

¿Pero como era posible? ¿Qué había pasado? Las razones fueron varias. Para empezar el bajo precio de la Dreamcast ayudó a las ventas, pero Sega perdía bastante dinero con cada consola que vendía. La idea era recuperarlo después con la venta de juegos, pero los niveles de piratería en Dreamcast eran estratosféricos (herencia directa de la piratería de la primera Playstation). Y todo esto a pesar de que Dreamcast se vendió como una consola imposible de piratear, ya que usaba un formato de discos propio llamados GD-ROM que no se podían copiar. Pero si que se pudieron copiar, y hasta tal punto que ya ni siquiera era necesario ponerle chip ni nada a la consola, ya que se habían acabado por desarrollar sistemas que permitían hacer copias de los juegos y que estos funcionasen directamente en la consola. Sega vendía bien la consola, pero no los juegos. Esto fue mermando las arcas de la compañía hasta que se hizo insostenible.

Otro problema fue el triste fallecimiento de Isao Okawa, el por entonces presidente de Sega. Okawa fue el gran baluarte de Dreamcast, ya que el grupo que el dirigía invirtió importantísimas cantidades de dinero en Sega para poder sacar a adelante la Dreamcast. Tras su fallecimiento Sega perdió su respaldo económico, lo que fue otro varapalo para Dreamcast. Recuerdo con gran tristeza el día que me entere de su fallecimiento, de hecho fue el día que decidí empezar a usar mi Dreamcast en Internet, para aprovechar al máximo las funciones de la consola por la que el tanto dio. Y eso que entonces aun no era consciente de las consecuencias que acabaría trayendo todo aquello para Dreamcast y para Sega.

Además aunque Dreamcast había logrado soportar en un principio la llegada de Playstation 2, pronto llegarían las nuevas consolas de Nintendo y de la recién llegada Microsoft. Demasiada competencia frente a la que Dreamcast poco podría hacer.

Estaba claro que Sega ya no podía sacar más consolas, primero porque no les quedaba dinero, y segundo porque nadie las habría comprado después de todo lo que había pasado. Su única solución para sobrevivir era convertirse en third party y buscar un nuevo socio económico, que acabaría siendo Sammy.

En aquel entonces hubo mucho confusión sobre el futuro de Dreamcast, se decía que la consola iba a seguir adelante fabricada por otras compañías, incluso se hablaba de que la futura consola de Microsoft seria compatible con Dreamcast, algo que se confirmó como cierto pero que lamentablemente no pudo llegar a ocurrir por falta de entendimiento entre Sega y Microsoft. Fuese como fuese, nadie siguió fabricando Dreamcast, la consola desapareció definitivamente en poco tiempo, y los fans de Sega y de Sonic tuvimos que hacernos a la idea de que para seguir jugando a sus juegos debíamos buscarlos en consolas de otras compañías. Y así llego todo a su fin y nació la situación en la que nos encontramos ahora.

Ya sabéis que siempre os suelo ofrecer una visión personal sobre cada consola, y Dreamcast no va a ser menos, ya que es una de las consolas más importantes de toda mi vida. Con ella tuve acceso por primera vez a Internet, lo que dio pie a muchas situaciones personales que no voy a contar porque no vienen a cuento, pero que me marcaron en gran medida, tanto para bien como para mal. Pero os podéis imaginar, pues Dreamarena, que era el portal de acceso exclusivo para usuarios de Dreamcast, era una comunidad con chats con los que comunicarse con otros usuarios, es decir las cosas típicas que uno encuentra por Internet, la única diferencia es que yo accedí a ellas con una Dreamcast. Como curiosidad os diré que mi nick de RACCAR lo empecé a usar como nick en Internet para el Dreamarena, ya que hasta entonces solo lo usaba como nombre en los juegos como ya os comente en un episodio anterior.

Sobre la consola en si, Dreamcast me dejo algunos de los mejores juegos que he jugado en toda mi vida. Es casi imposible no quedar marcado por su increíble catalogo lleno de joyas. Realmente uno se sentía a gusto con Dreamcast, tan pronto podía estar jugando a un juegazo épico como Shenmue o Sonic Adventure, como podía estar navegando por Internet, o jugando online a Chu Chu Rocket! o Phantasy Star Online. La experiencia de ser usuario de Dreamcast es simplemente algo único, algo que no he vivido con ninguna otra consola, algo que solo se puede describir como un sueño, un sueño que de golpe se convirtió en pesadilla el día que todo llego a su fin.

Y va llegando la hora de que este articulo llegue también a su fin, pero antes y como es tradición, hablaremos de los juegos de Sonic que aparecieron en Dreamcast, que solo fueron tres, pero madre mía que tres…

El primero de ellos fue el genial Sonic Adventure, Sega necesitaba desde hacia tiempo un Sonic capaz de estar a la altura del fantástico Super Mario 64, pero por unas razones u otras en Saturn no fue posible. Podría decirse que Sonic Adventure fue creciendo progresivamente con al propia Dreamcast, ya que el Sonic Team estuvo muy involucrado en al creación de la consola, principalmente para dar luz a este juego. Sonic Adventure no decepcionó a nadie, y cuando salió dejo a todo el mundo boquiabierto, no solo por la enorme calidad del juego, si no también sorprendiendo a más de uno que ya pensaba que Sonic había pasado a mejor vida. Sobre el juego en si poco os puedo contar que nos sepáis ya, solo os puedo contar mi experiencia personal con el, y es que el día que al fin pude jugarlo me sorprendió de muy buena manera, pues era mucho mas de lo que me esperaba. Aquel día supe que Sonic había vuelto, y era para quedarse.

El segundo juego de Sonic se anunció como una de las diversas formas en las que Dreamcast apostaba por el juego online, pues aunque estaba claro que el juego se basaba en los Mario Party de Nintendo 64, la opción de jugarlo online abría todo un mundo de posibilidades. Sin embargo cuando faltaba poco para que este juego llamado Sonic Shuffle llegase a las tiendas, se confirmó que al final no tendría modo online, lo que fue muy criticado e incomprendido en su momento, y con razón. El juego es genial y muy divertido, pero la perdida del modo online fue un golpe demasiado grande, y el juego paso sin pena ni gloria. A mi personalmente me encanta, de hecho lo prefiero de lejos a la saga Mario Party, ya que el sistema de juego de Sonic Shuffle permite mayor libertad que el del juego del fontanero, así como estrategias mas complejas, ya que no esta tan basado en la suerte como los Mario Party. Ojala algún día lo reediten y de paso nos compensen a todos poniéndole aquel modo online perdido.

El último juego de Sonic para Dreamcast llegó como la despedida del erizo. Cuando Sonic Adventure 2 salió a la venta, ya se sabia el aciago destino que esperaba a Dreamcast, así que muchos lo vimos como una especie de despedida de Sonic por lo que pudiera pasar en el futuro… Por suerte Sonic encontró nuevo hogar y siguieron habiendo juegos suyos, pero jamás olvidare aquella sensación triste jugando a Sonic Adventure 2 en Dreamcast cuando salió, sabiendo que aquello podía ser el fin y atisbando en la trama del propio juego mensajes de despedida por si acaso… En su versión para Dreamcast también daba la sensación de ser un juego terminado quizá algo pronto, no por estar lleno de fallos como Sonic 2006, si no porque le faltaban ciertos detalles finales como la intro. En otras palabras, daba la sensación de estar hecho con lo último que le quedaba a Sega por aquel entonces antes del cambio. Recientemente por fin hemos podido ver reeditado este genial juego, que sigue siendo considerado por muchos (entre los cuales me incluyo).como el mejor juego de Sonic en 3D.

Y llego la hora de terminar, tanto con este artículo como con esta serie de episodios sobre las consolas de Sega. Pero tranquilos que dentro de dos semanas volveremos para tratar otro tema. Sin embargo antes de terminar me gustaría dejaros una pequeña reflexión.

Hoy en día ya no queda prácticamente nada de la gran Sega que nos ofreció estas geniales experiencias en el pasado. Siguen haciendo buenos juegos, pero la forma de ser de la compañía, su espíritu, su forma de luchar, de algún modo eso se ha perdido por completo, o casi por completo… A veces uno aun percibe chispas y destellos de la antigua Sega en la actual, como si su viejo espíritu aun quisiera renacer de sus cenizas y volver a la lucha. Lamentablemente es algo que probablemente nunca ocurra…

En el mundo de los juegos de hoy en día se echa de menos y mucho la mano de Sega a la hora de hacer consolas. Sony y Microsoft son multinacionales que prácticamente solo miran las cifras de ventas. Nintendo es la única que mantiene vivo (o lo intenta) el espíritu de las compañías de videojuegos de antes, pero es como intentar tocar el piano con una sola mano, sin Sega falta una parte muy importante, esa parte capaz de cometer la locura de jugárselo todo a una carta con un derroche de imaginación o ingenio tecnológico que revolucione las cosas. A Nintendo le gusta mas ir sobre seguro, Sega en cambio se lanzaba a la piscina sin mirar antes si había agua o no. Quizá sea eso lo que le falte a este mundo hoy en día, y no hablo solo de videojuegos… Es algo aplicable a muchas cosas en la vida, ya que a veces uno debe arriesgarse por algo que merezca la pena y no limitarse simplemente ir pisando las huellas de otros por el camino mas fácil.

Dentro de dos semanas volveremos a vernos aquí para tratar algún tema relacionado con el erizo, hasta entonces podéis desempolvar vuestras Dreamcast y revivir aquellas sensaciones tan buenas que nos dejó esta magnifica maquina de sueños.

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Sonic Paradise.